LEJANO ESTE | Parte X: El mango final

El viaje desde el desvío El Delirio, San Miguel, hasta Zacatecoluca, La Paz, es de 89.7 km aproximadamente. El sol es implacable y es un tramo que requiere mucha paciencia. Al igual que el viaje de ida, el de regreso es una constante subida y bajada.

En el camino todo el tiempo encontramos ciclistas. Los más jóvenes siempre quieren que uno haga carreras; es obvio que me ganan, luego de varios kilómetros pedaleando hay que ser humildes y ahorrar fuerzas.
En medio de la nada, bajo un punzante sol, nos encontramos a Manuel, que vende paletas. Las de frutas son las mejores.
Luego de pasar el puente de Oro en San Marcos Lempa, almorzamos en uno de los comedores.
En los puentes de la carretera del Litoral se pueden observar las placas conmemorativas de su inauguración. Pedazos de historia que solo se pueden ver desde una bicicleta.

La meta es llegar a Zacatecoluca y visitar el turicentro Ichanmichen, comer algo y luego dormir en algún lugar en Zacatecoluca. En el viaje, en medio de la nada, nos encontramos a un paletero, quien nos ofreció unas paletas de frutas y chocolate. Con el calor y el hambre siempre es bueno comer algo fresco para adquirir fuerzas.

El secado al sol del maíz y otros granos es algo cotidiano en la carretera. Este trabajo bajo el candente sol y altas temperaturas es arduo y pesado. No es para cualquiera.

Como lo habíamos dicho en el capítulo anterior, queríamos llegar a Usulután al mediodía, pero nos fue mucho mejor, ya que llegamos ahí a las 11 de la mañana; sin embargo, nuestros planes de comer arroz cantonés en el restaurante chino se esfumaron. Una hora perdida en cicloturismo era cuestión de llegar más tarde a Zacatecoluca, así que lo mejor era continuar. La comida china quedó descartada y tuvimos que almorzar una hora y media después en un comedor que queda cerca del puente de Oro en San Marcos Lempa.

Eugenio y su bicicleta

Después del mediodía pedaleamos relajados, básicamente disfrutando el recorrido, el calor hacía que mejor lo hiciéramos de esta manera y no con prisas. Cerca de Santa Cruz Porrillo, a unos kilómetros de la línea divisoria entre San Vicente y La Paz, nos encontramos una bicicleta muy peculiar.

Eugenio es un cicloemprendedor que ha ideado esta estructura, la cual ha colocado a su bicicleta. Tiene techo, parabrisa y ventanas.
En la parte posterior se encuentra el área de trabajo: mesa, hielera y estantes para colocar todo lo necesario para las minutas.
Todo tiene su lugar y está a la mano. Incluso tiene una reja plegable que le sirve para colocar las minutas terminadas.
En el interior tiene un radiotransistor, retrovisores y lugares para colocar sus pertenencias.

Era como un carro pero en dos ruedas. Iba en sentido contrario, por lo que tuvimos que cruzarnos la carretera y seguirlo por un kilómetro; no oía mis silbidos, ya que en su interior se escuchaba música a todo volumen. Al darle alcance vimos que era una venta de minutas ambulantes; su propietario, Eugenio, nos dijo «esta bicicleta la hice así para evitar el sol y la lluvia».

La estructura de la bicicleta está elaborada de tubos reciclados de aluminio, madera y cartón.

«Además es más cómodo viajar de esta manera», asegura Eugenio. En realidad, viéndolo bien, tiene razón, ya que la bicicleta tiene una estructura de aluminio y paredes de madera en las cuales ha colocado parabrisas y ventanas. Tiene un lugar en donde va una radio, retrovisores, y en la parte posterior está la venta de minutas, la cual posee un mostrador en el que coloca los materiales, ahí se encuentra un raspador de hielo, una hielera y un «estante» donde se encuentran los jarabes. El negocio está bien pensado, ya que tiene todo bien colocado y cada cosa está en su lugar.

A la cueva de los pececitos

Ya en Ichanmichen nos encontramos la estatua de dos metros de un mango. Desde hace 8 años se celebra en este centro turístico el festival del mango, en donde se puede saborear y comprar todo lo relacionado con esta deliciosa fruta.
Las aguas aquí son cristalinas. Hay varios nacimientos de agua que lo hacen un lugar privilegiado.
Las aguas que aquí nacen llegan a varios ríos que bañan el valle y sembradíos de La Paz.

Desde Santa Cruz Porrillo hasta Zacatecoluca solo quedan 12 km, los más largos, ya que después de pedalear varios kilómetros durante todo el día, ya todo se siente lento, el cuerpo pesado y el agotamiento es evidente. La meta es llegar a Ichanmichen, un famoso balneario ubicado en las afueras de Zacatecoluca. Al final lo logramos una hora antes de que cerraran.

Las estatuas de la Siguanaba y el Cipitío son parte de los atractivos en Ichanmichen.
Ichanmichen cuenta con varios senderos y caminos que se pueden recorrer en bicicleta o a pie.
El agua y la variedad de árboles atrae mucha vida silvestre. Las arañas aquí son bastante grandes.

El nombre Ichanmichen en náhuat significa «La morada de los pececitos» o «La cueva de los pececitos». Ichanmichen fue inaugurado en 1956. Está ubicado en el departamento de La Paz, a 57 km de San Salvador, y se encuentra a una altura de 220 msnm, por lo que el clima es cálido, pero casi no se siente porque se compensa con la cantidad de agua que ahí nace. El esfuerzo del último tramo valió la pena, ya que es un bello parque natural, en donde se encuentran las famosas imágenes del Cipitío y la Siguanaba. Este centro turístico cuenta con una extensión de 24 manzanas y se caracteriza por su exuberante

Las gran cantidad de piscinas en Ichanmichen son el deleite de los turistas.

riqueza natural, además de ofrecer cinco piscinas (tres para adultos y dos para niños), tres estanques de nacimientos naturales para apreciar diversidad de peces, merenderos con platillos típicos, 33 cabañas familiares, vestidores y servicios sanitarios, cancha de fútbol, área de picnic, estacionamiento para 300 vehículos, un tobogán gigante de dos vueltas, cuatro piscinas de agua de manantiales y varios estanques, merenderos de comidas típicas, canchas deportivas, áreas de estar al aire libre en medio de una vegetación exuberante de árboles nativos y frutales, guardaparques y seguridad policial permanente.

Los moteles u hoteles de paso son una alternativa de hospedaje barata y accesible para los cicloturistas.

El lugar lo tiene todo. Luego de recorrer este largo tramo, tener por lo menos un lugar donde relajarse y tomar un baño era el justo premio para finalizar el tour al Lejano Este luego de varios días junto a la bicicleta. Desafortunadamente, Ichanmichen no tienen zona de camping, por lo que nuestro tour lo tuvimos que finalizar en un motel ubicado en Zacatecoluca. Hubiera querido que fuera diferente, pero así son las cosas en el cicloturismo.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *