DE LA TIERRA, A LA FE

Saliendo de la península Ibérica nos encontramos con un río  e interminable mar, no había punto de retorno, ahora solo quedaba confiar que el piloto y el avión dieran lo mejor de sí para nuestro vuelo a través del océano, fue algo digno de recordar y no lamentar, tomé algunas fotografías, publiqué las mismas como la última evidencia antes de atravesar con mucha expectativa y temor.

“Bienvenidos a bordo” dijo el capitán de la aeronave, soy el capitán Rodríguez y les doy la bienvenida al vuelo 6153 con destino a América, nuestro tiempo estimado de vuelo será de 10.24 horas, nuestra tripulación está dispuesta y lista para servirles,  recordó el capitán, mientras tanto en mi mente surgieron un sin número de preguntas y dudas al respecto de lo expresado por el capitán.

La primera fue ¿cómo  este hombre que llegó treinta minutos antes de despegar puede garantizar que este avion volará hasta atravesar el océano? No lo preparo él, no fue él quien lo revisó, ni siquiera fue él quien llenó de combustible la aeronave, fue su equipo de trabajo en el que  él  y la aerolínea tienen puesta su confianza. ¿Cómo  sería tu vida si ahora que estás atravesando por ese aro de problemas depositas en Dios tu Creador toda tu confianza? estoy seguro que vivirías más tranquilo que antes de hacerlo.

La segunda pregunta que vino a mí mente fue ¿cómo este hombre me garantiza que llegaremos a salvo hasta las costas  de América si no tiene idea de los  cambios climáticos que podemos experimentar en la ruta a seguir? era claro que el capitán de la nave y toda su tripulación tienen vasta experiencia en este tipo de trayectos y miles de experiencias de la cuales aprendieron a lo largo de sus carreras en la aeronáutica y aviación, solo basta confiar. Dios hoy te dice que confíes, que no importando el nivel de tormenta es Él quien lleva el timón de la nave, es Él el que aún nos sustenta en momentos de turbación, todo lo que debes hacer es confiar en su experiencia desde antes de la fundación del mundo cuando él pensó en ti.

Este es el momento de pasar de la tierra a la fe, este es el momento en el cual debes tomar una determinación de avanzar  a pesar de no ver , y ver las costas de donde saliste con un nuevo rumbo, es tiempo de analizar y paralizar tus temores, esto será posible si pones tu fe en alguien que tiene mucha experiencia y poder, mucha autoridad y ayudantes que son sus tripulantes, eso será posible pues Dios es Dios de lo imposible, deja ya la tierra e inicia tu incursión en el mundo de la fe en Dios, deja ya ese temor que te hace vivir con temblor y grita: ¡Voy de la tierra, a la fe!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *