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La robótica como herramienta didáctica

Enseñar para aprender. Aprender haciendo. Desarrollar la capacidad de imaginar diversas soluciones para los problemas. Mantener abierta la mente de los niños y niñas.

Estos son algunos de los objetivos generales y transversales de la educación. Al mismo tiempo, los educandos deben conocer y comprender conocimientos en diversas áreas del saber, desarrollar competencias y habilidades, y asimilar valores y normas de comportamiento, además de integrarse a la cultura en la que se desenvolverán en el futuro.

Las herramientas didácticas que los maestros utilizan, muchas de ellas creadas por ellos mismos, adaptadas, aprendidas y probadas como eficaces, son muy variadas.

Y debe ser así, cada vez más. En los niveles iniciales de la formación escolar, las actividades y utensilios utilizados por los docentes de parvularia están muy cerca de la fase lúdica en que se encuentran los educandos en esas edades. A medida el niño y la niña van creciendo, es necesario comenzar, por un lado, a sistematizar un poco más la transmisión de conocimientos y habilidades y, por otro, a hacer más partícipes de su propia formación a los jóvenes y adolescentes.

Las tecnologías desarrolladas para propósitos industriales o productivos, como las computadoras, los dispositivos miniaturizados, la digitalización de la información, la robótica, y otras, también han ido siendo integradas en el proceso de enseñanza aprendizaje, con resultados variados. Los educadores y estudiosos del tema continúan analizando y evaluando los efectos de la inclusión de tecnologías en la educación, sobre todo las más recientes, e intentando concebir aproximaciones más apropiadas para obtener los mejores resultados.

¿Para qué diseñar y construir robots?

Al mencionar la palabra “robot”, mucha gente puede traer a su memoria desde las películas de ciencia ficción, recordar las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov, hasta la utilización de brazos mecánicos en la industria de fabricación de una gran cantidad de productos.

De acuerdo a la wikipedia, “no hay un consenso sobre qué máquinas pueden ser consideradas robots, pero sí existe un acuerdo general entre los expertos y el público sobre que los robots tienden a hacer parte o todo lo que sigue: moverse, hacer funcionar un brazo mecánico, sentir y manipular su entorno y mostrar un comportamiento inteligente, especialmente si ese comportamiento imita al de los humanos o a otros animales”.

En la aplicación de la robótica como herramienta didáctica, lo que se busca es transmitir a los y las estudiantes conocimientos de matemáticas, física, mecánica, lógica, y desarrollar competencias y habilidades que incluyen el pensamiento abstracto, la visualización creativa, la manipulación gruesa y fina, entre otras.

El proceso de plantear un problema o una tarea que debe ser resuelta por medio del diseño y la construcción de un artefacto robótico conlleva una serie de principios de conducta que pueden resultar beneficiosos para la formación de los niños y niñas. Entre ellos se encuentran:

– Colaboración y trabajo en equipo

– Trabajo ordenado y sistemático

– Documentación de los procesos

– Experimentación y utilización de prueba y error

– Tolerancia a la frustración y al fracaso

– Búsqueda imaginativa de componentes

– Comprensión de la interacción de instrucciones de software y acciones de hardware

– Desarrollo de habilidades motrices

– Capacidad analítica

– Observación al detalle

– Diversión al aprender

Es decir, y esto es muy importante, el objetivo de la robótica educativa NO es preparar a los jóvenes para que construyan robots como forma de ganarse la vida. Tampoco es prepararlos para trabajar en una fábrica que utilice robots. Se trata de una metodología y una serie de herramientas didácticas para formar y transmitir de una forma práctica algunos aspectos actitudinales, como los enumerados arriba.

Trabajo conjunto con un propósito

Nuestro país ha contado con algunas experiencias en el uso de la robótica educativa, y más recientemente, ha dado un paso adicional en esta línea.

Colegio Bautista, apoyado por Edge
Colegio Bautista, apoyado por Edge

En 2004, la empresa Futurekids, ahora Edge, fue uno de los pioneros en utilizar la robótica en los procesos de aprendizaje en niños y niñas. Amparados en el programa de Microsoft “Alianza por la Educación”, a partir de 2005, tanto Edge como Fusalmo, y más recientemente la empresa Edulego, han incursionado en brindar apoyo a los centros escolares del sector público para que sirvan a sus estudiantes la robótica educativa como parte de su plan de estudios.

Después de las primeras experiencias en el sector público de la educación básica y media, la semana pasada fue inaugurado el Proyecto Piloto de Robótica Educativa, en el Centro Escolar “Comunidad San Francisco” del Valle de Zapotitán, dentro del programa “Alianza por la Educación” (“Partners in Learning”) de la empresa Microsoft.

Cenro Escolar San Francisco
Cenro Escolar Comunidad San Francisco

Esta primera entrega de los equipos de robótica educativa abarcó a 28 centros en todo el país, 2 por departamento, muchos de ellos en el sector rural. Se espera beneficiar a 224 alumnos en estos centros, y la meta es equipar al menos a 200 centros escolar en todo el país.

El Ministerio de Educación, a través del Viceministerio de Ciencia y Tecnología, espera dar seguimiento y evaluación a los resultados de la inclusión de esta herramienta didáctica, y socializar parte de los resultados al final de 2010, en un congreso de robótica educativa.

A favor de las Redes Nacionales de Investigación y Educación

Existe una correlación significativa entre los países que muestran altos niveles de desarrollo humano, económico y social, y aquéllos que mantienen y ejecutan, en forma sistemática, agendas nacionales de investigación, sobre todo en áreas científicas y tecnológicas.

Está claro que la secuencia ‘apoyo político-financiero – agenda de investigación – resultados innovadores – producción exportable – generación de riqueza – apoyo político-financiero’ se convierte en un círculo virtuoso. Una vez demostrados los resultados y el aporte relevante que el trabajo científico y tecnológico tiene en el desarrollo de las naciones, cualquiera puede pensar que el apoyo a las agendas nacionales de investigación está asegurado.

Se trata de una apuesta a largo plazo y con cierto nivel de incertidumbre, pues no todos los trabajos de investigación culminan con productos exitosos y generadores de riqueza. Para los líderes políticos esta reflexión se convierte en el dilema de invertir fondos públicos en sembrar las semillas de infraestructura y sistemas para la promoción de la investigación, frente a utilizar esos mismos fondos para intentar reducir los problemas más inmediatos y visibles como salud, pobreza, seguridad, educación, etc.

En general, nuestros países en América Latina han sido más propensos a intentar resolver los problemas que se perciben en forma cercana y en el corto plazo, y ese trabajo orienta el destino de los fondos públicos. El ciclo político eleccionario, que obliga a que el partido en el poder muestre resultados tangibles e inmediatos ante la población, si es que pretende obtener la re-elección, lamentablemente induce a alejar la inversión pública de estas visiones de más largo plazo, como son las agendas de investigación.

Una propuesta innovadora

Por otro lado, es usual que las instituciones de educación superior, universidades, institutos tecnológicos y centros de investigación establezcan y sostengan programas de investigación, aunque sea en forma incipiente. También es innegable que la mayor parte de países cuentan con el talento y capacidad humana para realizar trabajos de investigación que pueden dar resultados de gran valor.

Sin embargo, como otros temas de interés nacional, un esfuerzo coordinado entre los sectores académico, público y privado sería deseable y conveniente. Este no es un esquema nuevo para afrontar proyectos de investigación científica. El trabajo conjunto y coordinado es un requisito tácito para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en la actualidad, y la búsqueda de la eficiencia en el uso de los recursos no es una necesidad solamente de los países en vías de desarrollo.

En este sentido, en un documento titulado The Case for NRENs, miembros y organizaciones de la comunidad científica de Europa expresan las ventajas y aspectos positivos de la organización de las Redes Académicas en cada país, conocidas como Redes Nacionales de Investigación y Educación (RNIE o NREN, por sus siglas en inglés).

Por ejemplo, el modelo de organización de todas las entidades de investigación de un país en una sola red nacional, la NREN, que a su vez está organizada en una red supranacional, ha probado ser exitosa, tanto en el uso eficiente de recursos, la negociación con proveedores, y la cooperación entre los miembros. Para el caso de Europa, la red supranacional que asocia y coordina a las redes nacionales, se llama en la actualidad GEANT2, y es la sucesora de GEANT, la primera versión de esta red.

El esquema anterior muestra cómo la NREN puede administrar y conectar a las instituciones de educación superior y de investigación de un país, a través de una red LAN (Local Area Network), o una red MAN (Metropolitan Area Network), o redes regionales (en caso de países de vastos territorios). A su vez, la NREN se conecta a la infraestructura de la red GEANT2 y a Internet.

El tráfico de datos científicos y académicos viaja en forma privilegiada a través de los enlaces de GEANT2, comunicando fácil y rápidamente a las comunidades de investigación de un país europeo con sus similares en otro país europeo, o con sus colegas en otras partes del planeta.

¿Se necesitan las Redes Nacionales?

Siguiendo el modelo de interconexión, operación y colaboración delineado antes, las universidades y centros de investigación son responsables por la operación de su propia red, atendiendo a sus profesores, investigadores y estudiantes, y su interconexión con el siguiente nivel en la red. Si lo amerita, las instituciones se conectan a una red regional, que es administrada por sus encargados. A escala nacional, la NREN es la entidad a cargo de mantener la operación de sus propios enlaces, y con la red que los conecta a la red supranacional. Esta es una distribución del trabajo muy eficiente, y permite a cada institución (universidades y centros de investigación), así como a cada organización del siguiente nivel (redes regionales, nacionales y supranacionales), focalizar mejor sus esfuerzos y recursos.

Si este modelo de capas es propagado a todo el mundo, como de hecho se está intentando lograr, los esfuerzos de investigación mundial estarán mejor servidos, puesto que se logran economías de escala importantes, y se mejora mucho la eficiencia y velocidad con la que se almacenan y transfieren grandes cantidades de datos, se utilizan equipos de laboratorio en forma remota y compartida, y se comunican los científicos de varias partes del mundo.

En este mapa se muestran las redes supranacionales en las regiones en las que existen; entre ellas, GEANT2 en Europa y CLARA (Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzadas) en América Latina. Se está trabajando en crear las redes en el Caribe (CaribNet) y en África (AfricaConnect), en una importante medida gracias al apoyo de la Comisión Europea.

El referido documento responde a interrogantes como las siguientes:

¿Por qué se necesitan Redes Nacionales de Investigación y Educación (RNIE) cuando ya existe un mercado competitivo de proveedores de Servicio de Internet?

¿Por qué las RNIE deben recibir fondos de fuentes públicas?

¿La existencia de RNIE distorsiona el mercado de Internet a través de competencia desleal?

¿Cuál debe ser el estatus regulatorio de una RNIE?

Aunque el análisis está hecho para el entorno europeo, también se puede intentar extrapolar los argumentos a favor de las RNIE para Latinoamérica y sus redes nacionales.

En América Latina y El Salvador

Desde 2003, Latinoamérica fue convocada por la Unión Europea, e invitada a desarrollar el modelo de cooperación que a Europa le ha reportado tantos beneficios. Para ello, se creó el primer proyecto ALICE (América Latina Interconectada con Europa), por un valor de 12.5 millones de Euros. A partir del éxito y buenos resultados de esa gestión, se aprobó a finales de 2008 la continuación, ALICE2, por un monto de 18 millones de Euros (6 de los cuáles deben aportar las RNIE de América Latina que son socios). La red supranacional es RedCLARA, y es administrada por la organización CLARA.

Topología RedCLARA a marzo 2010
Topología RedCLARA a marzo 2010

El Salvador está conectado desde 2005 a RedCLARA, y es miembro fundador de CLARA. La RNIE de El Salvador es RAICES (Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación Salvadoreña), y como todas las RNIE, administra la red nacional, sus enlaces hacia RedCLARA y el mundo, y la conectividad con cada uno de sus miembros.

En la actualidad, RAICES está conformada por siete instituciones de educación superior e investigación en el país: Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Universidad Don Bosco, Universidad Tecnológica, Universidad Francisco Gavidia, Escuela Especializada en Ingeniería ITCA-FEPADE, Universidad Católica de El Salvador y Universidad de El Salvador.

¿Qué significa el último sufijo en las direcciones web?

Además del amplio mundo de conocimientos, oportunidades y adelantos tecnológicos que Internet ha traído consigo, también hizo poner más atención a una codificación que ya existía, pero era poco utilizada, de los países y territorios que conviven en el planeta.

Al empezar a conectar entre sí computadores que se encontraban en diferentes ubicaciones geográficas, pronto fue necesario encontrar o crear algún sistema de nomenclatura para las cada vez más direcciones únicas en Internet que fuera claro, normalizado y que permitiera su ampliación sin demasiados problemas. La solución fue acudir a un estándar internacional, el ISO 3166-1, que lista los códigos de 2 y 3 letras del alfabeto latino para todos los países y territorios del mundo, y es universalmente aceptado.

El razonamiento para tomar esta decisión fue establecido claramente por el padre de los nombres de dominio y el direccionamiento en Internet, Jon Postel, cuando escribió: “La IANA (Autoridad Internet de Números Asignados) no está en el negocio de decidir qué es y qué no es un país. La selección de la lista de la norma ISO 3166 como base relativa a los nombres de dominio de nivel superior se hizo con conocimiento de que la ISO tiene un procedimiento para determinar qué entidades deben y no deben estar en esa lista”.

Jon Postel (1943-1998), Foto de Irene Fertik, USC News Service. Copyright 1994, USC

Así, el sufijo de dos letras que aparece al final de millones de nombres en direcciones web y correo electrónico, normalmente está asociado a un territorio o país en el mundo. La lista completa de estos sufijos aparece en la base de datos que IANA (hoy una dependencia de ICANN) mantiene actualizada en su sitio web, en http://www.iana.org/domains/root/db/. Así confirmamos que las 2 letras asignadas para El Salvador son SV.

Adicionalmente al grupo de dominios de 2 letras, sabemos que también existen otros sufijos finales en Internet, tales como “.com”, “.net”, “.org”, “.edu”, “.aero”, “.travel” y “.museum”, por ejemplo. En esta entrada no hablaremos de esos otros tipos de nombres de dominio, llamados “genéricos”, limitándonos a los llamados “código de país” (country code).

Sufijos de 2 letras en el mapa mundi

La distribución en el mundo de estos nombres de dominio y su terminación ha sido representada en varios mapas del planeta, para ubicar fácilmente en que lugar del planeta se encuentra un sitio web o una persona cuya dirección electrónica termina en 2 letras específicas.

A continuación dos ejemplos de mapas. En el primero, al acceder al sitio en que se encuentra, es posible ampliar o reducir su tamaño para identificar más claramente dónde se ubica un sufijo específico.

El segundo ejemplo es un poco más creativo, ya que se muestran los sufijos en la ubicación de cada territorio según su localización en el mapa, pero con un tamaño proporcional a la cantidad de población de cada país. De ahí que .in (India) y .cn (China) se vean de mayor tamaño.

Otros usos creativos, comerciales o inesperados

Pero algunos de estos sufijos de 2 letras, destinados originalmente a identificar países y territorios, son utilizados en la actualidad para propósitos distintos, parcial o totalmente. Algunos casos emblemáticos son .tv (Tuvalú, un conjunto de islas en el Pacífico) usado para identificar nombres vinculados a la televisión; .tm (Turkmenistán) usado para representar “trademark”; .fm (Estado Federado de Micronesia) utilizado para registrar radios en Internet, por alegoría a la frecuencia modulada.

A continuación una lista no exhaustiva de estos usos diferentes:

.ac es el sufijo para Isla Ascensión, pero se usa en Suecia, como “AC”, la abreviación de un condado sueco.

.ad es el sufijo para Andorra, pero se usa para agencies de publicidad o avisos clasificados.

.ag es el sufijo para Antigua y Barbuda y se usa para sitios agrícolas. En Alemania, AG es la terminación para empresas basadas en acciones, como Inc. en Estados Unidos.

.am es el sufijo para Armenia, pero se usa para estaciones de radio AM o para usos especiales como i.am.

.ar es el sufijo para Argentina, y a veces se usa como terminación verbal (educ.ar).

.as es el sufijo para Samoa Americana. En Dinamarca, Noruega y República Checa es la terminación para empresas basadas en acciones, como Inc. en Estados Unidos.

.at es el sufijo para Austria y se usa en palabras en inglés terminadas en at (e.at).

.be es el sufijo para Bélgica, pero se usa como el literal “be” y para la ciudad suiza de Bern.

.by es el sufijo para Belarus, y se usa como la abreviatura oficial del estado de Bayern.

