Sin estándares no hay Internet

El 10 de septiembre de 2012, en San Salvador, se desarrolló el Seminario sobre el Marco de Normas de Internet, especialmente dirigido a los desarrolladores de políticas públicas. Organizado por la Internet Society (ISOC) y el Comité Consultivo Permanente I (CCP.I) de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL) de la OEA, este evento sirvió como preámbulo a la XXI Reunión del Comité Consultivo Permanente I: Telecomunicaciones / Tecnologías de la Información y la Comunicación.

El seminario contó con la participación de importantes actores del desarrollo, difusión y comercialización de Internet, tales como IETF (el Grupo de Trabajo de Ingeniería de Internet), IEEE (el Instituto de Ingenieros Electricistas y Electrónicos), W3C (el Consorcio del WWW), UIT (la Unión Internacional de Telecomunicaciones), LACNIC (el Registro de direcciones para América Latina y el Caribe), Ericsson, Google, Globant, y la misma CITEL.

Todas estas agrupaciones y empresas expresaron su coincidencia en la importancia que tiene para la industria y el avance de la tecnología el desarrollo, por consenso, de normas o estándares. En los temas técnicos, a diferencia de otros ámbitos de trabajo, como políticos, electorales y sociales, es mejor trabajar por construir un consenso amplio que usar el método de la mayor cantidad de votos.

De particular interés resulta el criterio y proceso que el IETF utiliza para establecer sus documentos técnicos oficiales: consenso grueso y código funcional (“rough consensus and running code”). Para este grupo, el 51% de votos a favor no es consenso grueso. El código funcional, es decir, una propuesta que puede ser demostrada en la práctica, tiene mucho más valor que el recuento de votos, para efectos de tomar decisiones; y si hay una sola persona que disiente, y lo hace con argumentos y pruebas técnicas, eso basta para seguir discutiendo el tema.

Las normas que definen cada uno de los aspectos técnicos de Internet y todos los medios de comunicación que usamos hoy en día constituyen la base sobre la que los diseñadores, ingenieros, fabricantes, proveedores de servicios y todos los involucrados construyen la inmensa plataforma comunicativa que es la red de redes.

Los principios del paradigma moderno de estándares

En concordancia con esta forma de trabajar, el pasado 29 de agosto de 2012 las instituciones IETF, W3C, ISOC, IAB e IEEE firmaron un acuerdo para afirmar y adherir los 5 principios de la creación, acatamiento y mantenimiento de estándares técnicos. Cada vez más organizaciones han expresado su apoyo y adherencia a estos principios, como se puede revisar en el sitio web creado para este fin.

El paradigma moderno para las normas está determinado por el cumplimiento de los siguientes cinco principios:

1. Cooperación

Cooperación respetuosa entre las organizaciones de normalización, con lo que cada uno respeta la autonomía, la integridad, los procesos y las normas de propiedad intelectual de los demás.

2. La adhesión a los principios

La adhesión a los cinco principios fundamentales de la elaboración de normas:

  • El debido proceso. Las decisiones se toman con equidad y justicia entre los participantes. Ninguna parte domina o guía la elaboración de normas. Los procesos de elaboración de normas son transparentes y existen oportunidades para apelar las decisiones. Los procedimientos para el examen periódico y actualización de normas están bien definidos.
  • Amplio consenso. Los procesos permiten tener en cuenta y abordar todos los puntos de vista, de manera que se llegue a un acuerdo a través de una amplia gama de intereses.
  • Transparencia. Las organizaciones de normalización notifican públicamente y con antelación las propuestas de actividades de desarrollo de normas, el alcance del trabajo a realizar y las condiciones de participación. Se proporcionan registros fácilmente accesibles de las decisiones y de los materiales utilizados para adoptar las decisiones. Se facilitan períodos para comentarios públicos antes de la aprobación definitiva y adopción de las normas.
  • Balance. Las actividades normativas no están exclusivamente dominadas por ninguna persona en particular, empresa o grupo de interés.
  • Apertura. Los procesos de normalización están abiertos a todas las partes interesadas e informadas.

 


3. Empoderamiento colectivo

Hay un compromiso de las organizaciones de normalización y sus participantes para el empoderamiento colectivo mediante la consecución de normas que:

  • son escogidas y definidas en base al mérito técnico, a juzgar por la experiencia contribuida por cada participante;
  • proporcionan interoperabilidad global, escalabilidad, estabilidad y resistencia;
  • permiten la competencia global;
  • sirven de base para una mayor innovación; y
  • contribuyen a la creación de comunidades globales, en beneficio de la humanidad.

4. Disponibilidad

Las especificaciones de las normas se hacen accesibles a todos para su implementación y despliegue. Los organismos de normalización han establecido procedimientos para desarrollar las especificaciones que se pueden implementar en condiciones justas. Dada la diversidad del mercado, las condiciones justas pueden variar desde libre de regalías a condiciones justas, razonables y no discriminatorias.

5. Adopción voluntaria

Las normas son adoptadas voluntariamente y su éxito está determinado por el mercado.

 

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