TOUR TRIFINIO | Parte V: frontera

En este nuevo episodio iniciamos la ruta hacia Esquipulas, Guatemala, pero nos encontramos con una frontera militarizada con un fuerte dispositivo de seguridad para ¨hacer ordenado el paso de los migrantes¨, como me dijo un policía hondureño. La verdad es que no los estaban deteniendo si no simplemente haciendo que cada uno buscará su turno para pasar.

Estábamos en el paso fronterizo Agua Caliente entre Honduras-Guatemala el día estaba nublado y con una leve llovizna,  habíamos recorrido 25 km desde la madrugada y en nuestro camino nos encontrábamos grupos de migrantes hondureños caminando o descansando en la carretera.
Los primero 15 km de este tramo era en subida, no tan complicada con una subida desde los 768 msnm hasta los 1,080 msnm con una inclinación máxima de -8%, el recorrido es muy bonito ya que es todo en montaña y la temperatura, bajo las condiciones climáticas en que nos encontrábamos, estaba a 17ºC.
Honduras es un país montañoso, más aún que los otros estados de Centro América, con un promedio de 1000 msnm. En el recorrido desde nueva Ocotepeque hacia la frontera se hace por medio de una carretera de dos carriles sin hombros la cual va paralela al río Lempa, en su breve recorrido de 30 km por este país. En este trayecto se sube por la cordillera fronteriza en la cual ascendimos hasta los 1,080 msnm, por lo que ofrece un panorama muy escénico, al mostrar la bella topografía montañosa de Honduras, así como de algunos de sus pueblos pintorescos que se encuentran en el camino.
En la parte superior de la cordillera los bosques llenos de pinos y un clima bastante helado son la constante lo que hacen que la pedaleada sea relajada. El tráfico no es pesado y ocasionalmente pasan vehículos livianos o autobuses.

Frontera caliente

La frontera de Honduras está ubicada a 970 msnm y la de Guatemala a 1,010 msnm. El cruce de la frontera fue complicada debido a la gran cantidad de migrantes que trataban de pasar por ahí. A pesar de que la temperatura estaba a 19ºC la situación estaba que ardía ya que por orden del Gobierno hondureño esta estaba cerrada indefinidamente.  Policías y militares formaban una barrera humana. Con cascos, macanas y gases se habían apostado en toda la calle, frente a ellos, centenares de migrantes que querían continuar su camino. Estaban cansados y frustrados y querían pasar a como diera lugar.  Siendo honestos al ver esta situación no preguntamos si podíamos cruzar no y solamente empuje mi bicicleta en medio de la gente y la barricada policial, y pasamos.


En la fila conocimos a Esteban Zaldaña, de 17 años, quien me comentó que iba en la caravana. ¨Yo no voy a los Estados Unidos, me voy a quedar en México, donde una tía¨, me comentó en la fila para entrar a la aduana en Honduras. Oriundo de Tegucigalpa había recorrido los más de 400 km en un camión que le dio jalón hasta Ocotepeque junto a un amigo. Se miraba nervioso. ¨Es que no traigo TDI (tarjeta de identificación) No me los dieron a tiempo¨, asegura.
La cola para entrar a migración era larguísima y nos tomó dos horas en realizar el trámite migratorio. En esta situación no habían excepciones, ya que en migración consideraban a todos migrantes, nadie podía colarse o pasar de la fila. Todos los que estaban ahí eran migrantes y sus historias tenían la misma tónica de las que escuchamos el día anterior y durante el camino: ¨No hay trabajo¨, ¨la situación es dificil¨, ¨quiero encontrar un mejor futuro¨.
¨Mire `chiki´ (amigo) aquí la cosa está perra. No tengo nada aquí en Honduras, así que no tengo nada que perder¨, comenta Alfredo Flores, de San Pedro Sula. ¨Tengo 3 dias ya en camino desde donde vivo y vengo para continuar caminando¨, concluye. Nuestra plática fue interrumpida por la música de un músico callejero es ¨Radio Lata el original¨.  Este artista de la calle utiliza dos botes de aluminio como tambores y utiliza su voz para amenizar a los migrantes. Su nombre es Roy Argueta y su historia es similar a la de muchos de los migrantes que van en esta

caminata.¨Yo antes trabajaba en los basureros y ahí encontré unas latas hice una batería y me puse a cantar. A la edad de 9 años me fui me subí y me escondí en un camión que llevaba naranjas para México y llegue a la frontera de Tapachula. Comencé a cantar en los mercados y de ahí me fui a Acapulco, Manzanillo y Cancún. Bueno anduve por todas partes. Allá trabajaba, ganaba mejor que aquí pero MOme regresé porque mi mamá estaba muy enferma. Ella acaba de morir, la vida sigue¨, comenta Roy.


¨Bueno, la gente dice que soy famoso. En México toque en muchos lugares y conocí a muchos artistas. La gente me conoce por todas partes y así me gano la vida. A pesar de que mi vida ha sido dificil Dios no me ha abandonado, Dios es bueno y misericordioso y por lo menos la comida no me ha hecho falta¨, asegura. Ante la pregunta de qué piensa de la caminata migrante dice ¨Honduras está muy lena de dolor tristeza. Hace falta más amor y cariño. Hace falta más sonrisas en las personas y aquí está Radio Lata el original para sacarles sonrisas¨, concluye Roy mientras continúa cantando canciones populares.

Atrás quedaron

Por fin después de varias horas haciendo fila llegamos a la aduana. Adentro era filas de migrantes tratando de pasar. Al fondo veía el rostro Alfredo que no mostraba alegría sino preocupación. Finalice el proceso migratorio y me dieron una mala noticia teníamos que repetir el mismo proceso en la aduana guatemalteca. Ya con el permiso migratorio continuamos nuestra ruta cuesta arriba ya que el paso fronterizo de Guatemala está a 1,080 msnm. Un kilómetro antes de llegar a la aduana guatemalteca nos encontramos a Alfredo ¨no me dieron los papeles¨, nos dijo. ¨Pero como sea voy a pasar. Nos vamos a ir por la montañas¨, asegura el joven quien junto a su amigo continúan su marcha.
Antes de llegar a la aduana chapina nos encontramos otro grupo de policías, esta vez guatemaltecos, que no dejarían pasar a los migrantes. Todos quedaron atrás. La aduana estaba vacía e hicimos el tramite en tiempo record y continuamos nuestro camino hacía Esquipulas, a unos 10 km.
La calle también es de dos carriles sin hombro y el tráfico es un poco más pesado. La carretera es quebradiza llena de subidas y bajadas.


En el camino nos encontramos el balneario de Atulapa ubicada en la riveras del río La Planta, uno de los afluentes del río Lempa. Aquí decimos almorzar y descansar un momento, Esquipulas estaba a 5 km.

La llegada a Esquipulas fue entre triste y alegre, tristes por no saber qué habrá sucedido con los migrantes en la Frontera y alegre por haber llegado hasta este lugar que queríamos conocer en esta ruta. Pero más tarde tuvimos una grata sorpresa al encontrarnos a muchos migrantes cerca de la basílica de Esquipulas, otros tomando autobuses para la frontera México-Guatemala y muchos dirigiéndose a albergues para pasar la noche. Eso quería decir que si pasaron la frontera y que sus sueños de llegar a México, aunque lejos en kilómetros, estaban cada vez más cerca para ellos. Tal como dijo Radio Lata ¨Dios es misericordioso¨.

 

 

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