.bz es el sufijo para Belice, y se usa como una versión corta de “biz”, es decir, “business”.

.cc es el sufijo para Islas Cocos (Keeling) pero se usa para varios tipos de sitios, como “community colleges”.

.cd es el sufijo para República Democrática del Congo pero se usa para comerciantes de CD y sitios para compartir archivos.

.ch es el sufijo para Suiza, pero lo usan también varios sitios de iglesias (por “church”).

.co es el sufijo para Colombia pero ha sido comercializado como abreviatura de comercial, corporación o compañía.

.dj es el sufijo para Djibouti pero se usa para comerciantes de CD y para disc jockeys.

.fm es el sufijo para los Estados Federados de Micronesia pero se usa para estaciones de radio FM (y estaciones de radio Internet).

.gg es el sufijo para Guernsey pero se usa para la industria de juegos y apuestas (“gaming and gambling”).

.im es el sufijo para la Isla de Man pero se usa para programas y servicios de mensajería instantánea.

.in es el sufijo para India pero se usa ampliamente en la industria de Internet.

.io es el sufijo para el Territorio de British Indian Ocean, pero se usa para sitios de almacenamiento en línea y otros, como Drop.io y Done.io.

.is es el sufijo para Islandia, pero se usa como la conjugación en ingles del verbo ser.

.it es el sufijo para Italia, pero se usa en casos especiales como .has.it.

.la es el sufijo para Laos, pero se comercializa como la abreviatura de Los Angeles.

.li es el sufijo para Liechtenstein, pero se comercializa como la abreviatura de Long Island.

.lv es el sufijo para Latvia, pero se comercializa como la abreviatura de Las Vegas, o a veces “love”.

.md es el sufijo para Moldavia, pero se comercializa dentro de la industria de la medicina.

.me es el sufijo para Montenegro, y se comercializa para individuos (por el inglés “me”).

.mn es el sufijo para Mongolia, pero se comercializa como la abreviatura de Minnesota.

.ms es el sufijo para Montserrat, pero ha sido usado también por Microsoft.

.mu es el sufijo para Mauricio, pero también se usa en la industria musical.

.ni es el sufijo para Nicaragua, pero a veces se usa como abreviatura de Northern Ireland.

.nu es el sufijo para Niue, pero se comercializa como “new” en ingles, “ahora” en escandinavo y “desnudo” en francés y portugués.

.pr es el sufijo para Puerto Rico, pero puede significar «Public Relations»

.sc es el sufijo para Seychelles pero también se usa como .Source

.si es el sufijo para Eslovenia, pero se ha usado como la afirmación “sí”, como en el sitio del candidato a alcalde mexicano www.jorgearana.si.

.sr es el sufijo para Surinam, pero se comercializa para ancianidad, como en «seniors».

.tm es el sufijo para Turkmenistán, pero se usa como «Trade Mark»

.to es el sufijo para Tonga, pero se usa como la palabra “to” en inglés, la abreviatura de Toronto y la de Turín (Torino en italiano).

.tv es el sufijo para Tuvalu, pero se usa en la industria de la Televisión y en la provincia de Treviso (Italia).

.us es el sufijo para Estados Unidos (United States), pero se usa en sitios como “delicio.us”.

.vg es el sufijo para Islas Vírgenes Británicas, pero se usa para abreviar juegos de video (“video games”).

.vu es el sufijo para Vanuatu, pero significa “visto” en francés o “vista” en inglés.

.ws es el sufijo para Samoa, pero se comercializa como “website”.

¿Papel o pantalla? Del papiro a la tinta electrónica

No está claro que sea un tema generacional. Tampoco está motivado por la protección a los árboles que se usan para producir papel, aunque está claro que podría tener un efecto en la tasa de deforestación mundial. Ni siquiera el atractivo tan contemporáneo de la miniaturización de dispositivos es un factor realmente decisivo. Se trata más bien de hábitos, cultura y gusto personal lo que incide en el medio que se selecciona para desarrollar la lectura.

Con los avances en el diseño y tecnología empleada en los lectores electrónicos más recientes, la alternativa digital a los libros, revistas y publicaciones en papel comienza a ser un contendiente más digno de consideración que hace unos pocos años atrás.

A partir de la necesidad de los humanos de almacenar registros y anotaciones que perduraran en el tiempo, primero los egipcios con sus papiros, y posteriormente los chinos con la invención del papel en el año 105 de nuestra era, la humanidad logró desarrollar y perfeccionar la tecnología para contar con un medio físico en el que fuera posible escribir, guardar, transportar, y leer todo tipo de mensajes, frases, pensamientos, descubrimientos, experimentos, fantasías e historias.

Papiro egipcio: planta y proceso de elaboración
Papiro egipcio: planta y proceso de elaboración. Foto del autor.

La importancia del papel para el avance de la humanidad se vio incrementada exponencialmente gracias a la invención de la imprenta, que además de hacer crecer la demanda por el papel, difundió aun más el uso de los libros y los documentos impresos. Paulatinamente, muchas más personas en el mundo se encontraron con la posibilidad de conocer y aprender más, por medio de la lectura. La habilidad de leer y escribir, al menos en el idioma materno de cualquier ser humano, es considerada hoy en día como un derecho y una fortaleza fundamental para cualquier nación que busque mejorar sus niveles de vida.

Percepciones, ventajas y desventajas

Con el surgimiento de la computadora, y sobre todo con el desarrollo de la computadora personal y los sistemas de almacenamiento masivo y despliegue en pantallas, grandes y pequeñas, mono y multicromáticas, se planteó la facilidad de contar con grandes cantidades de información en formato digital. Esta cantidad y variedad de información escrita podría ser presentada para la lectura del ser humano por medio de la iluminación selectiva de pequeños elementos visuales, llamados pixeles, en los monitores convencionales.

Al principio en forma silenciosa y sin mayor aspaviento, empezó a presentarse la disyuntiva de leer en papel o en pantallas digitalizadas, una creciente variedad de piezas de información. Desde los programas de computadora, los manuales de usuario y de instrucciones para dispositivos, hasta las lecturas tradicionales de novelas, cuentos, y publicaciones periódicas, todas fueron trasladadas, con mayor o menor éxito, a un formato digital.

Hasta hace relativamente poco, sin embargo, y aun en la actualidad, hay argumentos a favor y en contra de los dispositivos electrónicos como medios de lectura, alternativos al tan querido papel.

“La pantalla brilla mucho, y me cansa los ojos al pasar mucho tiempo frente a ella”

“No puedo llevar cómodamente la pantalla a cualquier lado”

“No puedo marcar mi lectura, subrayar pasajes o hacer anotaciones al margen”

“Me gusta el olor del papel, sobre todo cuando el libro está nuevo”

“El libro cabe en cualquier pequeño espacio para transportarlo”

La respuesta: los “e-readers” y la tinta electrónica

Después de algunos intentos iniciales infructuosos, parece ser que los recientes desarrollos tecnológicos están logrando dar respuestas satisfactorias a un buen número de usuarios, de forma que los libros electrónicos (“e-books”) han incrementado sus ventas, así como las alternativas de proveedores, y la cantidad de seguidores de los mismos.

La batalla de los “e-readers”, los dispositivos electrónicos diseñados expresamente para contener y presentar para su lectura los títulos de libros y otras publicaciones, tradicionalmente impresos solamente en papel, está arreciando cada vez más.

Uno de los factores más importantes en esta nueva “batalla” es la invención de la tinta electrónica. Usando una analogía sencilla, la tinta electrónica consiste en unas pelotitas que son blancas de un lado y negras del otro. Según sea la letra que se desea presentar en la pantalla del lector electrónico, unas pelotitas estarán del lado blanco y otras del lado negro. Cuáles están de un lado y cuáles del otro es una configuración que es determinada por la carga electromagnética que se envía a los electrodos que rodean y controlan cada pelotita.

Algunas ventajas señaladas por usuarios y fabricantes son:

– La pantalla no presenta brillo propio que cansa la vista. De hecho, los lectores electrónicos necesitan una fuente de luz externa para ser visualizados, de igual forma que un libro de papel.

– El consumo de energía es muy bajo, pues prácticamente lo requieren solamente para “pasar la página”.

– Pueden contener cientos o miles de libros, simultáneamente.

– Se pueden hacer anotaciones, marcas y señales en cualquier parte del texto.

– El tamaño de la letra puede ser ajustado a la necesidad de cada persona (por si se olvidaron los lentes).

