El uso del casco en ciclismo es esencial. No es una pieza de moda o parte de los accesorios para vernos guapos en las bicicletas: es quizá la pieza más importante de nuestro equipo a la hora de pedalear. Los cascos para ciclismo funcionan como amortiguadores para nuestra cabeza en caso de una caída. La construcción básica de un casco de bicicleta comprende una carcasa de plástico fusionada a un núcleo interno de poliestireno expandido.
Los cascos tienen una vida útil de tres años porque el poliestireno se degrada con el tiempo, haciéndolo menos efectivo. La manipulación, el almacenamiento y la atención inadecuada también pueden acortar la vida útil de un casco, por lo que debe tratarse con cuidado. ¡No lo sigas tirando al suelo o dejando que se caliente dentro del automóvil! Al momento de un accidente el impacto en el suelo hace que nuestra cabeza se mueva para todas partes, y es en este momento cuando entra en acción la protección de la carcasa plástica del casco que se desliza sobre el suelo y se flexiona, distribuyendo la energía del impacto sobre un área más grande mientras el poliestireno en el casco se comprime o se aplasta, disipando aún más el impacto, evitando que nuestro cerebro se mueva en el cráneo o que se nos fracture el delgado hueso de este.
El sol, el uso y los golpes lo van debilitando, haciendo que su efectividad se reduzca. Por otra parte, en caso de haber sufrido un accidente, el casco impactado debe ser reemplazado inmediatamente. Incluso si no hay daño visible, pueden haber grietas finas que impidan que funcione correctamente en el próximo choque. Es por esto que no debemos comprar cascos usados, ya que desconocemos su procedencia.
ELEGIR UN CASCO
Los cascos modernos han recorrido un largo camino en el diseño, la comodidad y la protección. Al elegir un casco nuevo, primero asegúrate de que cumpla con los estándares de seguridad. Algunas características que debemos considerar son:
Profundidad
Los cascos que son más profundos en la parte trasera (similar a los cascos de skate) ofrecen una mejor protección en las caídas hacia atrás, haciéndolos una buena opción para bebés y ciclistas más extremos como los de BMX, dirt jumpers y mountain bikers.
Sistema de retención
Un buen casco de bicicleta debe tener una banda craneal ajustable (o sistema de retención) que se aprieta en la parte posterior de la cabeza mediante un trinquete o un dial; este sistema sirve como el medio principal para asegurar el casco a la cabeza. Los sistemas como este proporcionan una estabilidad superior y una mayor comodidad, ya que las correas de la barbilla ya no tienen que ajustarse demasiado. Para hacer su trabajo correctamente, necesitan asentar el casco debajo del lóbulo occipital (las partes huesudas en la parte inferior de la espalda).
Almohadillas y forros interiores
No hay nada más asqueroso que un casco que huela a calcetines. Yo sé lo que les digo. Existen cascos con revestimientos para climas cálidos y helados, por tanto, busca cascos que tenga almohadillas y revestimientos adecuados para nuestro clima, de esta manera mantendrás tu cabeza más fresca y seca. Los revestimientos extraíbles (generalmente unidos por velcro) se pueden lavar fácilmente para que puedan estar frescos para cada paseo.
Viseras frontales
Las viseras frontales son prácticas para evitar la lluvia y el sol en los ojos, pero bloquean nuestra visión cuando vamos manejando con la cara agachada en la carretera. La mayoría son fácilmente desmontables, por lo que esto es solo algo a considerar.
Jaulas antivuelco y cascos integrales
Algunos cascos cuentan con una jaula antivuelco para proporcionar una mayor protección contra impactos. Las jaulas antivuelco se encuentran a menudo en cascos de bicicleta de carretera de gama alta. Los cascos integrales probablemente ofrecen la mayor protección, especialmente en el mentón y la cara, razón por la cual son una opción popular entre los corredores de BMX y ciclistas de montaña en descenso.
COLOCARSE EL CASCO
Ahora que has elegido un casco, asegúrate de que se ajuste bien. A menos que sea una marca y modelo con el que estés familiarizado, al igual que cuando compras unos zapatos, no lo hagas vía telefónica o por correo electrónico. Siempre debes probarte el casco en la tienda antes de comprarlo para estar seguro de que se ajuste a la perfección. Asegúrate de comprar el que mejor te quede y con el que te sientas cómodo.
Talla
Al igual que cualquier prenda, existen cascos de diversas tallas: grandes, medianos y pequeños. Sigue esta lista para saber si es el adecuado.
Es inadecuado si…
1- Es demasiado apretado si se siente opresión o presión en las sienes.
2- No duele, pero toca en algunos puntos de nuestra cabeza.
3- No puede asentarse completamente en la coronilla de la cabeza. No entra por completo.
4- Está demasiado flojo si se tambalea, se mueve hacia los lados, hacia adelante y hacia atrás a pesar de haber apretado el dial de ajuste o las correas de la barbilla.
Es el correcto si…
1- No sientes presión en ningún lugar.
2- Se siente seguro.
3- Se siente natural (como usar una gorra). Se asienta en toda la cabeza y no se siente apretado.
4- Las hebillas de la barbilla no se sienten apretadas.
Procedimiento de colocación:
Paso 1- Ponte el casco y ajusta el borde frontal para que no descanse más de dos dedos por encima de las cejas. El casco debe proteger la frente, así que, por favor, no lo uses como un sombrero alegre.
Paso 2- Sostén la parte delantera del casco y aprieta el dial de ajuste para la banda craneal. La banda craneal debe sostener el casco de forma segura.
Paso 3- Las correas del casco deben estar ajustadas, pero no apretadas en exceso. La «Y» de las tiras debe encontrarse justo a un centímetro debajo de cada lóbulo de la oreja. Lleva tiempo ajustarlo correctamente, así que no te precipites.
Paso 4- Ajusta las hebillas de la barbilla. Deberías poder colocar uno o dos dedos debajo del mentón. No debe quedar totalmente floja, pero tampoco debe contraer la garganta.
PIENSA EN SEGURIDAD
Los cascos de bicicleta son de gran utilidad cuando se esperan caídas simples y velocidades relativamente bajas: aprendices, niños y ciclistas de montaña. Esto se debe a que la mayoría de los cascos están diseñados para proteger la cabeza de una caída a velocidades de impacto de aproximadamente 20 km/h donde no hay vehículos automotores involucrados. De hecho, tienen una capacidad muy limitada en choques que involucran automóviles.
El ciclismo no es una actividad peligrosa, pero los accidentes ocurren. Recomendamos encarecidamente que los niños usen cascos cada vez que pedaleen. Todos los que promovemos el uso de la bicicleta debemos dar el ejemplo a los niños y jóvenes usando el casco cada vez que vamos en bicicleta. Si vas a hacer ciclismo de montaña, ¡un casco es obligatorio! Pocos estarían en desacuerdo con que, como ciclistas, nuestro nivel básico de protección sería usar un casco. Después de todo, el cerebro debe ser lo suficientemente inteligente como para querer protegerse a sí mismo, ¿no?
