Una propuesta para proteger nuestros datos personales

En 1997, como un trabajo de graduación de la carrera de derecho, realizado por una profesional de la informática para obtener su segundo grado académico, se desarrolló y presentó en la UCA un estudio, análisis y propuesta de ley denominada, en términos generales, “El Habeas Data en El Salvador”.

Poco ha ocurrido en nuestro país desde aquel momento en este campo del derecho informático, a pesar de que las tendencias en el resto del mundo han evolucionado mucho en la búsqueda de un balance entre las amenazas a la ciberseguridad y el respeto por la privacidad de los individuos. Hasta hace unos pocos días.

Se ha presentado un anteproyecto para una ley de Protección de Datos Personales en la Asamblea Legislativa, lo que se puede interpretar como un avance importante en la legislación de nuestro país. Tenemos aun una deuda importante respecto a la actualización de nuestra cultura digital en general, y en particular del entorno legal.

Sobre la propuesta de ley

La propuesta está bastante bien planteada, y alineada en buena medida con los requerimientos que en el ámbito de la seguridad, privacidad y tratamiento de la información están presentes a nivel mundial. Luce bastante completa en varios sentidos, respetando excepciones para micro y pequeñas empresas, evitándoles mayores costos, pero definiendo directrices para bases de datos en empresas privadas e instituciones públicas por igual.

Como es lógico, existen mejoras posibles, como por ejemplo la especialización en el tema particular de la protección de datos personales en cuanto a la autoridad competente y dedicada: en algunos países existen las Autoridades en Protección de Datos, con una oficina pública específica, que cuenta con los recursos, habilidades y competencias para promover un mejor cumplimiento de la ley.

El tema de la jurisdicción de las leyes locales, cuando se trata del uso de la red mundial de comunicación digital, ha sido y continuará siendo un asunto de relevancia mundial, que demanda acuerdos multinacionales de cooperación, homologación y legislación comparada, además de herramientas, instrumentos y personal para lograr esta interrelación entre países. Una recomendación para la Defensoría del Consumidor, la entidad designada por esta ley como responsable, es ponerse en contacto de inmediato con las grandes empresas que conocemos como populares en El Salvador, y que capturan una buena cantidad de datos personales  de los salvadoreños, para abrir los canales expeditos de comunicación, de cara a posibles futuras necesidades de colaboración.

Dada la relativa poca disponibilidad de recursos públicos, es aceptable que una entidad como la Defensoría del Consumidor sea encargada inicialmente de la supervisión y vigilancia del cumplimiento de la ley. Sin embargo, sabiendo que el registro de datos personales en múltiples formas, empresas y bases de datos ya es voluminoso, ha estado sin ninguna protección en nuestro país por mucho tiempo, y sin duda continuará creciendo, es importante considerar que en un relativo corto plazo, este conocimiento y experiencia debería llevarnos a la creación de una entidad dedicada y especializada.

La ley le otorga varias obligaciones a la entidad responsable, y ésta deberá contar con los recursos, financieros, tecnológicos y humanos, para desempeñar dichas funciones adecuadamente. Se habla de un registro de responsables, de especificaciones de intención de uso y de medidas de seguridad, por ejemplo, que deben ser mantenidos actualizados por la entidad responsable a nivel nacional, y todo eso requiere una cuidadosa planificación y puesta en marcha.

Las mayores dificultades para la supervisión y cumplimiento de esta ley provienen de la utilización de medios electrónicos y digitales, ésta es el área que debe ser plenamente reforzada y especializada en la unidad a cargo. Es necesario diseñar, mantener y asegurar las bases de datos, procesos y documentación que se exigirá a todos los responsables de datos en las empresas privadas y públicas, y esa función, sumada al seguimiento, estudio, análisis y resolución de los casos que se pueden presentar, seguramente demandará mucha atención y tiempo de esta institución.

El rol de los padres en la era digital

El 17 de junio se celebra en El Salvador el día de los padres, y puede ser oportuna una actualización respecto a lo que significa ser un papá en la actualidad, con la avalancha de cambios y adiciones tecnológicas, que conforman y moldean la forma de vida y de interacción de adultos y jóvenes.

Uno de los principales deberes de todo padre responsable es, además de proveer sustento, techo, cuidado y educación, en la medida que los recursos familiares lo permitan, es también formar a los hijos en los principios y valores que los padres consideren que deben ser continuados por esas siguientes generaciones.

Adicionalmente, los padres, como adultos y más experimentados seres humanos, se mantienen atentos a los posibles riesgos materiales, mentales y espirituales a que los niños y jóvenes pueden ser expuestos. Así que las tareas de orientación de los padres hacia sus hijos también han experimentado una transformación a partir de los cambios que vivimos.

Lo que debemos promover y lo que debemos alertar

Nuestros niños y jóvenes, aunque alguna persona pudiera desear algo diferente, están y continuarán estando expuestos a los cambios y aplicaciones de las nuevas tecnologías, y esa exposición será inevitable, como lo ha sido en la práctica hasta el momento. De hecho, algunos opinamos que este encuentro de los jóvenes con la tecnología es deseable y debe ser promovido.

Entre los aspectos que deberíamos promover como padres de familia en nuestros hijos, respecto al uso de tecnologías y los cambios culturales que los acompañan, se encuentran:

  • Utilizar las diversas tecnologías que van estando a su alcance
  • Experimentar con dispositivos que les permitan conocer y practicar nuevas habilidades
  • Fortalecer el gusto y aptitud hacia las materias y carreras STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática)
  • Permitir se familiaricen con procesos y procedimientos basados en lo digital
  • Abrir sus mentes a culturas y conocimiento de todo el mundo
  • Compartir conocimiento, trabajo en equipo y colaboración con los demás
  • Saber respetar a los demás y comprender que somos diferentes
  • Favorecer y promover el trato igualitario y respetuoso entre niños y niñas
  • Aprender y obtener experiencias del fracaso
  • Promover la innovación y la creatividad sin limitaciones
  • Desarrollar tolerancia con las personas, las situaciones, los obstáculos y las contrariedades
  • Promover actitudes sanas de competencia
  • Alentar la expresión de nuestra propia opinión, siendo cautelosos si no estamos seguros

Sobre lo que los padres debemos alertar a nuestros hijos, en este nuevo ambiente, se halla:

  • No creer todo lo que vemos en los medios, particularmente en Internet
  • Evitar difundir y repetir noticias, notas, chismes, rumores, en cualquier formato, si no hemos podido comprobar su veracidad
  • Al expresar nuestra opinión, hacerlo siempre con absoluto respeto a las personas y las instituciones
  • Reflexionar antes de compartir información privada o íntima con otras personas o entidades
  • Cuidarse de no participar conscientemente en prácticas de acoso, abuso o engaño hacia otras personas
  • No copiar material de otros, fácilmente accesible en Internet, para completar tareas
  • Evitar pensar que lo que hagamos o difundamos en Internet, particularmente en las redes sociales, es anónimo y/o será olvidado en algún tiempo
  • Subestimar el cuidado de la reputación digital de cada uno de nosotros, nuestras familias y cercanos

Seguramente hay más, y seguirán surgiendo, actividades que deben ser conocidas y dominadas por nuestros niños y jóvenes. Es importante explorar estos territorios desconocidos acompañados de personas de confianza, como son los padres. De aquí la relevancia de que los padres de familia se mantengan informados de estos temas.

Coincidencia de propósitos y voluntades

La renovación y alternancia en el poder político en El Salvador, lejos de las tradicionales fuerzas partidarias que han ejercido ese rol en el pasado reciente, junto con las circunstancias que rodean al nuevo gobierno, entre ellas la juventud de sus líderes y la singular utilización de las herramientas de comunicación social tecnológicas contemporáneas, ha creado un especial ambiente de una creciente disposición a apoyar los nuevos planes.

Es muy positivo que se perciben distintas expresiones y formas de propuestas de apoyo y colaboración por el bien del país, en áreas de tecnología de varias entidades y sectores. Las motivaciones e intereses pueden ser distintos en cada caso, desde los sinceros y generosos ofrecimientos sin mayor deseo de retribución, hasta las ofertas teñidas del interés financiero y de crecimiento empresarial individual.

Estas buenas intenciones, que son normales en un período de cambio nacional, y con mayor razón cuando existe una coincidencia generalizada de la necesidad de que ocurran movimientos, acciones, políticas y proyectos que conduzcan al país por esos senderos, deberán ser canalizadas y coordinadas para encontrar puntos de contacto entre los actores y sus intenciones.

Sectores, organizaciones y personas

Poco a poco, las autoridades a cargo deberán escuchar las propuestas de cada actor relevante que quiera ofrecer apoyo, de la forma en que lo considera factible y adecuado en cada caso, para posteriormente, además de construir un plan general de trabajo, acorde con los lineamientos estratégicos de las autoridades actuales, definir roles para cada actor contribuyente.

Gremiales, empresas, grupos de personas unidos informalmente por medio de objetivos y anhelos comunes, empresarios y emprendedores, universidades, asociaciones de la sociedad civil, y otros actores que desarrollan sus actividades en diversos ámbitos, la mayoría relacionados con la tecnología, están tratando de entrar en contacto con las nuevas autoridades para ofrecer su apoyo.

