El Índice de Preparación para la Red 2020

Con cierta regularidad y frecuencia, algunas organizaciones de alcance mundial elaboran y publican un estudio comparativo entre varios países acerca de un tema. Se trata de usar parámetros similares de un país a otro, y si bien, dependiendo del tema central, alguna información y valoraciones pueden resultar subjetivas, proveen al menos una forma de comparar entre países y en el tiempo.

Uno de estos casos es el Índice de Preparación para la Red (NRI, por sus siglas en inglés), que ya hemos analizado y comentado anteriormente en este espacio. Ver por ejemplo esta entrada, en el que hablamos del mencionado índice para el año 2013.

La más reciente edición, la de 2020, además de considerar, obviamente, el efecto de la pandemia que aún persiste en el mundo, muestra una reformulación de la forma en que se calcula dicho índice por segundo año, pero mantiene el ofrecimiento de proveer una herramienta de comparación entre los países. El reporte 2020 puede ser descargado aquí.

Los parámetros y el ranking de países

En la presentación del NRI 2020, se incluye una descripción general del mismo:

“El NRI 2020 es la segunda edición de un modelo NRI renovado y clasifica un total de 134 economías en función de su desempeño en 60 variables”. La edición de este año incluye aspectos de la Transformación Digital, el papel de las empresas y los gobiernos, y cuestiones de inclusión. “… El Índice se basa en cuatro dimensiones fundamentales: Tecnología, Personas, Gobernanza e Impacto”. El estudio abarca temas como Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT), y el papel de la economía digital en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En nuestra región Centroamericana, las posiciones y puntajes se encuentran resumidos en la siguiente tabla:

Lo que muestra esta tabla es que, en nuestra región próxima, las tendencias siguen más o menos la misma dirección que vienen manifestando desde hace algunos años. Es importante que continuemos tratando de mejorar nuestro desarrollo y cultura digital, pues si bien la pandemia nos mostró a todo el mundo lo clave que son las herramientas y habilidades digitales en la población, también hay aspectos relevantes que se han mantenido descuidados hasta la fecha.

Como apunta uno de los autores del estudio del Índice de Preparación para la Red, “La crisis sanitaria de COVID mostró cómo las tecnologías digitales pueden ayudarnos a estar mejor organizados y ser resilientes cuando enfrentamos desafíos sin precedentes. Sin embargo, la crisis económica y social que seguirá apenas ha comenzado a sentirse. Para enfrentar las amenazas del desempleo masivo y las crecientes desigualdades, la transformación digital es ahora una obligación urgente”. Bruno Lanvin, cofundador de Portulans y coautor del informe

La mejor estrategia ante la sobreinformación: Buscar y filtrar

“Infoxicación”, “Fatiga informativa”, “Sobrecarga de información”, son algunos términos que intentan referirse al fenómeno de la excesiva cantidad de información a la que tenemos acceso en la actualidad, con una facilidad que no había sido posible antes.

La necesidad y utilidad de almacenar y poder utilizar nuevamente, o por primera vez, una información específica sobre algún tema, problema, discusión, elucubración, o simplemente una opinión subjetiva, ha estado con la humanidad desde el principio de los tiempos. Los métodos y lugares de almacenamiento, los esquemas de ordenamiento y las posibilidades de acceso son los que han cambiado, y mucho.

Más que lluvia, el bombardeo de datos, noticias, imágenes, audios, vídeos, memes, libros, documentos, mensajes de correo electrónico, mensajitos, y las demás formas de comunicación instantánea, se suman a la vasta cantidad de información multimedia almacenada, alguna catalogada y clasificada, y otra en forma cruda, como parte de la información disponible.

Buscar y filtrar

Desde hace varios siglos, los seres humanos hemos considerado el tema de la administración general de la información, y hemos soñado con bibliotecas ideales como la de Alejandría o la de Babel, que contendrían toda la información, y por medio de ella, el conocimiento, del mundo, alcanzado hasta la fecha.

Por otro lado, no basta almacenar los tipos de información. Es importante contar con un esquema y método para poder buscarla y encontrar lo que en un momento dado necesitamos, y esto comienza, como han sabido los bibliotecarios desde siempre, con un método y sistema de clasificación y recuperación sencillo, ágil y eficiente.

Cada día se genera nueva información, y esto añade complejidad, además de cantidad, a cualquier forma de clasificación y recuperación. Por esa razón, también es importante contar con mecanismos que permitan filtrar la abundante información recuperada, de forma que sea posible acercarse a una posibilidad mayor de encontrar las piezas de información que se necesitan.

Los buscadores en Internet, tanto los que intentan localizar información en forma amplia, como los que actúan solamente sobre bases de datos específicas y por tanto, un poco más delimitadas, prestan un importante servicio para estas acciones de búsqueda y filtrado.

Aún así, el rol y estrategia de cada persona que requiere algún tipo de información es importante, ya que depende de cada uno de nosotros cómo utiliza el tiempo para buscar, filtrar y recuperar la información que se necesita para realizar su trabajo, sus tareas, sus pasatiempos, o algunas tareas sencillas que requieren información.

Ahora que el costo de almacenar, buscar y filtrar información se ha vuelto tan bajo y accesible, el activo que sube de valor es el tiempo de nuestra atención, por lo que, si realmente queremos ser productivos y eficientes, es ese tiempo el que debemos cuidar.

Memes: información en distintos formatos

Actualmente, gracias a la amplia audiencia y difusión de las redes sociales, mensajes SMS, sitios web, y otras formas de comunicación veloz y eficiente, se han popularizado las formas concentradas de información, llamadas memes. Pero el concepto no es nuevo.

