Hacia la economía del conocimiento en El Salvador

La cooperación alemana, por medio de GIZ, vuelve a colocar el tema de la economía del conocimiento en la mesa, realizando en la semana del 21 al 25 de enero una serie de jornadas de discusión y presentación de informes en cuatro países de la región centroamericana.

Para ello, se comisionó la elaboración de sendos informes de país para Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, y un informe regional que intentase ver a la región como un todo integral, lo que como se ha dicho siempre, resultaría más eficiente y más provechoso, sobre todo de cara a una competencia global.

Una de las extrapolaciones que se hacen en el informe para El Salvador es la siguiente: “El Salvador hace 4 décadas tenía un ingreso per cápita más alto que Corea, país que mostró cómo transitar hacia el desarrollo basando más su crecimiento en el conocimiento. El Salvador ha observado limitados aumentos de productividad y se está alejando de países líderes de la región; al respecto, sí el país mantiene el mismo ritmo promedio de crecimiento de la última década (2001 a 2010), los salvadoreños alcanzaran el nivel de producción por persona del 2011 que tiene Costa Rica dentro de 12 años (2024), de Panamá en 17 años (2028), y Chile en 22 años (2033)”.

No hemos avanzado mucho en 17 años

La confirmación de que nuestro país se ha mantenido básicamente estático en los temas relacionados con la economía del conocimiento durante más de quince años es, a la vez, lamentable y revelador. Según se aprecia en la siguiente figura, en tres momentos de observación (1995, 2000, 2012), El Salvador refleja similares niveles en sus calificaciones en el Índice de Economía de Conocimiento, preparado por el Banco Mundial.

Fuente: Economía del conocimiento en El Salvador. Informe GIZ.

Seguramente, porque nos consta, no es que no se ha hecho absolutamente nada. Algunos avances importantes se han dado cuando, por ejemplo, se desarrolló el proyecto Infocentros, que llevó conectividad y tecnología por primera vez a muchos sitios del país; el mayor acceso a teléfonos móviles gracias a la competencia abierta; la creación del viceministerio de tecnología educativa, posteriormente convertido a viceministerio de ciencia y tecnología; y la formación de la unidad ITIGES (Innovación Tecnológica e Informática del Gobierno de El Salvador) en Casa Presidencial. Muchos de estos logros han sido comentados en este espacio.

Sin embargo, lo que sucede es que muchos otros países han venido realizando acciones más sostenidas, constantes y contundentes, lo que hace que, en un ambiente totalmente dinámico, quien se mueve despacio, parece como si no se mueve.

Aunque hay numerosas iniciativas que buscan el desarrollo de la población por medio de las tecnologías de información, y otras que, aunque quizá tengan motivaciones comerciales, también aportan al desarrollo del país, varios de estos esfuerzos se ralentizan y diluyen al no ser parte de un plan mayor, que asegure continuidad, coordinación y, sobre todo, generación de sinergias y economías de escala.

Recomendaciones, algunas coincidentes

El estudio recién publicado por la GIZ para El Salvador concluye, a partir del análisis realizado, con la propuesta de trabajar en cuatro áreas específicas, a las que llama “pilares”.

  • Pilar Institucional. Debido a la limitada comprensión de cómo la creación o aplicación del conocimiento ha logrado que el país avance, se propone crear un comité público-privado que sensibilice sobre las buenas experiencias que los salvadoreños han realizado para incorporar conocimiento y solucionar problemas e incrementar la productividad.
  • Pilar Innovación. Se propone crear un Centro Tecnológico de Innovación Alimentaria que aproveche los esfuerzos públicos y privados que ya existen, y apoyen bajo estándares internacionales la transferencia tecnológica a la industria nacional para que aproveche más los mercados globales y étnicos.
  • Pilar Educación. Se propone desarrollar el Clúster aeronáutico basado en nuevo conocimiento, el cual contribuirá a enfocar la formación e investigación universitaria con las demandas del sector productivo que participa en las cadenas globales de servicios.
  • Pilar Tecnologías de la Información y Comunicación. Se propone diseñar e implementar una estrategia de tecnologías de la información y comunicación, la cual permita ampliar e introducir las tecnologías para crear nuevos empleos y nuevos servicios de software a empresas y la facilitación de trámites en línea.
Fuente: Economía del conocimiento en El Salvador. Informe GIZ.

El llamado Pilar Institucional es otra versión de la Comisión Nacional para la Sociedad de la Información, creado con elementos de todos los sectores, responsable y autor del Programa ePaís, que fuera entregado en 1996 y que, lamentablemente, no se convirtió en acciones concretas.

Si fuéramos a optar por una sola recomendación, sin duda sería la conformación formal de este grupo multisectorial para coordinar y orientar las actividades en los temas relativos a Sociedad y Economía del Conocimiento. Lo que es importante agregar es asegurar que este organismo cuente con recursos públicos no reembolsables.

 

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