2012 La ciencia contra el fin del mundo

Los Mayas

Escrito por: Jorge Colorado      Publicado: 30-01-12      Comentarios: 0

Detalle de estela de Copan

Es difícil apreciar a los mayas en toda su dimensión, éste no es un pueblo uniforme y homogéneo como generalmente creemos, “lo maya” es un caleidoscopio cultural, amplio y complejo, con sus similitudes y sus diferencias internas, difícil de dimensionarlo. Los mayas siguen aquí con nosotros, no pertenecen al pasado, ahora ya no acostumbran a construir pirámides como en antaño, pero siguen asentados en los mismos sitios que han poblado desde hace unos cuatro mil años. Si usted es un ciudadano centroamericano o mexicano, posiblemente tenga un vínculo genético o cultural con ellos; es decir, parte de los mayas reside dentro de usted, incluso si lo ignora o lo niega.

La moderna fascinación por los mayas comenzó en el siglo XIX, cuando los exploradores John Lloyd Stephen y Frederick Caterwood* llegaron a Centroamérica y exploraron la selva descubriendo misteriosas ciudades antiguas. Para entonces la región se desangraba en guerras federales y sus habitantes no eran conscientes de su propia historia. El aporte de los exploradores fue relacionar a los mayas actuales con los constructores de los antiguos templos abandonados; es decir, afirmaron que Copan, Palenque y Chichen Itzá, entre otros sitios, fueron autoría de un pueblo que todavía existía y que durante la colonia se nos obligó a olvidar.

Desde ese momento generaciones de arqueólogos, antropólogos y lingüistas trabajaron para descifrar los textos en piedra y descubrir una historia asombrosa hasta entonces oculta. Nos tomó más de  cien años descifrar los enigmáticos símbolos grabados en piedra y excavar sus ciudades, fue como ir descubriendo un universo nuevo.

Nos dimos cuenta que los antiguos mayas no poseían un poder centralizado, sino que se organizaban en ciudades-estado que luchaban continuamente entre ellas, sincronizaban sus batallas con las posiciones celestes del planeta Venus y en ocasiones recibían incursiones culturales desde el centro de México. Los textos y murales relataron historias de señores y sus construcciones, también nos narraron sangrientos sacrificios que muchos desafortunados cautivos sufrieron.

Descubrimos que algunos templos están alineados con salidas y puestas del sol, son edificios calendarios, una especie de máquinas para cronometrar una cuenta de tiempo cíclico, según solsticios y equinoccios. Los mayas, al igual que nosotros, tenían una fascinación por la astronomía, posiblemente porque el cielo les pareció misterioso. Lo estudiaron y calcularon eclipses y posiciones del sol, la luna y los principales planetas con muchos años de antelación. Todo ello sin telescopios y  con un propósito ritual, mitológico y calendárico, expresados en una matemática construida a partir del número veinte.

A pesar de toda su elegante cultura, cometieron errores –pues eran personas tan inteligentes y torpes como nosotros- y lo pagaron con un alto precio, aparentemente tenían un profundo problema demográfico y medioambiental. Ya sea por guerras, enfermedades o cambio climático, sufrieron un misterioso debacle entre los años 850 y 900 después de Cristo. La mayoría de sus ciudades colapsó, las abandonaron y se las tragó la selva para nunca volver a poblarse.

Pocos siglos antes de la conquista, el sur de Chiapas, Guatemala y El Salvador recibieron una fuerte influencia del centro de México, los mayas residentes en estas zonas fueron mexicanizados de cierta manera. Y pocos siglos después, durante la conquista europea fueron cristianizados a la fuerza, aunque algunos elementos religiosos católicos fueron fácilmente adoptados por los mayas (los martirios de los santos y Cristo, la sangre y el culto al corazón de Jesús, etc.) la cristianización les destruyó su historia y su religión. Fray Diego de Landa quemó una buena cantidad de libros de amate y piel de venado, ese día ellos y toda la humanidad que nacería en los siglos posteriores perdimos para siempre conocimientos, historias y visiones del cosmos que ni podemos imaginar.

