NO MÁS PINCHAZOS

 

Uno de los problemas más frecuentes al que nos enfrentamos los ciclistas en la calle son los pinchazos. En las carreteras podemos encontrar infinidad de desechos y materiales que se vuelven potenciales enemigos de nuestras llantas, tales como vidrio, espinas, clavos, tornillos y hasta pedazos de alambre que se desprenden de las llantas de los vehículos, entre muchas otras cosas.
Si ya tienes algunos kilómetros pedaleados, te habrás podido dar cuenta de que hay días de suerte en que no se te pincha ninguna llanta, y hay otros en que se te pinchan ambas y luego, un par de kilómetros después, se te vuelven a pinchar.
En el mercado existen muchas opciones de cómo evitar pinchazos, desde líquido antipinchazos, cintas especiales o hasta convertir tus llantas en tubulares. Algunas de estas soluciones pueden ser caras y desajustar el presupuesto de muchos ciclistas en nuestro país.

Tomando en cuenta lo anterior, en KmCero503 Taller te traemos una solución práctica, ecológica y económica elaborada con materiales que se pueden encontrar en cualquier parte de nuestro país y que te pueden ayudar a evitar los odiados pinchazos.  Elaboraremos una cinta protectora con uno de los materiales que más existe y contaminan nuestro planeta: el propileno o plástico. En esta ocasión utilizaremos botellas de plástico de propileno, el cual es un material bastante fuerte pero maleable, con el que haremos una cinta que nos servirá como barrera entre la llanta y el tubo para evitar que objetos indeseados penetren en nuestra rueda.
Aquí te dejamos los materiales y pasos para que realices tu protector de llantas casero, económico y reciclado.


Materiales:
2
botellas plásticas de gaseosa de tres litros. Serán dos botellas por llanta. Busca las que tengan una superficie plana y con la menor cantidad de relieves.
1 tijera
1 cinta métrica
1 regla
2 tubos de pega loca
2 rollos de cinta adhesiva industrial
1 lija
1 pedazo de cartón

El presupuesto total invertido en la compra de los materiales, utilizando botellas de gaseosa recicladas, fue de $6.04

A continuación te detallamos los pasos:

PASO 1: utilizando nuestra cinta métrica, medimos el ancho y la circunferencia de nuestra llanta.
PASO 2: con la medida del ancho haremos una tira con el pedazo de cartón, la cual nos servirá de guía para rayar las botellas de plástico a lo largo y de esta manera poder cortar las tiras de plástico que unidas harán nuestra cinta protectora.
En este paso utilizaremos la lija para redondear los bordes de las tiras, de esta forma las puntas afiladas delnplasticd no dañaran nuestro tubo. Además lijaremos las orillas de las tiras para que la pega loca penetre y sea más rápido y efectivo el pegado.
PASO 3: luego de lijar los bordes y las orillas de todas las cintas, procedemos a pegar cada una hasta lograr una cinta que tenga la longitud de la circunferencia de nuestra llanta.

PASO 4: posteriormente, con la cinta adhesiva industrial forramos toda la tira de plástico para que quede más segura y proteja nuestro tubo de roces y para que con el tiempo no se despeguen las cintas.  PASO 5: ya terminada nuestra cinta, el siguiente paso es el armado de la llanta. Primero colocamos la cinta en el interior de la llanta a manera de que quede uniforme y bien asentada en su interior, luego la colocamos en el rin, posteriormente colocamos el tubo y procedemos a inflar. ¡Listo! Nuestra llanta queda  preparada con una cinta protectora económica, reciclada y práctica. PASO 6: este paso no lo tienes que hacer, solo servirá para nosotros con fines demostrativos. Colocamos chinches en el suelo y pasamos con nuestra llanta sobre ellas. Se clavaron varias tachuelas y luego de una larga espera de varios minutos para ver si el tubo se había perforado, pudimos comprobar que la cinta sí funciona. No perdió el aire.  Pasó la prueba.

Conclusión: esta cinta puede soportar chinches, clavos u objetos con máximo de medio centímetro de largo. Objetos de mayor longitud podrían atravesar la cinta y llegar al tubo, pero en términos generales, nos servirá para poder pedalear tranquilamente y evitar las ponchaduras.

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