– El peso es menor que muchos libros tradicionales.

– No se consumen árboles para fabricar el papel en que son impresos.

– Los títulos de libros pueden ser descargados de Internet u otras fuentes digitales. Algunos títulos son gratuitos.

– No se rompe el papel ni se deteriora ni se mancha. Por supuesto, el aparato puede dañarse eventualmente y en ese caso, se perderán todos los títulos contenidos en ese dispositivo.

Quizá lo que hará falta es embotellar el aroma del papel, y acompañar un frasco de este aroma en la venta de cada lector electrónico.

Versatilidad de uso

La tecnología de la tinta electrónica y los lectores electrónicos puede tener más fanáticos y muchos más usos en el futuro cercano.

Por ejemplo, así como ya se está probando en el país los computadores de OLPC, también podría ser posible contar con unos lectores electrónicos, precargados con todos los títulos de libros que los niños y niñas requieren para su educación, desde primer grado hasta su último nivel de bachillerato, además de las lecturas recomendadas y establecidas en el currículo, de autores nacionales y extranjeros, así como acerca de valores y otros temas importantes para su formación.

A los maestros y directores de centros educativos tampoco les vendría mal poder contar con un “e-reader” que contenga todos los libros de texto que pueden utilizar, así como títulos en pedagogía y en algunos otros temas que el Ministerio de Educación podría establecer como parte del acervo que todo docente debe conocer.

Los precios actuales y los ahorros por compra de volumen, harían sumamente interesante un planteamiento como el anterior, una vez salvados los temas de derechos de autor, además de empezar a acostumbrar a nuestros jóvenes y a nuestros profesores y profesoras a estos dispositivos, sin mencionar los ahorros en papel y árboles talados que podríamos tener.

Libre o propietario: buscando un balance para cada caso

Se trata de dos fundamentos filosóficos para desarrollar y comercializar productos de software. Para los adeptos que siguen a una u otra forma de construir y distribuir piezas de código de programas computacionales, ambas posibilidades son irreconciliables.

Sin embargo, en la práctica, la mayoría de usuarios y consumidores de software utilizan una combinación de títulos y paquetes que caen en una u otra manera de producción y comercialización. Aunque en la decisión inciden variables como el costo y el soporte, cada usuario, persona o empresa, adopta los productos de software que mejor satisfacen sus necesidades.

El esquema del software propietario, cuya denominación ha sido acuñada a posteriori (“propietario” como forma alterna a “libre”, que surgió después), responde al modelo económico que estamos acostumbrados a utilizar en la mayoría de bienes y servicios que consumimos: hay una inversión financiera y de otros recursos, un diseño y desarrollo de productos, un proceso de comercialización y venta, y una recuperación de lo invertido más algunas utilidades.

Este es el proceso tradicional. Una persona o equipo de trabajo, organizados en una empresa, diseñan, desarrollan, empaquetan, comercializan, venden y brindan garantía, mantenimiento y soporte a un producto de software. Por estas actividades, reciben una remuneración monetaria, y mantienen los códigos, los diseños y los programas como su propiedad, registrándola y protegiéndola, evitando su difusión pública, del mismo modo en que se guardan las fórmulas de bebidas o de medicamentos, los materiales especiales, o los diseños de los dispositivos que usamos a diario.

Una respuesta que era posible

Alrededor de 1983, y como una respuesta al modelo económico del desarrollo y la comercialización tradicional, surgió el movimiento del software libre. La denominación sigue siendo discutida, pero sus promotores insisten en que “libre” debe entenderse en este contexto como “libertad de expresión”, y no como “barra libre”.

Por ello, y de acuerdo a sus documentos oficiales, el software libre es una cuestión de la libertad de los usuarios de ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Más precisamente, significa que los usuarios de programas tienen las cuatro libertades esenciales:

a) La libertad de ejecutar el programa, para cualquier propósito (libertad 0).

b) La libertad de estudiar cómo trabaja el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.

c) La libertad de redistribuir copias para que pueda ayudar al prójimo (libertad 2).

d) La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (la 3ª libertad). Si lo hace, puede dar a toda la comunidad una oportunidad de beneficiarse de sus cambios. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.

Un programa es software libre si los usuarios tienen todas esas libertades. Entonces, debería ser libre de redistribuir copias, tanto con o sin modificaciones, ya sea gratis o cobrando una tarifa por distribución, a cualquiera en cualquier parte. El ser libre de hacer estas cosas significa, entre otras cosas, que no tiene que pedir o pagar el permiso.

Hay que notar que esta nueva forma de hacer las cosas es posible puesto que cada persona está en la libertad de disponer acerca de su producción intelectual original. Es decir, así como un artista de cualquier disciplina puede optar por donar, regalar, vender, ocultar o destruir su obra, lo mismo puede ocurrir con las ideas, diseños, inventos y otras creaciones que se desarrollan a título individual por las personas.

El interés de los usuarios

Aunque las motivaciones de los diseñadores, productores y distribuidores de uno u otro tipo de software pueden ser muy diversas, el objetivo final de una pieza de software es el mismo: resolver un problema o una necesidad de uno o más usuarios. De ahí que, desde la perspectiva del usuario final del software, debe prevalecer el criterio de lo que es útil y lo que mejor se acomoda a las tareas que busca desarrollar cada uno de los usuarios, consumidores o clientes del producto.

Para cualquier usuario, por supuesto, es importante el monto de la inversión que debe realizar en su infraestructura tecnológica, incluyendo el valor que debe pagar por las licencias de software que va a utilizar, pero más importante aun es el análisis del balance entre el costo y el beneficio que obtendrá de cada decisión.

Para el caso, el software libre no es ni debe ser sinónimo de gratuidad, como sus mismos promotores lo establecen. Se trata de libertad, como se ha definido, no de costo cero.

En el caso del software propietario, es posible identificar clara e inequívocamente a una empresa que vende el software, y se espera que el equipo humano de esta empresa responda por la implementación, el soporte, las versiones, los cambios, las mejoras y las adaptaciones, así como poder resolver los aspectos de compatibilidad con otros productos, bases de datos y aplicaciones que se encuentren en uso en la organización que adquiere el software.

De igual forma, cuando una institución, pública o privada, decide hacer uso de una pieza de software libre, debe poder identificar, ya sea dentro o fuera de la misma organización, al equipo técnico que solventará todos los posibles contratiempos, mejoras y/o cambios que se deban efectuar en la distribución libre del software.

En todos los casos, el apoyo y promoción de un tipo de software debería ser realizado basado en las virtudes y ventajas de cada producto, y de su pertinencia e idoneidad para realizar la tarea o solventar el problema para lo que se está buscando apoyo informático. Las valoraciones ideológicas, que siempre existirán, como razón para elegir uno u otro tipo de software, no deben anteponerse y bloquear la visión ante la necesidad concreta que se busca resolver.

Oportunidad para nuevas empresas

Ya sea que una o varias personas diseñen y desarrollen su propio software para atender alguna necesidad; o bien que se conviertan en un distribuidor autorizado del software desarrollado y registrado por una compañía local o internacional; o, en una tercer alternativa, se constituyan en expertos para realizar implementaciones y adecuaciones de productos de software libre; en todos estos casos, existen oportunidades en el mercado salvadoreño para nuevas empresas.

Para los y las jóvenes emprendedores, con estudios y experiencia en el área de la programación y la informática, es posible descubrir nichos de mercado que les puede llevar a conformar empresas exitosas, ya sea en el campo del software propietario o en el del software libre.

El esquema de licenciamiento del software debe ser conocido y respetado, y las empresas que venden y distribuyen los productos deben dar a conocer a sus clientes la cantidad de dinero que deben invertir, estableciendo claramente la naturaleza de los cobros según sea el caso, así como el detalle de lo que se debe pagar por licencia, soporte, asesoría, implementación, horas de atención, etc.

De esta forma, las empresas e instituciones contarán con la libertad de seleccionar los productos de software que más se adecuen a lo que necesitan (a veces propietario, a veces libre), y podrán saber que el soporte que recibirán por parte de las empresas, pequeñas o medianas, formadas para este fin, les asegurará la protección de su inversión.

Formación en línea para el ciudadano

Es interesante confirmar la relación que hay entre los avances tecnológicos y los cambios culturales en la sociedad. Las formas en que nos comunicamos, las palabras que usamos, las maneras en que realizamos nuestras tareas, los mecanismos y dispositivos que utilizamos para aprender, por ejemplo, han venido cambiando en los últimos años, motivado en buena parte por la inclusión de las tecnologías en esas actividades.

Actores clave en dirigir y motivar estos cambios son las empresas, las entidades educativas, y las instituciones gubernamentales, pues al modificar los procedimientos y las formas en que se comunican e interactúan con sus clientes y usuarios para resolver las transacciones que les competen, marcan el paso del desarrollo de la población a la que sirven.

A su vez, estas organizaciones privadas, académicas y públicas se mueven según lo determine su nivel de creatividad. Una parte del proceso de innovación que ocurre en las organizaciones se basa en conocer, estudiar y asimilar una realización tecnológica (dispositivo, procedimiento, paradigma), y luego buscar ponerla al servicio de los fines de la misma empresa o institución.

Por otro lado, también es posible reconocer una tendencia al traslape de funciones y áreas de acción de las profesiones y disciplinas. Esto es propiciado por la facilidad de uso (a veces llamada “usablidad”) de los dispositivos tecnológicos, y la estrategia de los fabricantes de ampliar mercados haciendo que los utensilios y aplicativos sean accesibles por una gran cantidad de personas. En particular, gracias a las herramientas tecnológicas accesibles en la actualidad, las empresas e instituciones gubernamentales pueden establecer programas de educación y formación para sus clientes y para los ciudadanos en general, en temas específicos, prácticos, coyunturales y/o estratégicos que sean de su interés y beneficio.

Educación continua para todos

Para el caso del gobierno, la Nueva Gestión Pública, que entre otras cosas, busca transformar al Estado de servicio a un Estado que faculta al ciudadano, entiende de esta forma el gobierno centrado en el ciudadano. En este esquema, es importante contar con un ciudadano formado e informado, y un Estado que faculte a sus funcionarios, a sus instituciones y a sus pobladores, de forma que la interacción entre los distintos actores produzca los resultados esperados, en forma eficiente y eficaz.

En este punto, la incorporación de las plataformas y herramientas para la educación en línea a través de Internet como un componente poco convencional del gobierno electrónico, puede resultar un aporte relevante para lograr la formación continua y permanente del público meta de cada institución, así como de sus propios empleados.

De acuerdo a Leopoldo Díaz-Moure, en un trabajo presentado en el panel La formación online como instrumento de profesionalización de la función pública latinoamericana” en el XIV Congreso de CLAD (Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo), el uso de Internet en la función educativa puede mostrar algunas fases, en forma progresiva.

Los “pininos” salvadoreños

Esta forma de aprovechar Internet ha comenzado a aparecer en nuestro ciberespacio. Por supuesto, las universidades y otras entidades y empresas dedicadas a la educación hacen uso de estas plataformas desde hace ya algunos años, pero su utilización en el sector público, y en algunas gremiales, es un poco más novedoso.

El Consejo Nacional de la Judicatura, a través de su Escuela de Capacitación Judicial “Dr. Arturo Zeledón Castrillo”, ha incursionado recientemente en esta modalidad, a través de su Campus Virtual, en la que ofrece los siguientes cursos en línea, utilizando la plataforma de software libre y código abierto Moodle:

– Derecho penal: Innovaciones en el nuevo código procesal penal

– Derecho privado: Principales instituciones del nuevo proceso civil y mercantil

– Derecho de familia: Ley de protección integral para la niñez y adolescencia (LEPINA) Aspectos fundamentales

Otro ejemplo es el Programa de Educación Financiera, auspiciado por el Banco Central de Reserva, la Superintendencia del Sistema Financiero, la Superintendencia de Valores, la Superintendencia de Pensiones, el Instituto de Garantía de Depósitos y la Defensoría del Consumidor. Este programa tiene como objetivo “Fortalecer la comprensión de usuarios e inversionistas, actuales y potenciales, sobre los beneficios, costos y riesgos de los servicios financieros para tomar decisiones informadas que permitan mejorar el bienestar y calidad de vida”.

En este sitio se desarrollan, en forma didáctica, temas comprendidos dentro de las grandes áreas de Ahorro, Crédito, Mercado de valores, Cultura previsional, Seguros, Medios de pago, Especies monetarias, Seguro de depósitos, Lavado de dinero, y una sección especial sobre Finanzas para niños. Aunque hay algunos videos, la mayor parte de los materiales contenidos en este sitio están publicados en formato PDF, y como tal, pueden leerse en línea o ser descargados a la propia computadora.

En la sección para niños, hay material especialmente diseñado para ellos, incluyendo cuentos, rompecabezas, juegos, y otras formas pedagógicas para los pequeños. Por ejemplo, los pequeños pueden armar interactivamente un rompecabezas de 3 niveles de dificultad, de los billetes de distintas denominaciones, usando el ratón y las flechas del cursor.

Siempre en el tema financiero, la Asociación Bancaria Salvadoreña, ABANSA, ha habilitado un sitio de formación a distancia, llamado “Maneja Tu Dinero”, en el que, también a través de una plataforma educativa Moodle, cualquier persona puede registrarse y atender al curso “El manejo efectivo de tu dinero”.

Un gran potencial, totalmente realizable

Muchas instituciones de gobierno, centrales, autónomas y de municipalidades, adscritas a los tres poderes del Estado, así como una buena cantidad de empresas privadas, asociaciones gremiales y de profesionales, cámaras, y otras organizaciones no gubernamentales, tienen una gran oportunidad de formar a sus principales usuarios y al público en general, en forma permanente, con inversiones financieras relativamente menores, haciendo uso de las tecnologías de información y comunicaciones.

Para concretar esta oportunidad, se debe trabajar al menos en los siguientes aspectos, de forma sistemática, estratégica y coordinada:

1) Desarrollo de competencias de alfabetismo digital en todos los ciudadanos y clientes, con la finalidad de que los usuarios sepan utilizar las herramientas que les permitirán crear, administrar y/o aprovechar sus propios espacios de aprendizaje permanente. Esta es una necesidad transversal de cualquier comunidad que se encamine hacia la sociedad de la información y el conocimiento.

2) Diseminación y facilitación de conectividad, centros de acceso público y dispositivos de interacción con Internet en todas las poblaciones, urbanas y rurales, independientemente de su ubicación, con énfasis en las ciudades de menor desarrollo humano.

3) Desarrollo de habilidades, competencias y conocimientos en los tutores digitales, de forma que los facilitadotes e instructores de las diversas temáticas que se enseñarán a distancia, puedan diseñar entornos de aprendizaje abiertos que permita a los aprendices seguir desarrollando sus competencias digitales, comunicarse con sus compañeros e intercambiar conocimiento.

4) Instalación y configuración de las plataformas expresamente diseñadas para la educación en línea, como por ejemplo, Moodle, que es ampliamente utilizada en el país y en el mundo (hemos citado dos ejemplos de acceso público), con la ventaja de no tener costo de adquisición. Es recomendable establecer en el gobierno esta plataforma como un estándar para la formación en línea, y desarrollar, tanto dentro como fuera del aparato gubernamental, equipos humanos de soporte y apoyo técnico, que se conviertan en expertos técnicos en todas las potencialidades de Moodle.

El sonido de la web 2.0

Desde que en 1860 se logró obtener el primer sonido grabado, en Francia, por medio del “fonoautógrafo”, que registraba las ondas sonoras en un papel, oscurecidas por el humo de una lámpara de aceite, la humanidad ha recorrido un vasto trayecto en el registro permanente de los sonidos.

Otro de los hitos relevantes en este recorrido ocurrió aproximadamente un siglo después, cuando se inventaron los elementos para llegar a crear la primera grabación en formato digital. Poder registrar las frecuencias, timbres, presiones del aire y amplitud de las ondas por medio de número discretos, permitió que en poco tiempo fuera posible ampliar las posibilidades para almacenar, procesar y transmitir el sonido en el formato digital, utilizado ampliamente hoy en día.

Gracias a esta digitalización de las señales audibles, entre otras cosas ha sido posible comprimir y empaquetar en pequeños espacios muchos minutos y horas de audio, ya sea éste música, canciones, discursos, clases dictadas, tertulias, sonidos ambientales, efectos sonoros, o cualquier combinación de las ondas sonoras que viajan por el aire.

Podcasts: expresión individual audible

En febrero de 2004 se utilizó por primera vez la expresión “podcasting”, y se la vinculó a una revolución del audio aficionado. El término viene del juego de segmentos de las palabras “iPod” (refiriéndose al dispositivo creado y comercializado por Apple) y de “broadcast” (transmisión), y aunque originalmente se refería al sonido, ha sido ampliado rápidamente para incluir también las grabaciones digitales de vídeo.

