¡LOS 3 PELIGROS!

Todo en la vida requiere de tiempo, aprender, desarrollar, conquistar, cada una de estas cosas toma tiempo; todo proceso de aprendizaje toma tiempo. Si algo le sobra a Dios es Tiempo a diferencia de los seres humanos que lo tienen de carácter limitado por naturaleza, tu corazón es un órgano que te requiere tiempo y muchas veces en lugar de darle lo que necesita lo ignoramos, complicado los resultados, llegando a ser nuestro corazón como un tablero de ajedrez y lo digo en el sentido que una mala movida puede terminar con el juego de la vida.

El primer peligro es perder la familia que tanto amas, esa familia que formaste con tanto esfuerzo y cariño, esa familia a la cual le dedicabas horas de empeño y trabajo por mucho tiempo, ahora pende de una jugada o desafío para subsistir o fracasar; dale tiempo a la Familia para no perder en una sola jugada esa bendición que muchos añoran, el poder formar una familia conforme al corazón De Dios; darle tiempo a la familia no incluye tomar fotos y publicar en redes, darle tiempo a la familia implica conocer lo que le alegra o lo que les complica, conocer a profundidad las necesidades de todos los que la integran;  hagamos pues el esfuerzo de cuidar de nuestra familia en lugar de solo utilizarla como una plataforma publicitaria para nuestro propio beneficio.

El segundo peligro es perder tu felicidad, muchos viven con alto grado de hipocresía queriendo hacer ver que todo está bien cuando en realidad nada está en el lugar que corresponde, nada funciona nada nos llena, nada nos motiva, nada nos saca de la severa depresión que llevamos por dentro; pregunto: ¿Cómo y Cuando perdiste ese brillo que te caracterizaba? ¿Quien te robó la Alegría de vivir? ¿Quién se tomó el tiempo de estropearlo? todo ya sea por una palabra o por un simple capricho. No puedes permitir tal cosa, no puedes acceder a que alguien ajeno a tu vida te robe esa Alegría de vivir, que es un regalo De Dios quien tiene planes maravillosos para cada uno de nosotros.

El tercer peligro es perder tu identidad, eso sucede cuando intentas ser como alguien o imitar a alguien que realmente no eres ni llegarás a ser, imitamos cada cosa que vemos aparecer en la tv o que escuchamos por medio de radio incluyendo las tan armadas redes sociales que dirigen muchas vidas hoy, ser imitadores es un imperativo si hablamos de Jesús, lo digo ya que debemos crecer a la estatura del varón perfecto a diario con el perfeccionamiento de nuestras actitudes y manera de vivir, pero fuera de eso no me atrevería a imitar a nadie para llegar a ser mejor persona; Dios nos dio la oportunidad de ser únicos y para ello nos dotó de una personalidad propia y así nos desarrolló. Por eso mismo hoy te animo a que no te afanes por ser una persona diferente, a no ser que estés en el proceso de ser un mimenomais, del griego:  imitador, de donde proviene la palabra mimo.

Entonces ¿Qué hacemos? Sigue el buen camino, no pretendas ser o exponer tu corazón a malas influencias para evitar el posible daño a recibir en dicho intento, no conviertas tu corazón en un tablero de ajedrez tomando riesgos innecesarios, ya que tarde o temprano la vida te dará una lección que jamás olvidarás y recuerda que cuando la vida te da un examen y no lo pasas o superas, la misma vida te lo repite hasta que logres superar o vencer la nota a alcanzar y eso muchas veces además de tiempo en la oraciones causa dolor.

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