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En las manos de Dios

El martes recién pasado, nuestros hermanos de Haití sufrieron un fuerte embate de la naturaleza a raíz del terremoto de más de siete puntos en la escala de Richter, que azotó su territorio y el territorio vecino de República Dominicana.

Las imágenes que presentan los medios de comunicación son sumamente desgarradoras. Estructuras públicas, privadas y eclesiásticas completamente destruidas, se suman a la dura realidad que viven los sobrevivientes al ver a sus muertos y no poder darles una digna sepultura o al encontrar heridos tendidos sobre los escombros en espera de ayuda. Una ayuda que existe, pero cuya distribución se ha dificultado debido a la calamidad dejada por el terremoto. Sin embargo, el socorro que necesitan nuestros hermanos haitianos no sólo se traduce en ayuda de tipo material o de asistencia médica, sino también en guía, soporte y consuelo espiritual.

Muchas son las voces que a raíz del hecho han aprovechado para atacar a Dios y la fe certera en que la oración tiene poder, diciendo que rezar no ayuda en nada o que si Dios existiera este tipo de desastres naturales no sucederían. Es evidente que este tipo de personas desconocen la voluntad perfecta de Dios y como todo, absolutamente todo, ocurre en base ella.

Dios permite desastres naturales, enfermedades y sufrimientos en el hombre para purificarlo y mostrarle el verdadero camino a seguir. En el Antiguo Testamento, Dios pone a prueba a Job, quitándole absolutamente todo. En ese momento, también Job creía que Dios se había apartado de su lado (Job 29). Pero luego de la interpelación del Señor (Job 38), este recapacita y reconoce la totalidad de Dios sobre todas las cosas. Esto le valió que luego de diversas penalidades fuera abundantemente recompensado por Dios.

Es normal en la condición humana, cuestionar el por qué ocurren este tipo de situaciones o más aún, dónde está Dios y su mano divina para socorrer a las almas de los que perecieron o a los que sobreviven las penalidades de haber perdido todo. Pero es ahí, en medio de la desgracia y de la desolación cuando la premisa más importante que nos mueve a todos los que creemos fielmente en Dios cobra más fuerza: Es él quien tiene el control absoluto de nuestras vidas.

En medio de la tempestad, nosotros como cristianos debemos ser luz y testimonio de que la mano de Dios está más presente que nunca. Debemos orar con corazón ferviente y palpitante por todos nuestros hermanos haitianos, por su situación no sólo actual, sino también futura. Por la difícil situación que deberán de afrontar al reconstruir su país y sus vidas.

Hermanos y hermanas, nuestra mejor ayuda es la oración. Una oración de corazón llena de amor y de confianza en el Espíritu Santo. Hoy, en medio de la tragedia, es el momento de fortalecer la oración, la fe, las estructuras del alma y los lazos de amor y misericordia que nos unen a todos y todas en un mismo espíritu. El espíritu de amor y de solidaridad que sólo se encuentra en Cristo.

HOY INICIA EL RESTO DE TU VIDA

Recibe de mi parte un fraterno saludo de paz y amistad. En este primer blog del 2010 quiero iniciar invitándote a que abras la ventana de tus recuerdos y hagas una reflexión profunda sobre el año pasado. Partiendo de ello, comienza a trazarte nuevas metas y objetivos para que sea un ciclo de importantes cambios para tí y los tuyos.

Quiero hacer especial mención en la importancia de que tomes tu vida con una actitud positiva, aunque haya problemas, enfermedades, dificultades económicas, falta de fe, amor cariño, en fin… aunque parezca que tu mundo se viene abajo, como dice un personaje muy conocido por todos, “míralo por el lado amable”.

A partir de lo anterior y por varios motivos, te exhorto a que seas positivo. Entre esos motivos, te menciono algunos.

* La salud física y mental

Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante horas. Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje. Además, afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

Las personas más irritables tienen mayor propensión a padecer problemas cardiacos y otras dolencias. Hermano, hermana, no dejes que una percepción negativa de la vida te produzca a medio y largo plazo problemas en tu salud y tu calidad de vida. Si deseas mejorar tu salud, vivir más años, acostúmbrate a pensar en positivo y por supuesto a acompañarte de la paz y la serenidad que el Señor brinda.

* Tu familia, tu pareja, tus hijos….

Las personas que más te quieren son las que se resignan a comprenderle y a padecer su mal humor, recelos, descalificaciones, críticas… Corres el riesgo de transmitir una educación negativa a tus hijos, con todo lo que eso conllevará para su futura integración social y laboral. Corres el riesgo de debilitar los lazos que te unen a tu pareja y el entusiasmo e ilusión que siempre hay que potenciar. Si quieres una familia feliz, trata de pensar en positivo, te ayudará mucho. Y recuerda que en la biblia dice “Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tie­ne algo contra tí, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu her­mano; luego vuelves y presentas tu ofrenda (Mt 5, 23-24).

* Tu trabajo

Como afirmaba en un inicio, un pensamiento negativo afecta a nuestra capacidad intelectual. Es mucho más difícil para las personas con pensamientos negativos prosperar en su trabajo. Incluso aquellas con mayor capacidad intelectual y brillantez ven sus posibilidades disminuidas por el recelo que genera su negatividad. Mientras que personas con menores méritos van escalando creando de forma – a veces oportunista-, las personas sumidas en planteamientos negativos acentúan su aislamiento y su falta de popularidad y apoyos en su entorno laboral. La empresa moderna y competitiva valora especialmente el líder, caracterizado por su capacidad de afrontar situaciones complejas y difíciles con planteamientos positivos. Si deseas prosperar, debes profundizar en pensar positivamente.

* Tu entorno social

Una gran parte de nuestras vidas se desarrolla con nuestros amigos, en nuestras comunidades de vecinos, nuestras parroquias, nuestros círculos sociales… Las personas con pensamientos negativos van desarrollando una actitud antisocial que hace cada vez más difícil su integración y aceptación. Sus críticas van aislándole hasta dejar reducido su círculo a un estrecho número de personas, resignadas a aceptar sus planteamientos negativos.

* Tu vida espiritual

Vivirás una vez esta vida. Quizás nuestro mundo no sea todo lo perfecto que quisiéramos. Pero, sin duda, ser positivo contribuye a hacerlo mucho más llevadero. Pensar en positivo facilitará las relaciones con los demás, hará más feliz a tu familia, mejorará tu salud, te hará sentir mucho mejor, optimizará tu relación con Dios, incluso siendo consciente de las peores situaciones a las que tenga que enfrentarse. Pero, el mejor propósito para este año y el mejor regalo que puedes brindarte es el perdón, entendido como el catalizador que nos libe­ra de nuestros temores y nuestras culpas. Recuerda que para alcanzar una verdadera libertad, debemos apren­der a perdonar a todo nivel: personal y social; emocional, racional, espiritual y existencial.

El perdón es un precioso regalo que podemos darnos. Es un elemento clave en el proceso de transformación personal y de transformación del mundo.

Bueno, espero que esta lectura haya servido para que pienses un momento cómo manejas tu vida. Espero que Dios derrame toda su Misericordia y su bendición para este pueblo que tanto necesita de él.

Gracias por leer mi blog. Espero que no dejes de visitar cada semana este sitio y compartas tus comentarios.

Bendiciones…

Padre Martín.