Por supuesto, salvando las diferencias en todos los casos, el denominador común es que todos queremos vivir y trabajar en un mejor país, y si se nos permite, contribuir de distintas formas a lograr metas y objetivos comunes.

Algunos pensarán en el corto plazo, esperando obtener algo a cambio en poco tiempo, ya sea para sí mismos, sus organizaciones y/o su región o el país entero. Otros considerarán que su apoyo será más útil para lograr una evolución estratégica y permanente para que el país transforme su capacidad de producción, las competencias de su gente y, en definitiva, su oferta mundial.

De la manera que sea, y tomando lo bueno de esta coyuntura de ofrecimientos de colaboración de muchas partes interesadas, le corresponderá a las personas e instancias a cargo de la planificación estratégica del país en las áreas de tecnología informática, la innovación y la nueva economía, conocer al menos con lo que puede contar como apoyos y cooperaciones de parte de sus mismos ciudadanos, y algunos apoyos extranjeros.

En una siguiente etapa, con suficientes elementos para la reflexión y concreción de planes específicos, podrá volver a cada oferente y plantear un posible rol para cada uno, con la idea y el propósito de que se pueda llegar a un acuerdo, conciliando intereses y visiones, para construir un país que pueda brindar oportunidades de desarrollo a sus habitantes, especialmente a los más jóvenes.

Nuevo gobierno: renovadas esperanzas sobre el rol de la tecnología

El 1 de junio de 2019, como cada cinco años, se llevó a cabo la toma de posesión del nuevo gobierno en El Salvador. Casi en forma natural, se generan expectativas en la población sobre los funcionarios, las medidas, los cambios, los programas y proyectos y, sobre todo, los posibles cambios positivos en el nivel de vida general.

A cada uno, además de su vida, sector de trabajo y familia, nos interesa de forma especial lo que sucederá en las áreas en que nos desarrollamos, personal, académica o profesionalmente. Así, hace unos pocos meses, hacíamos un breve recuento de los principales retos que veíamos en el área de la tecnología de información y comunicación.

Mencionábamos 6 áreas de enfoque que podían ser consideradas en un inicio, y que deberían ser desarrolladas y apoyadas por todos los sectores, aunque algunas sean apuestas a mediano y largo plazo. Las referidas áreas son: 1. Propiciar el acceso universal, con creación de competencias y habilidades; 2. Fomento e inclusión de la tecnología en los procesos educativos de todo nivel; 3. Apoyo explícito y proactivo a la industria de TIC y relacionadas; 4. Acompañamiento al desarrollo de la capacidad científica y de investigación; 5. Constitución de una institucionalidad fuerte y prospectiva en este campo; 6. Promoción y mejoramiento de un gobierno electrónico.

Un modelo de múltiples partes interesadas

Cuando se habla de tecnología de información y comunicaciones, especialmente lo relacionado a Internet, es importante también vincular con el desarrollo basado en dichas tecnologías, el modelo de gobernanza y difusión que lo ha acompañado desde el origen: un esquema participativo, abierto, colaborativo, y de múltiples partes interesadas.

Esto significa, entre otros aspectos, conocer lo que se ha hecho por otros actores en cada una de las áreas mencionadas. Lo que esté bien hecho, y esté produciendo resultados, puede ser retomado, fortalecido y acompañado por nuevos actores gubernamentales, sin que esto se trate de reemplazar protagonismos.

Fuente: ICANN

Buscar canalizar el talento, entusiasmo y necesidad de los jóvenes salvadoreños interesados en alguna de las disciplinas actuales y futuras de la tecnología, con el propósito de convertir a este sector en uno de los motores de la economía y generador de un porcentaje mayor del PIB nacional, puede ser una acción y estrategia que rinda frutos importantes en muchas de las áreas que aun son débiles en nuestro país.

Además de generar riqueza, mejor reputación e imagen a nivel mundial, convertir a El Salvador en un centro de desarrollo de aplicaciones usando las nuevas tecnologías puede reducir las tendencias de migración, incremento de violencia, desempleo y otras deficiencias en nuestra sociedad. No seríamos los primeros, y seguramente no seremos los últimos que encuentren un nicho próspero en este campo.

Por parte del estado, no ha habido muchas acciones concretas en el pasado, pero algunos elementos del sector privado, académico y sociedad civil han ejercitado algunos proyectos, y cuentan con experiencias en cada uno de los rubros mencionados. Los ejemplos a nivel mundial también son de mucha utilidad.

No hace falta un nuevo diagnóstico. El gobierno entrante podría enfocarse en encontrar a los aliados correctos, experimentados, honestos y dedicados a estos temas, y con esas alianzas lograr algunos resultados iniciales en relativo breve plazo.