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Los docentes innovadores salvadoreños se encuentran de nuevo

Por segundo año consecutivo, un grupo de docentes salvadoreños de educación básica y media, tanto del sector público como privado, se dieron cita para dar sentido y contenido al 2º Foro de Docentes Innovadores de El Salvador, auspiciado por el programa Alianza por la Educación (Partners in Learning) de Microsoft.

Afortunadamente, cada vez más maestras y profesores, incluidos algunos que ya han participado, se motivan para preparar con más ahínco sus proyectos pedagógicos usando elementos tecnológicos, dispositivos y programas computacionales, combinando de este modo su experiencia, conocimiento y vocación docente con sus competencias tecnológicas, obviamente adquiridas estando en el ejercicio de su profesión, y sin importar la edad cronológica de cada uno.

El año pasado hacíamos referencia a este evento, que se desarrollaba por primera vez en nuestro país, destacando el ABC de los docentes innovadores: Apropiación, Bondad y Creatividad. Con satisfacción y optimismo constatamos que esos valores se mantienen presentes en todos los profesores que presentaron sus trabajos en esta ocasión. Al igual que entonces, los primeros lugares de esta edición tendrán la oportunidad de asistir al foro a nivel latinoamericano, a celebrarse en Lima, Perú, en septiembre de este año.

Los más destacados

Este año, los jueces tuvieron nuevamente un trabajo muy agradable al escuchar y conversar con los participantes, cuando les presentan las motivaciones, los objetivos pedagógicos, las materias cubiertas y los niveles a los que va dirigida su creación, así como los detalles técnicos del software y los dispositivos que han utilizado.

La riqueza en la variedad de tecnologías usadas, asignaturas y temas cubiertos con las propuestas que nuestros maestros salvadoreños han desarrollado es un reflejo de la heterogeneidad cultural y el amplio potencial que surge de la reunión de la docencia y la tecnología. Seguramente hay otras muchas más ideas e iniciativas en los profesores de todos los niveles, sectores y departamentos del país.

Este año se entregaron premios a los tres primeros lugares de tres categorías, además del premio a los trabajos más votados por los mismos profesores asistentes, y dos menciones honoríficas.

En la categoría Colaboración:

  • 1er lugar: Jesús Antonio Nuñez
  • “Educaricaturas”
  • Centro Escolar Salarrué, Chalatenango
  • 2o lugar: Dony Henri Navas
  • “E-Photo, Video Digital”
  • San Salvador
  • 3er lugar: Iris Sandoval de B.
  • “Plataforma TBox”
  • Centro Escolar Caserío San Miguelito, San Salvador

En la categoría Extendiendo el Aprendizaje más allá del Aula:

  • 1er lugar: Celestino Osorio
  • “Software para alfabetización”
  • Sonsonate
  • 2o lugar: Herberth Oliva
  • “Mapa Interactivo de El Salvador”
  • Centro Cultural Salvadoreño, San Salvador
  • 3er lugar: Juan Francisco Cazares
  • “Moviendo el Mundo con las Máquinas”
  • Liceo San Miguel, San Miguel

En la categoría Construcción del Conocimiento y el Pensamiento Crítico:

  • 1er lugar: Miguel Ángel Muñoz
  • “El Mundo Matemático de Colsen”
  • Centro Escolar Colonia Sensuntapán, Sonsonate
  • 2o lugar: William Cruz
  • “Silla de ruedas automática”
  • FUSALMO, Soyapango
  • 3er lugar: Mauricio Antonio Villalta.
  • “Red de actividades Juveniles”
  • Centro Escolar Cantón El Rebalse, San Miguel

En la categoría Teacher’s Choice:

  • 1er lugar: Ramón Recinos
  • “Aventuras de Socialito”
  • Centro Escolar España, San Salvador
  • 2o lugar: Katia Bendek de Avash
  • “Our Math Class Website”
  • American School, San Salvador
  • 3er lugar: José Fermín Pineda
  • “Step by Step”
  • Centro Escolar José Matías Delgado, San Salvador

Estímulos para seguir haciendo buenas cosas

Foros y certámenes como el de los docentes innovadores de Microsoft no son únicos, afortunadamente. Otras empresas privadas y públicas del país y de la región organizan periódicamente distintos eventos para estimular por medio de premios y reconocimientos públicos el trabajo de las y los maestros del país, afirmando en forma práctica y concreta su apoyo a la labor de los educadores, como la actividad más importante para buscar el desarrollo de cualquier nación.

En muchas ocasiones se comenta que la educación y el proceso enseñanza aprendizaje no ha sufrido las suficientes actualizaciones para adecuarse a lo que niños y jóvenes utilizan hoy en día como parte de su diario vivir, refiriéndose a las comunicaciones, los celulares, las redes sociales y las tecnologías de la información. En eventos como el Foro de Docentes Innovadores se puede comprobar que muchos profesores están haciendo su labor, actualizando sus herramientas pedagógicas y poniéndolas al servicio de su vocación.

Y aunque esa tarea no necesariamente es sencilla para todos los docentes (falta de tiempo, acceso a tecnología, barreras personales, distancia, etc.), es importante que directores, padres de familia, autoridades nacionales y locales, así como el resto de la población reconozcamos esas iniciativas y, si está en nuestras manos, las apoyemos y multipliquemos sin reservas.

 

Los catalizadores: otra forma de ejercer el liderazgo

Las grandes obras, las travesías, las empresas y organizaciones, e incluso la realización de las visiones, requieren de muchas personas trabajando con similares objetivos, apuntando en la misma dirección y desempeñando tareas que forman parte de un todo mayor. En todos los casos se necesita que uno o varios líderes animen, orienten y coordinen las labores de los voluntarios, empleados o colaboradores que se encuentren participando.

Todos hemos conocido y, probablemente seguido, a diferentes líderes. Seguro que en algunos casos no hemos decidido por nuestra cuenta sobre la persona que nos guiará en nuestras actividades, por ejemplo en la mayoría de empleos; en otras situaciones está en nuestras manos y criterio seleccionar al líder que seguiremos, por ejemplo en los clubes de servicio o en los cultos religiosos.

También es probable que en más de una ocasión nos corresponda jugar ese otro papel, el del líder, para un grupo de personas. Sobre todo para estos casos, nos interesa hacer un buen trabajo, de forma que las metas propuestas para el grupo que estamos dirigiendo se logren de la forma más eficiente posible. Por ello, para tratar de ser buenos guías, siempre es útil conocer acerca de lo que autores y analistas del tema de liderazgo encuentran.

En el libro “La estrella de mar y la araña”, los autores Brafman y Beckstrom hacen una distinción entre los estilos de liderazgo que ellos llaman el catalizador y el tradicional director o gerente. Sin duda, la difusión y amplio uso de las tecnologías de Internet en el mundo y en las organizaciones hacen posible el desarrollo de estilos de liderazgo como el del catalizador.

Las herramientas del catalizador

Al revisar distintos casos de éxito, los autores de este libro han logrado identificar ciertas habilidades, naturales o adquiridas, que tipifican a los líderes del estilo catalizador. Estas personas logran obtener resultados de las personas que los siguen, pero lo hacen de una forma completamente distinta a la que la mayoría de nosotros concibe como tradicional. Éstas son las principales herramientas que utilizan constantemente.

Interés genuino en los demás

Los catalizadores escuchan realmente a sus seguidores. Ponen atención a los comentarios, quejas y sugerencias de sus clientes, asociados y colaboradores, aunque parezcan pequeñeces, pues saben que es posible obtener una importante retroalimentación o innovación a partir de esas conversaciones.

Conexiones informales

La interacción del catalizador no se da solamente con los amigos cercanos. El catalizador conversa y escucha a cualquier persona que está relacionada con su misión o sus objetivos, y no requiere de presentaciones formales o de protocolos oficiales de comunicación.

Mapeo

En la mente del catalizador, a medida conversa o conoce a una persona, establece los vínculos y relaciones que pueden resultar de mutuo beneficio para otro de sus contactos, conocidos o pares. De esta forma, es posible crear sinergias entre dos o más personas, distintas y aparte del catalizador, gracias a este vínculo que el catalizador se asegurará de establecer.

Deseo de ayudar

Una buena razón para seguir a un líder es la percepción de que el seguidor también obtendrá provecho, ya sea espiritual, emocional o material. Esto se logra cuando el catalizador da muestras continuas de un verdadero deseo de ayudar a los demás, contrapuesto a “ayudarse”, por medio de los otros.

Reunirse con la gente donde ellos están

El catalizador no espera ni necesita que las personas lleguen donde él está. En el plano físico, esto significa movilizarse y visitar a las personas en su lugar de trabajo, así éste no sea el más cómodo. En el plano emocional, significa ayudar a las personas a dar por sí mismas con los caminos de solución de sus problemas, en vez de expresar la posible solución en forma explícita.

Inteligencia emocional

El liderazgo a través de las emociones es más fácil de aceptar para la mayoría de personas. Lógicamente, esto no puede ser basado exclusivamente en emociones, sino debe lograr ese balance ideal de la inteligencia emocional, de la que mucho se ha escrito y dicho.

Confianza

Esta es una importante fuerza de vinculación entre los integrantes de los equipos de trabajo, y el catalizador estimula el desarrollo de la confianza entre los miembros y entre ellos y su líder.

Inspiración

El liderazgo por ejemplo, pero sobre todo por inspiración, basado en lo que el catalizador es visto hacer, y la forma en que sus acciones, reflexiones y palabras motivan a los demás a dar lo mejor de sí mismos, es una forma en que este tipo de líderes logran resultados.

Tolerancia para la ambigüedad

Ésta es una de las habilidades más contrapuestas a las tradicionales formas de dirigir las empresas. Admitir respuestas como “no lo sé” por parte de un colaborador, colega o empleado no parece ser un método muy utilizado por los jefes convencionales. No obstante, un nivel bajo de caos es admisible para los catalizadores, puesto que es parte de la naturaleza creativa del ser humano.

Enfoque no intrusivo

El catalizador no está todo el tiempo sobre todas las acciones y tareas pendientes o en marcha. Ni siquiera está muy cerca de cuál debe ser el siguiente paso dentro de un curso de acción. La forma de desarrollar otros liderazgos, y potenciar las habilidades y competencias de los demás es dejarlos solos en las decisiones a tomar en ciertas situaciones.

Retiro oportuno

Después de construir los mapas de relaciones, inspirar y desarrollar las habilidades innatas de cada quien, el catalizador se retira del proyecto o la organización, dejando que crezca por sí misma, gracias al impulso que ha sembrado durante su estadía.

¿Debemos ser todos catalizadores?

En temas de conducta humana no hay demasiadas aseveraciones absolutas. El estilo con el que se ejerce el liderazgo no puede ser único para todas las organizaciones, empresas o situaciones. Sería largo de enumerar las oportunidades en que unas formas funcionan mejor que otras, y la discriminación y selección de estas distintas formas es, también, parte de las habilidades que deben desarrollarse en el liderazgo de cualquier emprendimiento.

El estilo clásico de liderazgo, el ejercido por los directores, gerentes, dueños y jefes, que establece los lineamientos, coordina y ejerce el poder y el control sobre todos los recursos, es también muy importante y efectivo.

Como en muchos aspectos, lo mejor será buscar un balance y combinación adecuada a cada situación, proyecto, emprendimiento u organización. Incluso quizá sea válido cambiar a lo largo del tiempo de uno a otro estilo, según sea más efectivo.

En cualquier caso, no está de más reflexionar sobre nuestros propios estilos de liderazgo, naturales y adquiridos, y tratar de seguir los más adecuados en cada circunstancia.

 

Políticas de banda ancha en Latinoamérica y Europa

A menos que se trate de un régimen propenso a la censura y al control de sus ciudadanos, la mayoría de gobiernos y entidades multilaterales vinculadas con el tema de las comunicaciones y la sociedad de la información están de acuerdo: la generalización del acceso a Internet, a la tecnología y a la información por medio de enlaces suficientemente veloces es un derecho y un importante apoyo al desarrollo de cada país.

Tratando de identificar este concepto de una manera similar en todos los países latinoamericanos, la Comisión Económica para América Latina CEPAL, tomó el término de “banda ancha” de la jerga técnica y lo llevó a un plano político, de forma que fuera atractivo y sencillo para todos los involucrados resumir en el término una serie de proyectos, propuestas, iniciativas y políticas nacionales, que tiene que ver con la difusión de la sociedad del conocimiento.

Así, la CEPAL conformó en 2010 “un espacio de diálogo regional que sirviera a los países para intercambiar conocimientos y enfoques para el desarrollo de políticas orientadas a la masificación de la banda ancha, particularmente en lo concerniente a los elementos que determinan los costos del servicio”.

Después de realizar cinco reuniones regionales bajo esta figura (la más reciente la última semana de marzo 2012), y estableciendo la vinculación con los otros proyectos @lis que están dentro de la cooperación europea con América Latina, se organizó el primer “Diálogo sobre políticas de banda ancha en América Latina y Europa”, el 26 de marzo de 2012, convocando a los países de la región, así como representantes de organismos multilaterales y a los otros principales actores de la cooperación europea, como son la Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzadas (RedCLARA) y los reguladores de telecomunicaciones Regulatel.

No debemos olvidar el objetivo

Usar el término “banda ancha” tiene sus ventajas, ya que es breve, más o menos resulta claro y permite enfocar y catalogar varios temas. Sin embargo, al ser un término prestado de la tecnología de telecomunicaciones, relacionado con la velocidad de la transmisión de datos, presenta el riesgo de que los líderes políticos y otras personas se queden con el concepto inmediato, que hace alusión a la fibra, el cobre y los enlaces inalámbricos que físicamente conectan los nodos de una red.

La consecuencia de esta posible confusión es que las políticas y los esfuerzos nacionales de algunos países se enfoquen prioritaria o, peor aún, únicamente, en la construcción de la red física de conexión.

De tomarlo así, esto dejaría por fuera los demás proyectos y trabajos que deben ser realizados para sacar verdadero provecho de estos propósitos, entre ellos: cultura digital, capacitación, desarrollo de contenido, diseminación y abaratamiento de dispositivos terminales de comunicación, leyes adecuadas, telecentros o lugares de acceso público, puntos de intercambio de tráfico Internet, servicios y aplicaciones en línea, gobernanza de Internet, etc.

Los dilemas de las políticas públicas

Normalmente, las gestiones al frente de los estados en la región latinoamericana no cuentan con abundancia de recursos financieros, por lo que además de establecer las políticas, y para ser consistentes, los proyectos y acciones deben priorizarse.

Por ejemplo, ¿será mejor conectar todo un país o región primero, y después dedicarse a las demás actividades de capacitación, desarrollo del acceso universal, etc.? ¿O más bien hay que desarrollar regiones específicas dentro de un país en forma integral para intentar iniciar la generación de riqueza en esos lugares, para apuntalar el avance en las demás regiones?

Otro dilema que enfrentan los gobiernos es el “retorno al pasado”: ¿cómo contar con una buena red de conexiones, fibras ópticas y enlaces dentro del territorio de un país, que sea sostenible, que se pueda mantener funcionando y operativa, que se pueda ampliar y mejorar regularmente, sin volver al esquema de una operadora de telecomunicaciones estatal?

Adicionalmente, ¿qué entiende cada país como banda ancha? ¿qué velocidad es la que debemos tener como meta para que sea usada por la mayor parte de la población de un país? La brecha con  los países más desarrollados persiste, ya que “a enero de 2012 la velocidad promedio de bajada en los países del Diálogo Regional era cercana a 3 megabytes por segundo (Mbps) y la de subida de 1 Mbps, mientras que en los de Europa era de 13 Mbps y 4 Mbps, respectivamente”, según se reportó en la reciente reunión.

El aprovechamiento de la banda ancha

El tema del uso y la razón de ser de la banda ancha también debe ser revisado periódicamente. En este sentido, la participación de RedCLARA en el evento de Diálogo fue relevante, al representar la utilización de la conectividad entre nuestros países con un propósito específico, cual es el de desarrollar investigación científica en forma colaborativa entre personas e instituciones homólogas, tanto de América Latina, como con Europa, Estados Unidos y otras regiones.

La interconexión desarrollada por RedCLARA en América Latina, que comprende equipos de investigación, tales como telescopios y supercomputadores, y el acceso limpio y veloz desde y hacia universidades, debe ser considerado un ejemplo de las formas en que se puede aprovechar el trabajo realizado para interconectar y crear canales veloces de comunicación, i.e. “banda ancha”, entre los países del continente y con otras regiones.

Estos ejercicios de diálogos entre las autoridades de los países latinoamericanos permiten escucharse mutuamente, así como conocer las posiciones y avances de organizaciones multilaterales, públicas o privadas, tales como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Regulatel, RedCLARA y EuroIX, por ejemplo.

Esperemos que sigan fecundando y fortaleciendo estrategias y políticas en cada país para popularizar la banda ancha.

“Cuanto más inteligente sea la computadora, más tonto será el usuario”

Por decir lo menos, la frase en el título es polémica y hasta un poco insólita. Es apenas una muestra del tipo de reflexiones contenidas en el libro “Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?”, de Nicholas Carr. Éste es el mismo autor que generó tantos debates cuando en 2004 publicó su libro “IT doesn’t matter” (traducido como “Las Tecnologías de la Información ¿Son realmente una ventaja competitiva?”), sosteniendo la tesis de que las TIC ya no deben considerarse un elemento diferenciador en las empresas, puesto que son tan esenciales como la energía eléctrica y el agua para operar cualquier negocio.

En esta nueva publicación, editada en español en 2011, Carr explora, documenta y reflexiona sobre los cambios que nuestra continua interacción con Internet está provocando en nuestros cerebros, incluso fisiológicamente.

Los indicios que aparecen documentados en esta publicación pueden darnos pauta para reflexionar y, si encontramos la forma, anticiparnos a los retos que se plantean respecto a la conversión de nuestros cerebros y habilidades para reflexionar, analizar, meditar y sentir. La vasta documentación incluida debe, al menos, hacernos revisar algunas de las aseveraciones que hasta hoy hemos dado por sentadas.

La relación con nuestras herramientas

Cuando tomamos un martillo, éste se convierte en parte de nuestra mano, en una extensión que nos permite dar golpes con mayor fuerza que con nuestro puño. Por otro lado, mientras lo tengamos sostenido, nuestra mano solamente puede martillar. Esta relación simbiótica y en doble sentido es lo que nos sucede con cada herramienta, dispositivo e invención que hemos creado a lo largo de la historia.

Nadie niega los beneficios del uso de estas herramientas, entre las que las computadoras y los programas que ejecutamos en ellas ocupan un lugar especial por su versatilidad y gran flexibilidad. Lo que debemos cuidar es el efecto de la herramienta en nosotros.

Algunos elaborados experimentos, como los conducidos por el holandés Christof van Nimwegen, parecen demostrar que mientras más útil y servicial es un programa de computadora respecto a las tareas que el humano debe realizar, orientándole continuamente en sus posibles respuestas y acciones, menos capaces se vuelven los usuarios de resolver problemas por propia cuenta. Es como si nos acostumbramos a que alguien (o algo, en este caso) haga las tareas de pensar por nosotros.

La conclusión Van Nimwegen es que “a medida externalizamos la resolución de problemas y otras tareas a nuestras computadoras, vamos reduciendo la capacidad de nuestro cerebro para construir estructuras estables de conocimientos que luego puedan aplicarse a nuevas situaciones”.

La reducción de nuestra autonomía

Adicionalmente, aunque Internet nos abre un amplio mundo de posibilidades, de información y de nuevas formas de aprender, también es verdad que nos impone un guión, una forma de hacer las cosas y una estructura mental que no hemos decidido nosotros. Seguir un vínculo proporcionado por Google, hacer click en “Me gusta”, limitarnos a 140 caracteres para expresar una idea, son conceptos y acciones que seguimos, aunque no hayamos participado en su concepción y ni siquiera conozcamos su razón de ser.

El mismo McLuhan, teórico de las comunicaciones, advirtió hace tiempo que nuestras herramientas acaban por adormecer cualquiera de las partes que amplifican. Gracias al telar, los tejedores producen más tela que a mano, pero pierden la sensación de contacto con el hilo. Los agricultores pueden arar más extensiones de tierra gracias a los tractores, pero dejan de tener el contacto con la tierra. Nuestros cerebros encuentran información y datos más fácilmente en Internet, pero aletargan su capacidad de búsqueda y análisis.

Incluso la empatía, la solidaridad y la compasión pueden verse erosionados en la humanidad que utiliza intensivamente las tecnologías y la conectividad a Internet, ya que, de acuerdo a investigaciones recientes de Antonio Damasio y Mary Helen Immordino-Yang, es necesario permitir un tiempo a nuestras mentes para que analicen y experimenten las emociones más profundas de la empatía, entendiendo y sintiendo las “dimensiones psicológicas y morales de una situación”.

¿Entonces, qué hacemos?

No se trata de deshacernos de estas poderosas herramientas, pues el servicio que nos prestan es incuestionablemente útil y eficiente, en prácticamente todas las tareas en que las hacemos participar.

En primer lugar, es importante que, independientemente de si aceptamos o no lo que los experimentos y reflexiones de neurocirujanos y otros pensadores como Carr nos dicen, al menos conozcamos esas posiciones y esa documentación.

En segundo lugar, siempre es bueno un poco de autocrítica y análisis respecto a lo que hacemos con estas tecnologías: ¿Será que necesitamos estar conectados absolutamente todo el tiempo? ¿Podemos establecer una rutina de conexión y desconexión? ¿Tenemos tiempo para reflexionar y analizar lo que sea: desde la situación política hasta nuestras creencias religiosas o filosóficas? ¿Podemos concentrarnos en un tema por más de una hora? ¿Leemos un libro largo con placer?

Y sobre todo, ¿qué tipo de nueva generación estamos formando? ¿Serán capaces nuestros hijos de reflexionar, analizar, abstraerse, darse tiempo para sentir empatía y solidaridad?

¿Quién está a cargo: nosotros o nuestros dispositivos de conectividad?

 

RAICES: Colaboración entre universidades salvadoreñas

Mucho se habla acerca de las ventajas de establecer mecanismos y formas de colaboración entre entidades, empresas e instituciones, sobre todo con impacto a nivel nacional o regional, para lograr propósitos coincidentes que busquen el bien común sobre los intereses particulares.

Esto se vuelve más complicado cuando se trata de organizaciones que compiten de alguna forma, como en el caso de una gremial empresarial, pues es posible que alguno de los involucrados considere que se están realizando prácticas que favorecen a unos integrantes sobre los intereses de la mayoría. En no pocas ocasiones, este recelo y desconfianza es lo que impide que las agrupaciones de instituciones individuales obtengan un nivel mayor de desarrollo para sus mismos agremiados.

El sector educativo superior de cualquier país tiene, en este sentido, un matiz particular. El objetivo principal de las universidades es preparar profesionales, intelectuales y científicos en las diversas disciplinas que puedan estudiar, analizar, asimilar, generar, adaptar y aplicar conocimiento en las múltiples formas en que éste se presenta con el fin último de hacer que su país incremente su nivel de desarrollo y generación de riqueza. Se trata de un objetivo que trasciende las individualidades: cultivar y diseminar el conocimiento para que se convierta en un motor de progreso económico.

Pero al mismo tiempo, sobre todo en el caso de las universidades privadas, hay una competencia entre ellas por lograr una cantidad adecuada de estudiantes, proyectos y acuerdos con otras instancias, así como por atraer y conservar a los mejores docentes y colaboradores, pues deben generar ingresos financieros suficientes para mantener la operación de sus centros de docencia, investigación y proyección social. Se trata de la supervivencia institucional en un ambiente donde no hay subsidios o prerrogativas especiales para las universidades.

Una organización enfocada en la cooperación

La Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación Salvadoreña, RAICES, fue fundada el 29 de enero de 2004 por un grupo de ocho instituciones de educación superior salvadoreñas, y entre sus objetivos, acordados en sus estatutos, figuran, por ejemplo:

  • Promover y coordinar el desarrollo de redes de telecomunicaciones y cómputo, enfocadas al desarrollo científico, educativo y de investigación en El Salvador.
  • Promover la creación de una red de telecomunicaciones con capacidades avanzadas;
  • Fomentar y coordinar proyectos de investigación para el desarrollo de aplicaciones de tecnología avanzada de redes de telecomunicaciones y cómputo enfocadas al desarrollo científico, de la investigación y educativo de la sociedad salvadoreña;
  • Promover el desarrollo de acciones encaminadas a la formación de recursos humanos capacitados en el uso de aplicaciones educativas y de tecnología avanzada de redes de telecomunicaciones y cómputo;
  • Promover la interconexión e interoperabilidad de las redes informáticas de sus miembros;
  • Promover el desarrollo de nuevas aplicaciones que sean de provecho para la comunidad académica y el país, y que hagan uso de la tecnología de las redes avanzadas;

Las palabras y frases “red”, “coordinación”, “comunidad”, “interconexión”, “desarrollo de aplicaciones”, “formación de recursos humanos”, “provecho para la comunidad académica” que aparecen en este extracto de los objetivos de RAICES reflejan un elemento fundamental de esta organización: la cooperación inter institucional para lograr objetivos que, en países como El Salvador, se vuelven muy difíciles de lograr para una sola institución.

Si a esto se agrega que RAICES es una de las Redes Nacionales de Investigación y Educación que, a su vez, forman la RedCLARA (Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzadas), junto con las otras redes (una por país) de América Latina que se interconectan y se relacionan para desarrollar proyectos de investigación científica entre sí y con otras homólogas en el mundo, confirmamos que la palabra y la acción clave es la cooperación.

Juntando talentos se logran resultados

RAICES está conformada en la actualidad por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Universidad Don Bosco (UDB), Universidad Tecnológica (UTEC), Universidad Católica de El Salvador (UNICAES), Universidad Francisco Gavidia (UFG) y Universidad Gerardo Barrios (UGB).

Los equipos de apoyo informático de estas universidades han realizado ya varias tareas en conjunto, realizando visitas y proyectos de apoyo mutuo en los campus de estas instituciones, lo que ha provocado efectos positivos en el trabajo de los docentes, investigadores y alumnos de todas estas instituciones, y este trabajo colaborativo no necesariamente ha sido publicitado o siquiera conocido por muchas personas, incluso dentro de las mismas organizaciones miembros.

Existen proyectos adicionales que se están desarrollando en conjunto entre estas universidades, bajo la organización de RAICES, y algunos otros en fase de planeación, que seguramente traerán beneficios a cada una de las instituciones miembros, pero sobre todo provocarán una mejor formación y un desarrollo del personal y los alumnos, de las herramientas y de la experiencia de los equipos de investigación en las universidades y, por tanto, en el país.

Hay mucho potencial en cada docente, profesional, investigador y colaborador de cada una de las universidades del país. Para desarrollarse, estos talentos deben ser expuestos a nuevas experiencias que, en muchas ocasiones, provienen del contacto y el trabajo colaborativo con colegas y homólogos de instituciones similares en el país y fuera de él.

La Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación Salvadoreña ha sembrado las RAICES para ese propósito y sigue trabajando para que a partir de sus nutrientes se desarrolle el Árbol del Conocimiento en El Salvador.

 

Las otras TIC: Tecnologías de la Interrupción y las Condensaciones

Aunque no son conocidas por todo el mundo, las siglas TIC son bastante utilizadas para referirse a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y abarcan todos los dispositivos, herramientas, productos, equipos, servicios, empresas, eventos y profesiones que tiene relación  con la administración, manipulación, procesamiento, almacenamiento y transmisión de la información contenida en texto, audio, imagen y video en forma digital, tan común en la actualidad.

Haciendo un juego de palabras y conceptos, a partir de la evolución que están mostrando las aplicaciones de estas tecnologías, podemos concebir un nuevo significado para las mismas siglas: Tecnologías de la Interrupción y las Condensaciones.

Las interrupciones

De acuerdo al bloguero canadiense Cory Doctorow, vivimos en un “ecosistema de tecnologías de la interrupción” cada vez que estamos en contacto con una computadora o un dispositivo móvil de comunicaciones.

La gran variedad de aplicaciones que podemos utilizar en nuestra computadora de escritorio o portátil, así como en las tabletas o en los celulares y móviles, pueden contribuir a que nuestro período de atención se vea drásticamente reducido: un mensaje de correo en nuestra bandeja, un SMS en el celular, una noticia proveniente de un enlace RSS en la tableta, un alerta sobre un nuevo “post” de nuestra bloguera favorita, los “twitts” de todas las personas que seguimos, la más reciente fotografía colocada en el Facebook por uno de nuestros amigos, una llamada por Skype o Messenger, un requerimiento o un simple saludo vía chat, y la cantidad de avisos y notificaciones propias de los sistemas que administramos en la oficina.

Y todo esto además de las llamadas telefónicas internas y externas, las visitas personales o de trabajo, los encuentros casuales en los pasillos, los ruidos externos, las conversaciones de los vecinos de cubículo, y todas las demás fuentes de distracción a que estamos expuestos minuto a minuto han aumentado en cantidad, calidad y sobre todo, en variedad, gracias a las nuevas tecnologías.

Las condensaciones

Para completar el acrónimo, lo ampliamos para incluir la posibilidad de condensar o concentrar el contenido que recibimos por los mismos medios que la tecnología nueva pone a nuestra disposición.

A partir de la “necesidad” de leer o recibir menos cantidad de contenido en los mensajes y las noticias que recibimos, los medios de comunicación y los autores hacen un esfuerzo cada vez más evidente para darnos las notas y los mensajes en una forma condensada.

Parece que la competencia se concentra en atraer unos cuantos segundos de nuestra atención, y que la medida del éxito viene dada en buena parte por la cantidad de minutos que logramos que un cibernauta se quede en nuestra página, recibiendo la información que queremos hacerle llegar, y esto debe ser de la manera más breve y atractiva posible.

Las posibilidades tecnológicas del hipertexto permiten que, por ejemplo, una publicación dedicada a servir noticias escriba los titulares en la primera “página” de su sitio web, y que a través de hipervínculos, permita que el lector, a voluntad, vaya a ampliar la información que se le puede ofrecer sobre una nota de su interés, y aun esta cobertura debe ser relativamente breve y concisa.

Reducción de nuestra atención y capacidad de concentración

El efecto neto de estas nuevas Tecnologías de la Interrupción y las Condensaciones es que nuestro cerebro está perdiendo cada vez más la disposición y las habilidades para enfocar nuestra atención y concentrarnos en algún tema sin dispersarnos.

También podemos percibir que estamos perdiendo la capacidad de profundizar en nuestras reflexiones, pues la vastedad de interrupciones y microperíodos de atención en una gran cantidad de datos, imágenes, textos de todo tamaño, hacen que vayamos de un tema a otro en nuestros pensamientos, sin la estabilidad necesaria para procesar y realmente hacer el ejercicio de abstracción mental que tanto beneficio y productividad ha traído a la humanidad a lo largo del tiempo.

Un remedio: identifiquemos las fuentes de distracción, intentemos no ser sujetos tan fáciles de las interrupciones a las que estamos expuestos, y busquemos realizar ejercicios de concentración y enfoque como cuando leemos libros largos, o pensamos y formulamos ideas sobre un tema particular por largo rato en forma continua.

Lo dejamos hasta aquí para lograr captar la atención del lector lo suficiente…

 

 

El fondo de la SOPA, la PIPA y el ACTA

 

Aunque ha sido diferido por el momento, la posibilidad de que los legisladores estadounidenses aprueben las propuestas de ley conocidas como SOPA (Stop Online Piracy Act – Ley para Detener la Piratería en Línea), presentada al Congreso; y la PIPA (Protect Intellectual Property Act – Ley para Proteger la Propiedad Intelectual), presentada al Senado, tiene inquietas a muchas personas, grupos de activistas, grandes depósitos de contenido y empresas vinculadas a los servicios de conectividad, alojamiento y gestión de sitios web.

Algo similar ocurre con el ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement – Acuerdo comercial anti-falsificación), aunque no se trata de una ley de un país particular, sino un Tratado multilateral que se busca sea aprobado entre varios países, tales como Estados Unidos, Japón y las naciones de la Unión Europea. Este Acuerdo ha sido firmado ya por varios países de Europa, pero aun está pendiente su ratificación por el Parlamento europeo, en junio de 2012.

El propósito que estos instrumentos legales tienen es común: reducir el incumplimiento de las leyes y convenios internacionales vigentes, y suscritos por la mayoría de países, que buscan proteger los derechos de autor y la propiedad intelectual, manifiestos en cientos de miles de obras artísticas, musicales, cinematográficas, científicas y literarias.

¿Por qué se protege el conocimiento y la creatividad?

Los tratados internacionales sobre propiedad intelectual y derechos de autor, así como las leyes nacionales que regulan estos temas existen en muchos países desde hace largos años. Los registros de patentes, marcas, logos, ideas, fórmulas, recetas, canciones, obras pictóricas, diseños y otro buen número de creaciones humanas tienen vigencia desde hace un buen número de años.

Los modelos de explotación económica y financiera de estas ideas e innovaciones llevaron a legislar sobre estos esquemas de protección de lo que dio en llamarse propiedad intelectual y derechos de autor. En principio, el objetivo es que la persona o grupo creativo, ingenioso o innovador pueda explotar sus ideas y creaciones, generando ingresos financieros a partir de su talento. La antítesis de este principio, si no existen estas regulaciones, y que con seguridad ha sucedido demasiadas veces en la historia, es que otra persona o grupo que no tuvo que ver con la generación original de la innovación, sea quien se queda con la mayor parte de la riqueza generada.

Resulta que, como sabemos, estas personas y empresas que son beneficiados por la explotación comercial de las ideas de los innovadores y creativos se pueden clasificar en dos grupos: los que lo hacen en forma legal y avalados por el propio innovador talentoso (promotores, agentes, editores, distribuidores, etc.) y los que lo hacen sin contar con estos permisos.

Dependiendo de muchos factores, la capa de los intermediarios, legales o no, puede representar un nicho con cuantiosas ganancias financieras, lo que siempre deriva en la búsqueda de la protección del status quo por parte de los que están obteniendo los mayores beneficios.

Si ya hay leyes vigentes, ¿para qué se necesitan nuevas?

En todo caso, los tratados y leyes de protección a la propiedad intelectual están en vigencia desde hace mucho tiempo, y bajo su amparo se han llevado a cabo infinidad de decomisos, arrestos y multas en todo el mundo.

Las empresas gigantes del entretenimiento, películas, audio, medicamentos y productos de software, entre otros, han experimentado un decremento importante en sus ingresos y utilidades en los años recientes. Al realizar un análisis de las causas de ese descenso, no es difícil identificar entre las mismas al fenómeno de la digitalización de la información en todas sus formas y la creciente facilidad para transportar, publicar, almacenar, convertir y difundir estas piezas digitalizadas.

Las tecnologías que digitalizan texto, vídeo, audio, imágenes y la información, así como Internet mismo, han hecho posible que muchísimas personas puedan participar de esta corriente que comparte, utiliza, copia, almacena y envía material que, probablemente, cuenta con alguna protección legal en algún país para prevenir su difusión libre.

Bajo esa óptica, los usuarios “ilegales” de las obras producidas y protegidas han crecido como lo han hecho las conexiones y accesos a Internet: por millones. En esa lógica, los legisladores que proponen la SOPA; la PIPA y el ACTA involucran a Internet, sus proveedores de conectividad (ISP), los grandes depósitos de contenido, los registros de nombres de dominio y hasta el usuario casero como potenciales agentes violadores de las leyes de protección de derechos de autor, y ordenan y facultan a las autoridades competentes para que arremetan contra estos actores.

Una nueva forma de administrar la propiedad intelectual

Ante una situación compleja como ésta, y partiendo de que el remedio no puede ser más nocivo que el mal que intenta sanar, los instrumentos propuestos mencionados han encontrado, con mucha razón, una férrea, nutrida, unificada y cerrada oposición por parte de muchos de los millones de usuarios actuales de Internet.

La oposición, en la mayoría de casos, no se basa en un desacuerdo sobre la protección de la creatividad, los derechos de autor o la propiedad intelectual. En todo caso, eso es materia de otro debate aparte. Las objeciones, que son reales, valederas y aceptables, se apoyan en los posibles daños que la aplicación de estas leyes hará sobre la estructura, armonía y funcionamiento del ecosistema que es Internet, con la seria posibilidad de que ni siquiera subsane los problemas que busca corregir.

Desde hace años, iniciativas como Creative Commons y CopyLeft vienen planteando nuevas formas de administrar la protección y registro de las ideas y creaciones intelectuales y artísticas. Es una perspectiva diferente, que la misma Internet nos ha ayudado a conocer y diseminar, y que puede ser, junto con otras ideas y propuestas novedosas para tratar estas situaciones, la simiente de normas de convivencia en Internet y el mundo digital que sean más aceptables para todos.

 

Los tipos de tecnologías

Vivimos en constante relación con la tecnología. Desde que el día inicia hasta el final del mismo; ya sea en las horas que dedicamos a trabajar, produciendo bienes tangibles o intangibles, brindando servicios, o comunicándonos con otros colegas, clientes o proveedores, así como cuando nos relajamos y buscamos un entretenimiento.

Cada disciplina y área del conocimiento y la actividad humana tiene sus propias tecnologías, sus herramientas, sus necesidades, su historia y sus creativos promotores de tales manifestaciones del ingenio humano. No siempre estamos conscientes y agradecidos por el trabajo y esfuerzo que han hecho y hacen miles de personas antes y ahora para que todos tengamos una vida más cómoda, más productiva y más larga.

Existen cientos de miles de tecnologías, registradas o no, materializadas en máquinas, procesos, herramientas e instrumentos que han sido concebidos y desarrollados por individuos o equipos de trabajo que han logrado obtener los recursos humanos, materiales y económicos para culminar su proyecto.

A su vez, cada uno de los desarrollos tecnológicos actuales se apoya en descubrimientos, avances y labores realizados por nuestros antecesores, muchos de ellos desconocidos, sin cuyo aporte no sería posible concretar en un corto tiempo nuevas creaciones. En paralelo a los desarrollos científicos y tecnológicos de la humanidad también evolucionó la existencia de un sistema económico, lo que creó la posibilidad, a criterio del inventor o su agente, de cobrar tarifas por poner a disposición las ideas registradas, las patentes y los derechos de autor.

Ampliación de las características y dominio de las cosas

Las tecnologías pueden clasificarse de acuerdo a varios criterios, y las reflexiones sobre el rol de las mismas en el comportamiento y evolución de la humanidad ocurren con alguna regularidad. Por ejemplo, uno de los primeros investigadores del tema fue Marshall McLuhan, el mismo de la conocida frase “el medio es el mensaje”, quien planteó las siguientes cuatro preguntas a contestar sobre cada tecnología particular:

  • ¿Qué genera, crea o posibilita?
  • ¿Qué preserva o aumenta?
  • ¿Qué recupera o revaloriza?
  • ¿Qué reemplaza o deja obsoleto?

En una de esas clasificaciones, presentada por Nicholas Carr en su libro “Superficiales” (“The Shallows: What the Internet is doing to our brains”), se agrupan las tecnologías en cuatro tipos:

1. Las tecnologías que aumentan nuestra fuerza y resistencia físicas, nuestra destreza y nuestra capacidad de recuperación.

Ejemplos de este grupo son los vehículos, el martillo, el tanque de oxígeno, el arado, la aguja de zurcir y el avión de combate.

2. Un segundo tipo de tecnologías son las que extienden el alcance o la sensibilidad de nuestros sentidos.

Entre este grupo se pueden mencionar los anteojos, el teléfono, el microscopio, el amplificador y el contador Geiger.

3. El tercer grupo de tecnologías nos permite remodelar la naturaleza para servir mejor a nuestras necesidades o deseos.

Algunos de los ejemplos en este grupo son los procesos de tratamiento de materiales, todo lo relacionado con la cocina y el tratamiento de alimentos, el embalse hidráulico, las píldoras anticonceptivas y la semilla de maíz genéticamente modificada.

4. El cuarto tipo reúne a las tecnologías que sirven para ampliar o apoyar nuestra capacidad mental, encontrar y clasificar la información, formular y articular ideas, compartir métodos y conocimientos, tomar medidas y realizar cálculos, ampliar la capacidad y duración de nuestra memoria. Son llamadas las “tecnologías intelectuales”, de acuerdo a Jack Goody, y modifican la forma en que se preserva y transmite el conocimiento y la información.

En esta cuarta clase se pueden mencionar grandes avances como la máquina de escribir, el ábaco, la regla de cálculo, el sextante, el globo terráqueo, el libro, el periódico, el mapa, el reloj, la escuela, la biblioteca, la computadora e Internet.

Lo importante es nuestro aprovechamiento

Como toda clasificación, ésta es pertinente como un ejercicio de análisis y de reflexión. Lo que es común a todas ellas es que moldean nuestra forma de vida, nuestra cultura, nuestras tradiciones y aun nuestros cerebros.

Con el solo hecho de conocer acerca del funcionamiento o los principios detrás de una tecnología, somos capaces, si nos lo proponemos, de concebir ideas productivas y provechosas a partir de esos conocimientos. Con perseverancia, podemos incluso llegar a crear nuevas tecnologías, que serán clasificadas en alguna de esas cuatro categorías, pero lo más importante es que pueden llegar a transformar la vida de los que las utilicen.

Dame 1 minuto

Es difícil resistir las tentaciones que la agilidad y la rapidez con que la tecnología actual nos permite vivir. Son pocas las personas en el planeta que, habiendo entrado al ambiente de la red mundial más grande de comunicación, información y publicación, pueden permanecer desconectados por mucho tiempo.

Hay casos extremo y experimentos que se han documentado, gracias a los cuales conocemos de personas que no soportan separarse aunque sea brevemente de sus dispositivos móviles. Esto se vuelve más contundente mientras más equipados se diseñan estos dispositivos, que permiten llamadas telefónicas, mensajes de voz y de texto, descarga de datos, navegación, administración de correos electrónicos, interacción con redes sociales, realización y envío de fotografías, audios y videos, sin descartar los espacios de entretenimiento, como juegos de video, reproducción de música, lectura de libros, etc.

También es verdad que la mayoría de profesionales, empresarios, empleados y funcionarios de cualquier sector y área de trabajo pueden incrementar significativamente su productividad, al realizar las mismas labores que antes en menor tiempo gracias a la aplicación de la tecnología o ejecutar acciones que anteriormente no le era posible completar sin recurrir a ayuda externa.

El tiempo ha conseguido ganar una dimensión que no se le había asignado, pues gracias a la conectividad mundial y a la posibilidad de que casi cualquier persona acceda a información, noticias, comunicación con el mundo y documentación desde casi cualquier lugar del planeta, la prontitud con la que se responda es hoy en día un factor clave de competitividad.

Lo que pasa en 1 minuto

Convencionalmente, las medidas más pequeñas del tiempo que los humanos alcanzamos a experimentar son las horas, los minutos y los segundos. Aunque es una medida exacta y claramente definida, dependiendo de la actividad que realicemos, un minuto puede parecer un período largo o un lapso demasiado pequeño.

A partir de estadísticas, mediciones y estimaciones, se ha podido compilar visualmente las interesantes cosas que ocurren en 60 segundos dentro de la red mundial. Algo destacable es que todas estas actividades pueden ocurrir simultáneamente, en un mismo minuto.

En 60 segundos:

  • Se envían 168 millones de mensajes por correo electrónico.
  • Se desarrollan más de 370 mil llamadas por Skype.
  • Se actualizan más de 695 mil estados en Facebook.
  • Se crean más de 320 nuevas cuentas en Twitter.
  • Se suben más de 6,600 fotos en Flickr.
  • Se suben más de 1,500 nuevas entradas en blogs.
  • Se descargan más de 13 mil aplicaciones para iPhone.
  • Se hacen más de 694 mil búsquedas en Google.
  • Se escribe en los muros de Facebook más de 79 mil veces.
  • Se escriben más de 98 mil “twitts”.
  • Se suben más de 600 nuevo videos a YouTube, los que duran más de 24 horas de vídeo.
  • Se registran más de 70 nuevos dominios.

El comercio, real, virtual y electrónico, también tiene actividad intensa en 1 minuto, así como las actividades vinculadas al desperdicio electrónico y a los ataques y amenazas por Internet. El mundo no suspende sus actividades en ningún momento.

En 60 segundos:

  • Se crean 1,820 Terabytes (1 millón de millones de bytes) de nuevos datos.
  • Se venden 103 BlackBerry.
  • Se descartan 38 toneladas de desperdicio electrónico.
  • Se infectan 232 computadoras con malware.
  • Se venden más de 4 mil memorias USB.
  • Se registran más de 2,100 entradas en FourSquare.
  • Se compran 81 iPad.
  • Se realizan 416 intentos de “hackear” sitios web y 12 sitios web son comprometidos.
  • Se venden 11 consolas de Xbox 360.
  • Se adquieren 710 computadoras personales.
  • Se pagan $219 mil por PayPal y $10 mil por móviles.
  • Se dan 11 millones de conversaciones por medio de mensajería instantánea.

