En la mayoría de países desarrollados, que mantienen un nivel alto de investigación científica en todas las disciplinas del saber, los investigadores y docentes universitarios utilizan, por supuesto, las tecnologías de información y comunicaciones más avanzadas a su disposición.
Para lograr mejores resultados y mayor eficiencia, desde hace muchos años, la comunidad científica mundial, en colaboración cercana con los ingenieros y técnicos de la telecomunicación, diseñaron y construyeron una red paralela a Internet, que usa la misma tecnología que Internet, pero cuyo uso se reserva solamente para los investigadores, docentes y demás personas que trabajan en universidades, centros de investigación e instituciones de desarrollo científico alrededor del mundo.
El diseño conceptual de esta red mundial concibe que en cada país debe existir una, y solamente una, Red Nacional de Investigación y Educación (RNIE, o NREN, por sus siglas en inglés), que coordine y administre esta comunicación y los recursos tecnológicos para que se mantenga operativa.
En El Salvador la RNIE se llama RAICES (Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación Salvadoreña), fundada en enero de 2004 por un grupo de universidades visionarias y comprometidas con el desarrollo científico del país.
Un nuevo impulso para RAICES
Gracias a esta visión, sostenida y potenciada con los años en algunos rectores y autoridades universitarias salvadoreñas, y a una estratégica alianza entre RAICES como organización privada sin fines de lucro, y dos empresas nacionales en el área del servicio de conectividad, Social Marketing y Salnet, se ha iniciado lo que podríamos denominar como un segundo aire para esta importante iniciativa.
Se planteó una muy atractiva oferta, combinando enlaces a Redes Avanzadas y la pertenencia a RAICES, a RedCLARA y, a través de ellas, a la red mundial de RNIE, y un enlace a Internet comercial de muy buena calidad, con redundancia, a las universidades asociadas en AUPRIDES, la Asociación de Universidades Privadas de El Salvador, y se ha obtenido una buena respuesta.
A la fecha, la Universidad Francisco Gavidia (UFG), la Universidad Católica de El Salvador (UNICAES), la Universidad Gerardo Barrios (UGB), la Universidad Pedagógica (UPED), y la Universidad de Oriente (UNIVO) se han incorporado a RAICES como miembros plenos, sumándose al Viceministerio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación.
Para estas universidades, y las que decidan seguir ese ejemplo, puesto que la adhesión a RAICES está abierta para todas las instituciones de educación superior de El Salvador, esta alianza, tanto con sus pares nacionales, como con sus homólogos latinoamericanos e internacionales, les abre puertas y contactos con una mayor riqueza y profesionalismo en la investigación.
Las posibilidades para El Salvador
La investigación científica, en cualquier disciplina de la ciencia, es desde hace muchos años una actividad básicamente de colaboración y confianza. Los resultados de la mayoría de trabajos de investigación que logran publicarse en revistas y medios de difusión de prestigio, tanto en papel como en forma digital, sirven de punto de partida o de camino recorrido para otros investigadores.
¿Qué es primero, los investigadores o los recursos para investigar? En el país hay excelentes profesionales que realizan labores de investigación científica, aunque podrían obtener mejores resultados y enfrentar temas de investigación de mayor vanguardia e impacto si contaran con los recursos adecuados.
Pero también es cierto que la llamada fertilización cruzada existe, y es posible mejorar sustancialmente las capacidades de investigación y docencia de nuestros científicos si logramos crear y mantener enlaces de trabajo cooperativo con colegas y homólogos en otras partes del mundo.
Hay mucho por hacer, y las universidades miembros de RAICES han dado un importante paso, pero estas instituciones, y las que se sumen más adelante, deben estar conscientes de que las relaciones, los convenios, los planes de estudio compartidos, los intercambios de profesores e investigadores y demás formas de colaboración, deben ser desarrolladas y fomentadas internamente.
¡Adelante, universidades miembros de RAICES!