El cambiante mercado mundial de los nombres de dominio y la profecía maya

Al diseñar inicialmente la tecnología que hace posible hoy en día las comunicaciones y el intercambio de datos de la forma tan veloz y eficiente en que lo hace Internet, nadie pensó que una necesidad de conversión de información para que las computadoras pudieran comprender y responder mejor a las peticiones de los seres humanos se convertiría en una sofisticada, compleja, multimillonaria y cambiante industria en la economía de la sociedad de la información.

En los orígenes de la red, para saber a cuál computador debería llegar un paquete de información, bastaba con que todos los equipos de enrutamiento en el camino conocieran dos cosas: la ubicación de ese computador (identificado por una dirección) y las posibles rutas de encaminamiento para poder seleccionar la más eficiente.

A medida la cantidad de computadores conectados creció, y los seres humanos debían conocer y recordar la dirección del equipo al que se querían comunicar, fue necesario crear un sistema que tradujera las palabras que representan nombres (más familiares a los seres humanos) a los números (más familiares a las máquina) que representaban las direcciones. Este sistema fue llamado el Sistema de Nombres de Dominios, o DNS, por sus siglas en inglés.

Distribuido por todo el mundo, y dotado de una alta eficiencia, el DNS traduce en muy pequeñas fracciones de segundo las millones de preguntas que los cibernautas, sin saberlo, hacen desde sus computadoras y navegadores, para encontrar la dirección numérica correspondiente a una dirección expresada en palabras.

De lo técnico a lo administrativo, a lo legal y a lo comercial

Según iban conectándose más y más servidores a la Red, y la cantidad de identificadores únicos verbalizados (no sólo ni principalmente en forma de números) también aumentaba, el DNS se segregó en el mundo, con 13 servidores principales, llamados raíz (“root servers”), cientos de copias de éstos y cientos de miles de servidores DNS coordinados en todo el planeta, que actúan gracias a un cuidadoso esquema de delegaciones y estrictas normas y protocolos de entendimiento mutuo, común y sincronizado.

Bajo esta administración distribuida, y a pesar de seguir un ordenamiento lógico desde la perspectiva de la ingeniería, no tardaron en darse casos que, aunque lícitos, se volvieron conflictivos, cuando algunas personas registraron bajo su administración nombres de dominio que representaban marcas y palabras genéricas que evocaban valores, conceptos o acciones reconocidas en una o varias comunidades, y cuya legitimidad como delegados de tales nombres podía ser cuestionada. Entraron los abogados y jueces de propiedad intelectual en el escenario, y fue necesario normar las políticas de resolución de disputas.

En paralelo, el mundo ha ido despertando y asignando valor comercial a los nombres de dominio, con casos emblemáticos como los nombres de dominio bajo .tv, .tm, .co, .bz, que aunque originalmente representan territorios (Tuvalú, Turkmenistán, Colombia y Belice, respectivamente) por ser códigos de país de acuerdo a la norma ISO 3166, pueden tener la acepción mnemónica de televisión, marca registrada, comercio y negocio (bussiness), respectivamente, para citar solamente algunos ejemplos.

Las terminaciones genéricas

Además de los nombres de dominio de origen geográfico o territorial, como todos los códigos de 2 letras con los que terminan los identificadores en Internet, existen desde el principio los sufijos de naturaleza genérica de tamaño variado, de los cuáles el más representativo ha sido el .com, con varios millones de nombres registrados.

Con los 21 nombres de dominio genéricos y los más de 250 sufijos de dominio de códigos geográficos ya existe en el mundo una amplia y millonaria industria de venta, reventa, mercado secundario, especulaciones, registros y registradores, políticas, delegación y redelegación, juicios, jurisprudencia, protección de marcas, etc.

Pero aun este sector de la economía, globalizado desde su nacimiento, y aun no comprendido por amplios grupos de usuarios, empresas e instituciones que sí utilizan Internet, está a punto de cambiar.

El 12 de abril de 2012 se cierra el período de recepción de solicitudes para los nuevos sufijos genéricos. El 29 de marzo de 2012 termina el registro de personas que pueden presentar solicitudes. Además de llegar a pagar $185 mil (o más) para presentar la solicitud, deben cumplirse una larga lista de requerimientos legales, técnicos, comerciales y financieros para someter a aprobación estos nuevos dominios.

Hace unos días se habían registrado más de 250 personas, y cada una de ellas puede presentar hasta 50 solicitudes (cada solicitud debe cumplir los requisitos listados antes). La cantidad de solicitudes aun no es de conocimiento público, ni en cantidad ni en calidad. Esto ocurrirá el 1 de mayo de 2012, y entonces podrán presentarse impugnaciones y descalificaciones a las solicitudes, y varios paneles de expertos evaluarán la procedencia de cada solicitud y cada impugnación.

El mercado mundial de nombres de dominio cambiará una vez estas solicitudes pasen todo el proceso según está establecido, y podamos todos conocer cuáles serán las nuevas terminaciones genéricas en Internet, quién y cómo administrará cada una de ellas y cuál será el interés comercial que cada una suscitará y, por tanto, cómo se cotizará cada una de estas nuevas ofertas de nombres de dominio.

Los mayas tenían razón: al final del año 2012 habrá un cambio importante en la vida de la humanidad que utiliza Internet, cuando los nuevos dominios genéricos entren en operación. Podrá ser una mala noticia para algunos, pero no es el fin del mundo.

Un comentario sobre “El cambiante mercado mundial de los nombres de dominio y la profecía maya”

  1. Lito Amigo
    Excelente comentario, increible la asociacion que haces entre el mundo cambiante y prediccion mayas lo comparto a totalidad, es instructivo, reflexivo e interesante la cronologia para el segmento e-comerce y B/B, este comentario incide para que reflexionen en sus marcas y registros para evitar ayes del futuro.
    Adelante amigo Felicitaciones nuevo blogs…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *