El 9º Foro de Gobernanza de Internet, desarrollado del 2 al 5 de septiembre en Estambul, reunió a 3,400 personas de 155 países, en forma presencial, y unos 1,200 asistentes más en forma remota. Cada uno de estos participantes llegó y se fue con un conjunto importante de ideas, opiniones, conceptos, propuestas e intenciones, sobre las formas en que las cosas deberían ocurrir, o dejar de hacerlo, dentro del ficticio, pero muy poblado, “país Internet”.
Los temas que desde hace años van más allá de lo técnico, pero que igualmente han sido o están siendo transformados por la existencia y uso masivo de Internet, son cada vez más, tanto en cantidad como en naturaleza. En general, todos ellos son abarcados por el término genérico de gobernanza de Internet, y son planteados, revisados, discutidos, y hasta peleados, en los foros de esta serie, ya sean locales, regionales o globales.
En cada nueva edición de este tipo de foros se incorporan nuevos temas y se continúa presentando y dialogando sobre los aspectos que han estado desde el principio. Se trata de una mezcla de tópicos tan diversos y dispersos como la actividad humana, y lo que tienen en común es que el vehículo utilizado en alguna de sus fases o segmentos es Internet.
Por la misma razón, estos foros reúnen a la más variopinta combinación de profesionales, activistas, técnicos, funcionarios gubernamentales, representantes de organismos multinacionales e internacionales, empresarios y académicos, así como una rica mezcla de edad, género, nacionalidad, religión, bagaje y ocupaciones. No hay representaciones acreditadas explícitas de ninguna nación o entidad, pues no es necesario ni sería posible lograrlo.
Diversos y comunes intereses
Es tanta la variedad de temas, experiencias y procesos que se presentan y discuten en estos eventos que en esta edición, por ejemplo, se sostuvieron un estimado de 50 sesiones diarias de al menos una hora y media aproximadamente, lo que abría la posibilidad de asistir a un número limitado de las mismas, atendiendo a los intereses prioritarios de cada participante. Un listado publicado en el sitio web del evento muestra un total de 225 sesiones de trabajo.
Un recuento no exhaustivo, y sin un orden particular, de los grandes temas tratados:
- La nueva economía
- Derechos humanos
- Problemas de acceso a las tecnologías y a Internet
- Neutralidad de la red
- Responsabilidades de los intermediarios
- Accesibilidad para personas discapacitadas
- Estadísticas sobre varios aspectos y regiones
- Seguridad informática
- Cibervigilancia
- Privacidad y protección de datos personales
- Protección de la niñez
- Transición a direcciones IPv6
- Confianza y comercio
- Multilingüismo
- Computación en la nube
- Internet de las cosas
- Impacto de los Puntos de Intercambio de Tráfico (IXP)
- ¿Destrucción creativa o creación destructiva?
- Innovación sin permiso
- Transición de IANA
- Educación y formación de recursos humanos
- Contenido global y diversificación de apps
- Conectividad en islas
- El papel de los reguladores
- Interés público global en Internet
- El futuro del Foro de Gobernanza de Internet
- Libertad y acceso a la información
- Desarrollo de contenido local
Tratamiento focalizado y global
Estos y otros temas deben ser tratados a nivel local, en cada país y región, según los intereses particulares de los habitantes y usuarios de Internet, actuales y potenciales, en cada localidad y, dada la naturaleza mundial de la red, algunos de ellos también deben ser considerados en el marco de referencia global, en entidades organizadas o en comunidades dispersas.
Los primeros pasos son colocar los temas sobre la mesa de discusión, crear conciencia sobre la necesidad de conversar, conocer, proponer y moldear, quizá en base a buenas prácticas observadas en algunos lugares, la forma en que cada aspecto debe ser resuelto en aras de una mejor convivencia entre nosotros, los seres humanos que hacemos uso de esta tecnología.
Cada conglomerado, país o comunidad, debe encontrar su propio ritmo y versión de la gobernanza de Internet, pero es de gran importancia mantener siempre una mirada sobre lo que está ocurriendo más allá de las fronteras políticas y geográficas, que ciertamente no existen en el ciberespacio.