Después de la independencia, los mayas fueron marginados de los procesos políticos y económicos de las nuevas repúblicas, lucharon contra los planes de homogenización del Estado y en otras ocasiones fueron masacrados en el devenir de guerras civiles.

Hoy, siguen ahí, ubicados en grandes densidades poblacionales que abarca el Sur de México, Guatemala, Belice, occidente de Honduras y El Salvador. Algunos de ellos se organizan en comunidades muy cerradas y siguen hablando su lengua de siglos.

Desde la antigüedad este pueblo viene sufriendo los embates de la historia, en un inicio sus propias circunstancias, luego conquistadores españoles y repúblicas liberales jugaron en su contra, en ocasiones exterminándolos y en otras invisibilizándolos. Hoy, a principios del siglo XXI, las corrientes de la Nueva Era (New Age) se suman al atentado histórico, descontextualizando y descomponiendo sus conocimientos, artes y calendárica. La Nueva Era inventa que fueron extraterrestres que ayudaron a este antiguo pueblo en la construcción de sus edificaciones,  también introduce absurdas ideas energéticas y espirituales en el contenido del discurso indígena, para terminar proponiendo la idea más descabellada de todas: que el 21 de diciembre del 2012, en el cierre del baktun, será el fin del mundo.

Considerar las ideas de la Nueva Era, es un verdadero insulto para los mayas.

* Recomendable leer:  “Incidentes de viaje en Centroamérica Chiapas y Yucatán” por John Lloyd Stephen, aparte de relatar de forma amena las entonces perdidas ciudades mayas, nos da una increíble aproximación a Centroamérica del siglo XIX. Por cierto, Stephen estuvo en San Salvador y se entrevistó con Francisco Morazán.



Nada que temer

Escrito por: Jorge Colorado      Publicado: 22-01-12      Comentarios: 0

¿Cuantas veces nos han amenazado con el fin del mundo?

Para el año 999, un grupo de creyentes apodados como los milenaristas, creían que el Día del Juicio ocurriría en el amanecer del primero de enero del año mil. Hoy,  mil años después, damos testimonio que los milenaristas estaban completamente equivocados.

En el siglo XIX varios grupos cristianos radicados en Estados Unidos anunciaron varias  fechas en donde ocurriría el fin de los tiempos, esperaban la segunda venido de Cristo, pero nada pasó.  Hoy, dos siglos más tarde, damos testimonio que esos grupos estaban completamente equivocados.

Luego, en el siglo XX el astrólogo chileno Carlos Muñoz Ferrada pronosticó  que el 11 de agosto de 1999 un planeta-cometa llamado el Hercólubus llegaría a las cercanías de la Tierra, produciendo un eclipse de tres días y de paso hundiría a Centroamérica. Hoy, dos décadas más tarde, damos testimonio que Muñoz Ferrada se equivocó, el Hercólubus es una verdadera farsa.

Ahora, la nueva fecha del fin es el 21 de diciembre de 2012, todo por una estimación que algunos hacen a la cuenta larga de los mayas, que indica que el 21 de diciembre del 2012 un ciclo de 5125 años terminará.

Desde hace varios años nos han bombardeado con un sin fin de ideas apocalípticas. Hay donde escoger, desde la llegada de un agujero negro hasta la explosión de una estrella gigante roja, desde un haz de neutrinos del centro galáctico hasta un cambio mental y espiritual de la humanidad.

Ya verá que el 22 de diciembre de 2012 estaremos aquí, nada pasará y se dará cuenta que las profecías del 2012 eran una farsa.

Luego inventarán otra cosa.

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Con esta post damos por inaugurado el blog “2012, la ciencia contra el fin del mundo” un espacio de divulgación científica que tiene como objetivo, desmontar una por una las apocalípticas profecías del 2012.  !Bienvenidos!