Archivo por meses: julio 2012

Debes poner tus panes y peces

Evangelio según San Juan 6,1-15.
Después de esto, Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a él y dijo a Felipe: “¿Dónde compraremos pan para darles de comer”?. El decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan”. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?”. Jesús le respondió: “Háganlos sentar”. Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran uno cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: “Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo”. ?Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.

Hermanos, les saludo cordialmente y les invito a que reflexionemos a la luz de este evangelio. En él encontramos uno de los milagros realizados por Jesús y que trata de mostrarnos en escala, la potestad del Hijo de Dios sobre los signos que necesitamos en nuestra vida para convertir nuestra fe.

En primer lugar es muy importante señalar que ya a Jesús le seguía una multitud la cual representa a su Iglesia. Y nos muestra como estos seguidores continúan teniendo necesidades humanas. Si Jesús ignorara ese hecho, jamas habría permitido que los grupos multitudinarios le siguieran. Por tanto, lo que este pasaje nos muestra es que él esté pendiente de las necesidades de de su iglesia. Él sabe exactamente lo que necesitamos para continuar nuestro camino junto a nuestros hermanos.

Y si bien él conoce que en este mundo estamos sujetos nuestras necesidades humanas, así mismo, les pide que pongan los panes y los peces que ya tenían. Lo anterior nos hace reflexionar en el hecho que para que exista una multiplicación debe haber algo que multiplicar. Parece muy obvio, pero aveces ignoramos que para satisfacer nuestras necesidades El Señor ya nos ha dado los talentos para obtener aquellos bienes necesarios para la vida. Y sobre todo, esos mismos talentos, son la herramienta de la multiplicación que él espera que utilicemos, no solo para satisfacer lo que necesita nuestro núcleo familiar. Sino para compartirlo con aquellos que vienen peregrinando con nosotros y que nos acompañan en el camino hacia Dios.

PRONUNCIAMIENTO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE EL SALVADOR ANTE EL DETERIORO DEL ORDEN CONSTITUCIONAL EN EL PAÍS

I. La Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) ve con mayor preocupación ciudadana y pastoral el incumplimiento de las sentencias de la Sala de lo Constitucional, por parte de la Honorable Asamblea Legislativa, lo que ha agudizado la polarización entre la población salvadoreña, generando manifestaciones de violencia, más intolerancia e intranquilidad social.

II. La seguridad jurídica del País, que es una finalidad constitucional, está siendo afectada por los recientes hechos. El máximo Órgano de Justicia está gravemente amenazado por el desorden reinante en su interior, debido a la toma de posesión de los magistrados cuya elección fue declarada inconstitucional.

III. La toma de posesión de facto (de hecho) de los señores abogados, cuyo nombramiento como magistrados fue declarado inconstitucional, no les da posesión de iure (de derecho); y por el contrario, agudiza el conflicto, al grado de existir, con apariencia legal, dos Cortes Plenas y dos Presidentes del Órgano Judicial, generando mayor incertidumbre e inseguridad jurídica en nuestro País.

IV. Conscientes de que para alcanzar la paz es necesario fundamentarnos en la justicia, hacemos un llamado urgente a los señores diputados de la Honorable Asamblea Legislativa para que, en aras del bien común, sea preservada la independencia judicial, restableciendo a la mayor brevedad, el orden constitucional alterado, dando cumplimiento íntegro a las sentencias de la Sala de lo Constitucional, eligiendo como magistrados a personas que reúnan los requisitos exigidos por la Constitución de la República.

V. Invitamos a todos los salvadoreños a unirnos en oración, implorando la sabiduría divina para quienes tienen la grave responsabilidad de tomar las decisiones pertinentes, a fin de llevar a la nación a la paz social que todos queremos.

Dado en la sede de la Conferencia Episcopal de El Salvador, San Salvador 20 de julio de 2012

No tengo tiempo ni para comer

Comparto esta bella reflexión, iluminada con la palabra, tomada del Evangelio según San Marcos 6,30-34.

Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
El les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Palabra del Señor, gloria y honor a ti Señor Jesús.
Este día tenemos dos mensajes centrales, los cuales debemos interiorizar y tratar de hacerlos vida. El primero lo voy a contextualizar con una frase que tú y yo hemos dicho muchas veces: No tengo tiempo ni para comer.
A veces, nos dejamos manejar por nuestros compromisos en lugar de manejarlos nosotros a ellos y nos olvidamos que tenemos que darnos un tiempo para reponer fuerzas. Como Jesús aconsejo a los apóstoles, váyanse a un lugar desierto para descansar, así te lo recomiendo a ti que no tienes tiempo ni para convivir con tu familia. Como dije en el blog anterior, no debes dejar que el centro de tu vida sean los bienes materiales. Recuerda que no somos máquinas y que debemos cuidar y dar reposo, de vez en cuando, a nuestro cuerpo.
El otro mensaje que destaco es el hecho de que Jesús se compadece de los necesitados, de los que le buscan. No conozco tu situación, pero puedo decirte que tienes a alguien que vela por ti y mira tus penas. Él se compadece y está dispuesto a ayudarte. Búscalo y verás cómo todo cambia.
Con afecto,

Padre Martín.

Solo un medio, no un fin

Hoy descubrimos dos cortas pero hermosas reflexiones para nuestra vida, contenidas en el pasaje bíblico que corresponde a este domingo.

Evangelio según San Marcos 6,7-13.
Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias, y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: “Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos”.
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.

Palabra del Señor, Gloria y Honor a ti Señor Jesús.

Estimados hermanos, este día encontramos dos grandes lecciones: Estamos enviados a evangelizar y si tenemos a Cristo, nada nos faltará.

Sobre la primera ya he hablado en otras ocasiones. Solamente retomo que desde nuestros sitios de trabajo debemos dar testimonio y evangelizar a nuestros semejantes.

Sobre la segunda lección es que deseo tomar especial atención pues es un hecho muy difícil de comprender y hacer vida. Imagínense el mandato de Jesús: No llevar pan para el camino, ni alforja, ni dinero. En pocas palabras que no nos preocupemos por lo material. Algo que parece ser muy contradictorio pues todos trabajamos día a día por nuestro sustento. Ojo. No estoy diciendo que no debemos trabajar por el pan de cada día y dejar a nuestras familias desamparadas, porque así dice la Palabra de Dios.

Lo que debemos comprender es que los bienes materiales nunca deben estar primero que todo, porque el verdadero sentido no es ese. Si trabajos por bienes materiales; que estos sean para acercarnos mas a la familia, amigos y nuestra comunidad religiosa.

Si estás perdiendo el camino retómalo y si tu enfoque es que los bienes solo son un medio y no un fin, ánimo sigue adelante.