Desde ese entonces, la producción de podcasts en el mundo ha ido en constante aumento, y sus diversos usos continúan siendo ampliados por la creatividad de sus productores. Forrester Research ha estimado que en Estados Unidos, la cantidad de hogares que escuchan podcasts alcanzará los 12.3 millones durante 2010.

Otra fuente, Bridge Ratings ha preparado la siguiente gráfica, que muestra la tendencia de crecimiento de usuarios de podcasts, y define sus estimaciones estadísticas en forma más agresiva.

Entre las ventajas de esta forma de comunicación y publicación está el hecho de que cualquier producción en podcast puede ser escuchada en la computadora sin tener que copiarla al propio disco duro. O si se prefiere, puede ser descargada de la red y copiada a un CD o a un dispositivo iPod u otro reproductor de MP3.

Si se opta por descargar los podcasts a nuestro iPod, por ejemplo, podemos escucharlos cuando vamos en el vehículo o caminando, o bien como acompañamiento de nuestras rutinas de ejercicio individual, aprovechando de esta forma ese tiempo para formar una mente sana y un cuerpo sano simultáneamente.

En todos los casos, podemos suscribirnos para recibir periódicamente los podcasts de los temas que nos interesan. La facilidad para producir los podcasts, subirlos a la red, y acceder a ellos desde cualquier lugar del mundo gracias a Internet, los convierte en una poderosa forma de expresión individual audible, por lo que puede ser denominado apropiadamente “el sonido de la web 2.0”.

Podcasts salvadoreños

Desde hace algunos años, gracias al trabajo de pioneros como el salvadoreño Omar Egan y su compañía productora, SV Medios, es posible escuchar, descargar y archivar algunas producciones sistemáticas de podcasts sobre diversos temas que son atractivos para distintas audiencias.

En estas producciones, en las que se pueden encontrar grupos de participantes, conocedores del tema específico que trata, se utiliza el formato de una conversación entre amigos, con algunos temas como guía, pero permitiendo la improvisación y la informalidad, demostrando que los podcasts sirven tanto a un esquema formal de una entrevista o una conferencia, como al de una tertulia familiar.

Entre las producciones salvadoreñas de podcasts que son programas periódicos, y que pueden ser escuchados o descargados de la red, se encuentran:

Comic Geekos, “un show muy, pero muy especial”, sobre temas relacionados a los personajes de historietas, muñequitos o caricaturas, conocidos en inglés como “comics”

La Charamusca, “el podcast más alegre de El Salvador”, sobre casi cualquier cosa, con un tratamiento coloquial, improvisado, y sobre todo con el humor característico de nuestra cultura.

LatinTechTalk, “Podcast acerca de tecnología y su impacto en Latinoamérica”, es un show semanal acerca de tecnología y como ésta afecta a las empresas latinas, la sociedad y a las personas.

Pinguinux Music Podcast, “In my opinion, simply the BEST independent music on the Internet”, incluye canciones y piezas musicales independientes y, por tanto, no comerciales y poco conocidas.

Producido por un equipo diferente, siempre salvadoreño, Masconazo.com contiene algunos podcasts sobre deportes, principalmente fútbol, que resultan de interés para los seguidores de este deporte en nuestro país, y fuera del mismo. Se conversa sobre los resultados, las posibilidades de los equipos, las estrategias de los directores técnicos, y las novedades en el fútbol salvadoreño e internacional.

Más aplicaciones

Por supuesto, los segmentos de audio que los medios de comunicación colocan en sus portales conteniendo las entrevistas, conversaciones y otros reportajes, también pueden estar sujetos a las descargas y audiciones que los podcasts están teniendo.

De igual modo, los procesos de enseñanza aprendizaje ya utilizan los podcasts para transmitir disertaciones, clases expositivas, discusiones, diálogos, presentaciones y otras importantes experiencias pedagógicas registradas en audio.

Las posibilidades que la digitalización del sonido, la reducción del tamaño que ocupan estos archivos digitalizados, y las facilidades que brindan los minúsculos dispositivos de reproducción de los mismos archivos abren toda una gama de nuevas oportunidades para comunicar y compartir los mensajes auditivos que se consideren provechosos. Somos todo oídos.

Tecnologías móviles en educación

Los objetivos son similares: reducir la brecha digital, facilitar el aprendizaje, extender la cobertura para incluir las zonas rurales y las menos atendidas, preparar a los niños y jóvenes para seguir aprendiendo, desarrollar las competencias necesarias para el siglo XXI, y más. Varias iniciativas, proyectos e investigaciones buscan lograr metas en algunas de estas áreas, haciendo uso de las posibilidades, avances y configuraciones tecnológicas en el campo de las telecomunicaciones, y aprovechando las reducciones de tamaño y precio de los dispositivos electrónicos.

Muchas personas trabajan constantemente por esos ideales, en distintos lugares del mundo, y desde sus propias disciplinas. Hay buenas experiencias, lecciones aprendidas y aspectos a mejorar, y afortunadamente existen varias iniciativas que se pueden y deben evaluar en países como el nuestro, para contribuir a la mejora de los niveles de educación y desarrollo humano, además de proveer las competencias necesarias y una mejor posibilidad de inserción en el mundo productivo.

En este sentido, y con sólo observar a nuestro alrededor, es evidente que la proliferación de los dispositivos de comunicación móviles ha ido cada vez en aumento, tanto en El Salvador como en el resto del mundo. Los teléfonos celulares, como parte de esta industria, tienen suficientes ventajas para los ciudadanos como para adquirir hasta más de un aparato (1.21 por persona durante 2008, para ser más precisos), como lo reflejan las gráficas más recientes publicadas por la SIGET.

Fuente: SIGET

Fuente: SIGET
Fuente: SIGET

OLPC y ClassMate

Considerando este “milagro móvil” contemporáneo, las pequeñas computadoras desarrolladas con los nombres de OLPC XO (One Laptop Per Child modelo XO) y ClassMate representan dos de los dispositivos móviles más conocidos en los años recientes que buscan apoyar el proceso educativo con tecnología informática y de telecomunicaciones, sobre todo para niños, niñas y jóvenes en lugares remotos.

Además de sus diseños y características particulares, la idea ha sido poder fabricarlas a precios relativamente bajos, de forma que un gobierno, una ONG o una empresa privada, por ejemplo, puedan financiar su difusión en las regiones a su cargo, aprovechando las economías de escala al producirlas.

Las computadoras denominadas OLPC surgieron de las ideas y planteamientos de Nicholas Negroponte, del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Como lo establece su sitio web, “Nicholas Negroponte fundó la OLPC partiendo de un núcleo de veteranos del Media Lab, que creció rápidamente incorporando al grupo personas dedicadas y excepcionalmente talentosas provenientes de la enseñanza, la industria, las artes, los negocios y la comunidad open-source”.

Por su parte, la ClassMate PC es una pequeña computadora, cuyo procesador fue diseñado por Intel, para dar una respuesta al potencial mercado que la OLPC habría comenzado a generar en 2006. Surgió a partir del programa “World Ahead” de Intel, cuya motivación era realizar productos baratos y eficientes destinados a estudiantes.

La ClassMate
ClassMate

Es posible realizar una comparación de ambas (y otras) propuestas, tanto desde la perspectiva estrictamente de prestaciones tecnológicas, así como de la oferta en software, principios y prácticas pedagógicas asociadas a cada dispositivo, y seguramente encontraremos ventajas y aspectos por mejorar en cada caso.

TeacherMate: la propuesta de Stanford

Dentro de esta misma tendencia, recientemente hemos conocido en El Salvador otra posibilidad tecnológica para apoyar los objetivos de los programas educativos. Se trata de un dispositivo móvil de un costo cercano a los $50, llamado TeacherMate, y que fuera presentado en el país por el doctor Paul Kim, de la Universidad de Stanford, en un evento organizado por quien será su aliado en El Salvador, la Universidad Tecnológica.

Teachermate
Teachermate

Por supuesto, al igual que con sus proyectos pares, mencionados antes, el dispositivo no es más que un elemento dentro de una estrategia específica para intentar lograr los objetivos de acercar las posibilidades de aprendizaje a niños y niñas de menos posibilidades económicas. Para el dr. Kim, el objetivo de este esfuerzo es “promover y desarrollar aplicaciones y juegos móviles que faculten a 6,7 millones de personas en la tierra. En esta misión, nos centramos en la alfabetización temprana, la matemática, la salud, los derechos humanos, la estrategia de potenciación por el auto-aprendizaje, el desarrollo de contenidos y la difusión de las mejores prácticas”.

El planteamiento pedagógico que acompaña al dispositivo TeacherMate es el PocketSchool, la “Escuela de Bolsillo”, que habla de un currículo elástico (adaptable al ritmo de aprendizaje de los niños), y de un aprendizaje basado en juegos.

El TeacherMate utiliza una versión del sistema operativo de código abierto Linux, y se programa con Open Flash, también de código abierto, lo que reduce los costos de llevarlo a la operación en escuelas reales, y permite la flexibilidad necesaria para adaptarlo a distintos ambientes (se está utilizando en países tan diversos como México, Ruanda, Estados Unidos, India).

¿Y en El Salvador?

El Ministerio de Educación, por medio del Viceministerio de Ciencia y Tecnología y la Gerencia de Tecnologías Educativas, está desarrollando una experiencia piloto con las computadoras OLPC XO, habiendo seleccionado para ello algunas escuelas públicas rurales en la localidad de Nombre de Jesús, en el departamento de Chalatenango, induciendo y preparando a los docentes de estas escuelas para que sepan relacionarse con estos dispositivos, y puedan trabajar con sus estudiantes, que harán uso de las mismas computadoras, aprovechándolas en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Al mismo tiempo, desarrollarán otra experiencia piloto con las TeacherMate, contando con el acompañamiento del equipo del profesor Kim, y el trabajo conjunto con la Universidad Tecnológica. Esta experiencia será conducida en una escuela de Nueva Concepción, también en Chalatenango. En este caso, se busca que estudiantes de la universidad desarrollen los programas adecuados para nuestro país, siguiendo la filosofía planteada por sus creadores, pero cuidando su adaptación a nuestro medio.

A partir de estas y otras experiencias en el campo, con escuelas, docentes y alumnos reales, salvadoreños, en zonas menos favorecidas, habrá oportunidad de evaluar los resultados, rectificar lo que no vaya bien, adaptar la programación, y seguramente será necesario resolver una serie de problemas, inconvenientes y situaciones inesperadas. Lo importante es hacerlo.

Conducir estas experiencias de una forma profesional, responsable y sistemática contribuirá sin duda a establecer hasta dónde las tecnologías de información y comunicaciones, y sobre todo las móviles, realmente pueden hacer una diferencia en países como el nuestro.

Acceso, utilización y conocimiento: midiendo la Sociedad de la Información

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), en su rol como la agencia de Naciones Unidas para todos los temas de Información y Comunicación, acaba de publicar el estudio “Medición de la Sociedad de la Información 2010”.

En esta edición, que abarca 159 países, la UIT revisa el Índice de Desarrollo de las TIC (ICT Development Index, IDI) y el Índice de Precios de las TIC, analiza algunas tendencias regionales y mundiales, y examina la evolución de la brecha digital mundial entre 2002 y 2008. Por ejemplo, uno de los temas en que profundiza es el del “milagro móvil”, que simboliza el alto incremento en uso de telefonía móvil y conectividad a banda ancha móvil que se ha dado en el mundo.

Aunque no es el único estudio de esta naturaleza que se publica en forma sistemática (el Foro Económico Mundial hace lo propio), siempre es importante ampliar el horizonte de análisis, contar con la mayor cantidad de información posible, y conocer lo que otros estados y regiones están llevando a cabo en las áreas de desarrollo de la utilización productiva de las herramientas construidas en el mundo digital.

Cuando se habla de índices, indicadores, rankings y evolución, es importante no reducir los enfoques a criterios aislados. Hace años se ha reconocido la necesidad de abordar distintos frentes de trabajo, en forma simultánea y coordinada, para hacer avanzar a cualquier país en los temas relativos a la sociedad del conocimiento. Esto se halla reflejado en las propuestas de UNESCO, CEPAL, BID, BM, así como en los planes estratégicos de varios países, incluyendo el Programa ePaís de El Salvador.

Las mediciones que instituciones globales como la UIT realizan sirven como una referencia para determinar el impacto que las políticas públicas, los proyectos y las acciones de varios sectores de la sociedad tienen en la propagación de los efectos y competencias necesarias para apoyar el desarrollo nacional por esta vía.

El Índice de Desarrollo de las TIC (IDI)

El índice propuesto por la UIT consta de 3 subíndices y 11 indicadores, de naturaleza más cuantitativa que cualitativa (lo que puede ser discutible, pero que sin duda aporta igualmente información valiosa).

El reconocimiento de que las TIC pueden ser un facilitador del desarrollo si se aplican y se usan apropiadamente, es fundamental a los países que están avanzando hacia sociedades del conocimiento. El proceso de desarrollo de las TIC, y la transformación de un país para convertirse en una sociedad de la información pueden ser descritos mediante un modelo de tres etapas:

Etapa 1: preparación para las TIC (nivel de infraestructura de red y de acceso a las TIC)

Etapa 2: intensidad de las TIC (nivel de uso de de las TIC en la sociedad)

Etapa 3: impacto de las TIC (resultado de la utilización eficiente y eficaz de las TIC)

Moverse a través de estas tres fases depende de la combinación de tres componentes: la infraestructura de TIC / de acceso (etapa 1), la intensidad de las TIC / uso (etapa 2), y las habilidades en TIC. En consecuencia, las primeras dos etapas se encuentran en los primeros dos componentes del IDI. Llegar a la tercera etapa, y maximizar el impacto de las TIC, depende de manera crucial del tercer componente: las competencias.


De hecho, las competencias personales en TIC determinan el uso efectivo que se hecho de las TIC y son esenciales para maximizar el potencial de de impacto de las TIC en el desarrollo socio-económico. El crecimiento económico y el desarrollo se mantendrá por debajo de su potencial si las economías no son capaces de explotar las nuevos tecnologías y la realización de sus beneficios.

Con base en este marco conceptual, el índice se divide en los siguientes tres subíndices:


Subíndice de acceso: mide la preparación para las TIC, e incluye 5 indicadores de infraestructura y acceso (telefonía fija, telefonía móvil, ancho de banda internacional, hogares con computadoras y hogares con Internet). Tiene un peso de 40% en el IDI.


Subíndice de uso: capta la intensidad de uso de las TIC e incluye 3 indicadores (usuarios de Internet, banda ancha fija y banda ancha móvil). Tiene un peso de 40% en el IDI.

Subíndice de habilidades: reporta la capacidad o habilidades TIC como e incluye 3 indicadores (alfabetización de adultos, escolarización secundaria y terciaria en cifras brutas). Tiene un peso de 20% en el IDI.

Resultados para Centroamérica

El siguiente gráfico, elaborado a partir de los datos que presenta el estudio en mención para los países de la región centroamericana, muestra que durante 2007 y 2008 los seis países del área lograron incrementar levemente sus índices, de acuerdo a esta medición.

Esa es una buena noticia, aunque sin duda no es suficiente. La tendencia a mejorar de estos seis países es prácticamente inercial, y casi llevados por la tendencia “natural” de lo que las instituciones, empresas y personas hacen en esa calidad. Guatemala mostró el mayor incremento en el valor de su índice y Nicaragua reflejó el menor incremento absoluto de la región.

Visto en el conjunto mundial, lo que podría habernos causado una alegría, se revela como lo que es: un descuido y una diferencia con lo que están haciendo, en forma explícita otros países. La siguiente gráfica muestra la evolución en esos años de la posición en el ranking mundial, de acuerdo al mismo índice en análisis.

Puesto que es un ranking, es mejor tener un valor bajo (cercano al 1) que uno alto. En ese caso, todos los países de Centroamérica, excepto Panamá, experimentaron un deterioro en su posición relativa en el entorno mundial. Analizado así, el país con el mayor decremento en su ubicación fue El Salvador. Esto significa que, aunque sea verdad que hayamos mejorado algunos aspectos de nuestra particular sociedad de la información y el conocimiento, también es cierto que los demás países del mundo hicieron aun más, y lograron mejorar en mayor medida que nosotros.

