EL LIBRO DE LA VIDA

Volando de Milano a París me encontré con la sorpresa de tener un boleto en mano pero a la hora de registrarme no encontraron mi nombre en la lista de pasajeros, teniendo el recibo en mano y una copia del recibo de la Web, se me fue dicho que me era necesario comprar otro boleto, para mi sorpresa sólo tomaban efectivo en el mostrador, luego me dieron la buena noticia que el precio del boleto era mejor de lo que en la Web había pagado en un principio, pero no me dijo que el boleto solo era de ida y no de regreso a Milano donde debía realizar una boda y dos predicaciones en el fin de semana.

No tomó mucho tiempo para decidir pagar los doscientos ochenta euros en efectivo ya que tampoco tomaban tarjetas de crédito, los asientos eran menos y en malas ubicaciones, todo por creer que lo que se publica en la Web es verdadero y válido, todo por vivir confiando en un acto de buena fe como es comprar un billete de avión por medio de compañías que pasan prometiendo el cielo y la estrellas a un costo imposible de competir con otras empresas, como las muchas iglesias que te prometen el cielo a cambio de actos terrenales o condiciones de buena conducta o sacrificio personal.

La Biblia nos habla del Libro de la Vida y está mencionado en lo que se conoce como literatura apocalíptica, dice que nuestro nombre ha sido escrito con la sangre del Cordero y que nadie conoce el nombre por el cual Dios nos conoce, para evitar que el acusador y padre de toda mentira irrumpa en la comunión que tenemos por fe por  éxito de Jesús para con el Padre, no basta con recordar que en algún momento en la vida hicimos una oración, o creer que la visita a la Iglesia cuando éramos chicos es suficiente para creer tener una verdadera comunión para con Dios, es necesario nacer de nuevo por medio de la fe, y luego de experimentar este nuevo nacimiento ver hacia atrás si existen frutos dignos de arrepentimiento.

Sólo Dios y tú conocen si eres un verdadero Cristiano o seguidor de Cristo, pero tus frutos hablan  más que tus palabras al respecto, tu vocabulario, tu manera de amar, tu manera de tratar a los demás es la señal más clara que el mundo puede ver de tu nuevo nacimiento, si no estas seguro hoy, toma la inteligente decisión de invitar a Jesús a tu vida en este preciso momento, todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo dice la palabra, si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad, no esperes más, si no sientes un cambio, te es necesario nacer de nuevo.