El científico Richard Dawkins propuso el nombre de “meme” en 1976, para un elemento de información que es un replicador inmaterial, estableciendo que “los memes se propagan a sí mismos en la piscina de memes saltando de cerebro en cerebro por medio de un proceso que, en el sentido amplio, conocemos como imitación”. “Para que haya vida, los replicadores deben existir”, estableció Dawkins, haciendo la analogía entre genes y memes.

El mismo investigador estableció que los memes compiten entre ellos por recursos limitados, tales como tiempo de cerebro o ancho de banda, pero sobre todo compiten por nuestra atención. Este hecho sigue siendo preciso, aunque más recientemente concebimos solamente un tipo de meme, el visual, que contiene algún tipo de chiste o situación cómica.

Distintos tipos de memes

En realidad, considerando la definición amplia de meme como una pieza de información que, usando distintos formatos, sirve para propagar y replicar entre los sujetos expuestos al mismo una pieza de información, existen varios tipos de memes. Entre ellos:

Ideas

Éstas suelen ser la parte fundamental de un meme. Por ejemplo, la idea de que la tierra orbita alrededor del sol o que Dios existe, son de acuerdo a Dawkins algunas de las ideas que constituyen memes. La veracidad de la idea puede ayudar a su propagación, pero no es una condición indispensable.

Tonadas musicales

Algunas melodías breves muestran mayor propensión de diseminarse y ser aceptadas, asimiladas y repetidas por las personas que las escuchan, sobre todo si se asocian a algún evento, posición ideológica o preferencia deportiva o de cualquier tipo. Son memes auditivos.

Frases pegajosas

De acuerdo a las generaciones, las regiones geográficas o sucesos mundiales o locales, algunas frases pueden volverse replicadoras de información, por su visión, sabiduría, comicidad, o vinculación a personajes controversiales, queridos u odiados. Son memes en forma de texto.

Imágenes

Quizá la forma más común de meme en la actualidad, no hace falta imaginar las imágenes de un hecho, como cuando visualizamos la manzana cayendo en la cabeza de Isaac Newton, dándole la idea de la propiedad física de la gravedad. La abundancia y creatividad en los memes visuales, y en algunos casos, audiovisuales, ha puesto de manifiesto el potencial de las redes y las comunicaciones instantáneas para replicar piezas de información en esta forma tan común de meme.

Los memes, en todas sus formas, son considerados un elemento importante en la teoría de la información, pues son un mecanismo sencillo, breve, eficiente y fácilmente reproducible para hacer llegar mensajes de diversa naturaleza a sus receptores. Es en esta dimensión que ya han sido previamente estudiados.

“El Círculo”: Visiones futuristas del efecto de redes sociales… y más

Con la proliferación y amplio uso mundial de las aplicaciones, redes sociales, sitios web en general, y la posibilidad de aplicar inteligencia artificial, análisis de grandes cantidades de datos (big data), algoritmos de predicción de tendencias y la prospectiva tecnológica que la Singularidad anticipa, es atinado considerar escenarios futuros, con sus efectos positivos y negativos.

Muchos autores, en diversos medios, prevén y anticipan que el apego y vínculo tan fuerte que los seres humanos hemos desarrollado con nuestras interrelaciones por medio de las redes sociales han transformado, y continuarán haciéndolo, nuestra forma de ver, sentir y reaccionar socialmente.

Producciones como “The Black Mirror” en cable, y algunas películas, así como libros, dedican su contenido a este tipo de inquietantes visiones futuristas. Un ejemplo de estas publicaciones es el libro “El Círculo”, de Dave Eggers, que es también una película con el mismo nombre.

Algunos efectos en la conducta humana

En la novela, el Círculo es el nombre de una empresa gigante, multimillonaria, que ha creado y administra una inmensa red social, prácticamente monopólica, con millones de usuarios y seguidores en todo el mundo y mucho poder tecnológico en desarrollo de software y hardware.

El personaje principal, Mae Holland, es una joven que inicia su trabajo en la empresa como parte del equipo que atiende las consultas de los usuarios, y es medida y calificada por medio de un sistema de puntajes, que gratifica a los que obtienen los grados más altos y acompaña a los que necesitan mejorar, creando una competencia interna consigo misma y con los demás.

Poco a poco, sin embargo, Mae va no sólo comprendiendo mejor, sino aceptando, asimilando y eventualmente aportando ideas, a los objetivos del Círculo, que en resumen es colectar, almacenar, procesar, analizar y publicar todo el conocimiento del mundo, incluyendo, con especial énfasis, la historia y vida privada de cada persona. Hay tres líderes del Círculo, conocidos y venerados internamente como los Tres Sabios, cuyas visiones, se descubre al final, no son completamente similares.

Algunas transformaciones que la red causa en las personas incluyen el afán enfermizo de contar con un número alto de seguidores, la aprobación generalizada de propios y extraños, y la voluntad de hacer toda la propia vida transparente, utilizando los mayores avances tecnológicos para tal fin: cámaras minúsculas con poco consumo de energía, drones, conectividad a la red incluso en sitios aislados e inhóspitos, tales como desiertos, lagos, océanos, selvas, bosques, etc.

Si bien la novela relata efectos negativos de esta omnivigilancia en algunas personas cercanas a la protagonista, como sus padres y amigos cercanos, que no desean ser tan “transparentes”, esto es aceptado por ella como daños colaterales en la ruta hacia un mejor planeta, basado en la completa transparencia y conocimiento público de todas las acciones, movimientos y diálogos de todas las personas, funcionarios públicos, políticos, empresarios, etc.

Estas publicaciones deben ser conocidas y evaluadas como advertencias a lo que nuestra entrega ciega y sin análisis a lo que consumimos y recibimos en las redes sociales puede conllevar al final, y preguntarnos desde ya si eso es en verdad lo que deseamos.