Estos son algunos ejemplos de lo que pasa en el lapso de 60 segundos en Internet y la gran red de conectividad provista por computadores, laptops, celulares, tabletas, móviles y todo el comercio y la industria alrededor de las tecnologías de información y comunicaciones.

Así que la próxima vez que pida o conceda 1 minuto, piense en todo lo que estará pasando en el mundo en ese mismo período.

 

La neutralidad de la red y la SOPA

Las carreteras por las que circula un turista y su familia cuando viaja de un país a otro, o cuando visita los sitios arqueológicos dentro de un territorio, son las mismas que utilizan los furgones que llevan ayuda humanitaria a pueblos y ciudades que lo necesitan, así como los camiones que trasladan drogas, armas o mercancía de contrabando entre las fronteras de naciones vecinas.

En el caso de la red terrestre de carreteras, en algunos países y regiones, es posible optar por tomar la vía libre y llegar un tiempo después al destino, o bien seguir la carretera con peaje, en la cual tras pagar una cuota es posible completar el viaje en menor tiempo y quizá en una autopista de mayor calidad. Cualquiera puede tomar la opción de su preferencia. ¿Qué pasaría si solamente se permitiera a los vehículos de modelos superiores al año 2000 que usaran la carretera con peaje y mejores condiciones, y todos los demás automóviles debieran usar la vía alterna, más lenta y menos cómoda?

La neutralidad de la red, aplicada sobre todo a Internet, se refiere a que los contenidos que circulan en la red deben hacerlo en forma irrestricta e indiscriminada, sin considerar las marcas o modelos de los equipos, sin preferir a uno u otro proveedor de contenido, sin favorecer uno u otro servicio provisto en Internet; manteniendo igualdad en la calidad del servicio, la prioridad en el acceso y de la velocidad de carga y descarga independientemente de lo que cada usuario haga en su dispositivo terminal.

Unos a favor y otros no

Internet nació sin mayores restricciones. En los albores de esta gran red las únicas limitantes eran las dadas por la tecnología y la cobertura. A medida se crearon nuevos dispositivos y mejores protocolos de telecomunicaciones, se inventaron nuevas formas tecnológicas como el acceso inalámbrico y la transmisión de datos por medio de las redes celulares, estas limitaciones han ido cediendo paulatinamente, y cada vez son más las personas en el mundo que acceden a las posibilidades de comunicación, publicación y difusión de Internet.

Los promotores de la neutralidad de la red sostienen que ése es el estado que debe prevalecer en la forma de administrar Internet en todo el mundo. Sus argumentos pasan por el respeto de la libertad que cada usuario de la red debe tener para escoger el servicio o el contenido que desea usar, revisar o publicar en Internet; los proveedores de conectividad, los gobiernos o las empresas que proveen servicios o contenidos no deben hacer nada que favorezca a uno sobre otro sitio web en la red, por ejemplo. Esto incluye la oposición a hacer uso de cualquier tipo de censura externamente impuesta.

Hay otros que matizan esta libertad del usuario, y argumentan que, en ciertos casos, es posible que sea necesaria ciertas restricciones en el acceso a la información, tales como atendiendo a la edad de los cibernavegantes, o según el tipo de contenido que se expone, cuando está claro que su libre acceso puede dar pauta a un peligro real, como la fabricación de bombas caseras o las recetas para formular poderosos venenos, por ejemplo.

También hay otros que creen que desarrollar algún tipo de discriminación en lo que circula a través de la red también puede contribuir a la innovación y la creación de nuevos servicios, o a mejorar la calidad de los mismos. Para ellos, establecer diferencias en lo que los usuarios pueden acceder es un aliciente para que las empresas y los creadores sepan que pueden generar ganancias con sus innovaciones.

Leyes acerca de neutralidad

En algunos países se han establecido leyes y normas que favorecen la neutralidad de la red, buscando que no se creen ventajas de acceso para un usuario sobre otro en base a la cantidad de dinero que le pagan a su proveedor, más allá del ancho de banda acordado.

En Chile, por ejemplo, la ley vigente establece normativas en los siguientes aspectos:

  • Información detallada: Características comerciales de los planes (velocidad de subida y bajada, límites de descargas garantías del servicio), Tasa de Agregación o Sobreventa y Tiempo de Reposición del Servicio.
  • Libertad de acceso: La ley de Neutralidad garantiza el derecho de acceder libremente a cualquier tipo de contenido o servicio legal en Internet, sin que el proveedor pueda negar dicho acceso o interferir en tus decisiones de navegación o consumo: descargas de archivos (P2P), proveedores de video en línea, juegos en línea, telefonía IP, tethering desde el celular, etc., o cualquier contenido o servicio que se pueda encontrar en la red.
  • Indicadores de calidad: La empresa que provee Internet deberá realizar, trimestralmente, mediciones de los indicadores técnicos de calidad de sus servicios, en base a protocolos técnicos aprobados por la Subsecretaría de Telecomunicaciones.

Debates, protestas y SOPA

Vinculando la neutralidad de la red con otros temas sujetos a largos debates, como las leyes de protección de derechos de autor, los temas se vuelven más delicados.

En particular, leyes como la propuesta en Estados Unidos a través de la SOPA (Stop Online Privacy Act) que busca frenar la piratería de música, libros, películas y otros materiales registrados por leyes que protegen la autoría y propiedad intelectual, también dará las herramientas legales para que, en casos comprobados (que serán potencialmente muchos), se puedan clausurar los servicios que presta un proveedor de contenidos, como Google, Yahoo!, Facebook, Twitter, y los proveedores de conectividad.

A raíz de esta ley propuesta que se espera pase a aprobación el 24 de enero, los principales proveedores de contenido de Estados Unidos han acordado, como medida de protesta, que el día 23 de enero de 2012 llevarán a cabo un “apagón general” de sus servicios, por lo que ellos consideran un atentado a la libertad de realización de sus actividades a través de una potencial censura que les causaría millones de dólares en ausencia de ganancias.

La mayoría de éstas son motivaciones financieras y económicas. Sin embargo, el remedio podría llegar a ser peor que la enfermedad, al reducir o anular la neutralidad de la red. ¿Cuál debería ser el tratamiento justo y correcto?