Como en muchos casos, si no hay un propósito explícito de todos los sectores de modificar la realidad del acceso, utilización y conocimiento de las mejores formas de aprovechar los beneficios que se pueden lograr por medio de las TIC, no será posible remontar esos indicadores, los índices y las posiciones relativas y, lo que es peor aun, la inercia y el momentum “natural” tenderá a irse amortiguando, y nuestra brecha digital será aun mayor.

Estrategia nacional en una cápsula 3 x 15

En la entrada anterior hablamos del documento que la UNESCO ha preparado y publicado, recopilando los lineamientos generales que los estados podrían seguir, como una lista de verificación, para diseñar y establecer políticas nacionales en los temas relacionados con la sociedad del conocimiento, y que se puede encontrar en una Plantilla para la formulación de Políticas Nacionales de Sociedad de la Información.

Es un documento pragmático, puesto que sintetiza los grandes aspectos que una política de estado en los temas de sociedad de información debería contener, definiendo 3 grandes objetivos, y asociando a éstos una cantidad de áreas de acción, dentro de las cuales se pueden definir proyectos, iniciativas y acciones concretas, que pueden variar en cada país, y que pueden ser conducidas por diversos actores de la sociedad, de cualquiera de los sectores de la vida nacional.

Al leer las áreas de acción, todos podemos pensar en proyectos que se han realizado, o al menos iniciado, en nuestro país, que podrían ser clasificados en alguna de las áreas. La tarea más importante no es la definición de esas ideas, sino la concreción, el apoyo político y financiero y, sobre todo, la continuidad de estos esfuerzos.

A continuación el esquema del Alcance Básico de una Política Nacional de la Sociedad de la Información, de acuerdo a esta publicación.

3 objetivos y 15 áreas de acción

Objetivo 1: Democratizar el acceso

Para poner al alcance de todas las personas, los medios de acceso y uso de la información y tecnologías de información y comunicación, garantizar el disfrute de los derechos de los ciudadanos, el fomento de la educación, el desarrollo local, la erradicación de la pobreza, la equidad de género, la inclusión digital, el acceso universal público, la transparencia y eficiencia, y la gobernanza participativa.

Bajo este objetivo, UNESCO identifica 10 áreas de acción:

Áreas de acción

Descripción

Infraestructura de comunicaciones e información

Proporcionar y desarrollar el acceso físico a la infraestructura de información y comunicación a través de planes y modelos sostenibles. Considerar diversas alternativas tecnológicas (cable e inalámbrico) tales como banda ancha, “Wimax”, “bluetooth”, y otros.

Acceso a información

Garantizar un acceso amplio a la información de la administración pública y otros sectores sociales del Estado, y acerca del patrimonio cultural, histórico, científico y educativo a través de diferentes medios y formatos.

Costos accesibles

Garantizar costos bajo para acceder a las tecnologías de información y comunicación para todos los grupos sociales, especialmente los más vulnerables, a través de incentivos para la competencia, y mediante la regulación. Los gobiernos pueden ayudar a reducir los costos de acceso a las TIC mediante la inversión en infraestructura de información y comunicación. Participar activamente en la creación de capacidades de banda ancha por medio de redes troncales regionales.

Sistemas nacionales de información

Facilitar y generar sistemas para recopilar, ordenar, almacenar y difundir
información acerca de diferentes disciplinas tales como la estadística, la cartografía, la meteorología geoespacial, la ciencia y la tecnología, entre otras, y diferentes sectores, como agricultura, pesca, educación, salud bovina, etc.

Aplicaciones y software

Promover y fomentar el desarrollo de aplicaciones y software para satisfacer
las demandas nacionales con parámetros altos de calidad, eficacia, accesibilidad e interoperabilidad, especialmente en los ámbitos de educación, salud, gobernabilidad, gestión ambiental, justicia y otros.

Bibliotecas públicas y fortalecimiento de la lectura

Garantizar el desarrollo y la creación de bibliotecas, tanto digitales como
convencionales, la promoción de la lectura y el valor de los libros mediante el fomento de producción y distribución a través de planes nacionales de lectura.

Difusión de información científica y tecnológica

Reforzar los organismos públicos que trabajan en ciencia y tecnología y promover la producción y difusión de información científica y técnica.

Puntos públicos de acceso

Alentar el establecimiento de varios puntos comunitarios multi funcionales de acceso público, de forma sostenible, en lugares próximos a las bibliotecas, oficinas de correos, archivos y museos, escuelas y otros similares, para facilitar el acceso equitativo a la información, y a la tecnología de información y comunicación, de forma que puedan llegar a ser generadores de contenido, especialmente en las zonas rurales y urbano marginales.

Preservación de la información

Promover acciones para preservar y conservar registros y documentos en cualquier formato, generando fondos patrimoniales de información. Esto incluye bienes intangibles del patrimonio cultural y la identidad cultural de los pueblos, lo que refuerza su diversidad.

Acceso universal

Lograr el uso más extendido posible por parte del público de las tecnologías de la información y la comunicación. El acceso / servicio universal implica seguir un proceso de cinco etapas: a) El establecimiento de la red de telecomunicaciones b) Ampliar el alcance de la red c) Ampliación a un mercado masivo d) Expansión de la red completa e) Prestación de servicios

Objetivo 2: Desarrollar las capacidades

Para crear, apoyar y promover estrategias, herramientas y metodologías para generar capacidades y habilidades para utilizar la información y las tecnologías de la comunicación en todos los sectores y grupos sociales, en todos los niveles de la educación formal e informal, también la difusión de las posibilidades que ofrecen los diferentes modelos de gestión de la información. En particular, para crear capacidad de investigación y de innovación tecnológica, orientados hacia la generación de conocimiento de uno mismo, y para generar contenidos nacionales por parte de las instituciones públicas y contenidos locales por parte de diferentes grupos sociales.

En este caso, las acciones se pueden agrupar bajo 4 áreas:

Áreas de acción

Descripción

Contenido nacional

Generar capacidades para que las instituciones públicas puedan producir importantes contenidos para el desarrollo nacional y promover la creación de capacidad en la ciudadanía para que los ciudadanos también puedan producir para su propio desarrollo.

Alfabetismo digital

Estructurar los planes nacionales de enseñanza sobre el uso de la información y las tecnologías de información y comunicación, en todos los niveles de educación formal e informal. Incluir metodologías y herramientas específicas para los grupos con necesidades especiales. La capacitación debe estar orientada a fomentar la equidad entre géneros.

Innovación, investigación, desarrollo y transferencia de tecnología

Promover y patrocinar programas de formación en investigación, innovación y desarrollo tecnológico, especialmente en la educación superior y los
organismos de ciencia y tecnología, en áreas tales como hardware, middleware
y software.
Desarrollar la capacidad para adaptar la tecnología de acuerdo a especificidades y características nacionales. Promover la conexión con las redes regionales y mundiales de investigación.

Protección de conocimiento tradicional

Proteger el patrimonio cultural inmaterial y preservar los conocimientos tradicionales, reconociendo la riqueza cultural y el respeto de la diversidad cultural de los países.
Alentar la producción de los productos culturales que contribuyen a la promoción de la diversidad cultural.


Objetivo 3: Lograr un marco jurídico y reglamentario adecuado

Para crear las normas y reglamentos necesarios para garantizar el derecho a la información, para fomentar la utilización de la información y de las tecnologías de información y comunicación, y a través de los órganos jurídicos, la creación de un adecuado marco legal estable. Los objetivos de la Política Nacional de Información deben ser diseñados para reforzar todas las formas de acceder y utilizar la información, tanto en los formatos tradicionales como en los digitales.

Aunque hay varias actividades posibles para alcanzar este objetivo, el documento de la UNESCO establece una sola área de acción:

Áreas de acción

Descripción

Convergencia de normativas

Adaptar la legislación nacional a las nuevas condiciones de la convergencia tecnológica, a fin de promover la creación de derechos individuales. Promover la armonización de la legislación en toda la región, para crear un entorno jurídico y reglamentario seguro y confiable.
Promover y garantizar un marco jurídico y reglamentario favorable para crear
y fortalecer los medios comunitarios, y fomentar la diversidad de modelos de propiedad de los medios.
Promover leyes que hagan posible que la competencia sea leal y transparente. Desarrollar y fortalecer las normas de protección de uso.
Definir normas para el Estado para garantizar un entorno con «múltiples
proveedores, asegurando precios competitivos, variedad de canales de abastecimiento, innovación y diferenciación de productos… interoperabilidad en un ambiente de proveedores multiequipo, integración de los mercados y formación de sistemas eficientes de producción».