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Tiempos de inversión

El tiempo es un recurso no renovable: es irrecuperable.

Nadie puede agregar un minuto más al día de hoy, y tampoco se puede regresar al día de ayer. Quizá usted se haya preguntado: Si todos los seres humanos contamos con el mismo tiempo, ¿por qué sólo algunos logran más que la gran mayoría? ¿Qué secretos poseen esos elegidos para realizar más que los demás? ¿Cuál es el secreto para aprovechar más el tiempo?

La clave está en decidir entre “invertir o gastar el tiempo”.

Cuando una empresa realiza inversiones aumenta el valor de sus activos. La empresa incrementa su valor por las inversiones en maquinaria, tecnología, instalaciones, etcétera, que en el futuro darán mayores ingresos. Se trata de bienes productivos. Los gastos, en cambio, se van directamente a resultados; son pérdidas para la organización.

Es el mismo caso cuando pagamos el alquiler de una casa, no estamos capitalizando absolutamente nada y, por supuesto, no se espera ninguna rentabilidad de esos pagos en el futuro. A diferencia, los pagos a cuenta de un terreno o una casa se destinan en parte a amortizar la deuda y, a la larga, la propiedad será nuestra; estaremos capitalizando un bien y nuestro patrimonio mes a mes se irá acrecentando.

Algo similar sucede con el tiempo; solamente existen dos opciones: gastarlo o invertirlo.
Si yo el día de mañana deseo ganar más, hoy debo invertir en mi preparación; si deseo tener una mejor condición física hoy debo invertir en mi salud; si deseo tener una mejor relación con mi pareja, hoy debo invertir capital emocional esforzándome en comprenderla, en darle reconocimientos; si deseo tener un mejor ambiente familiar, hoy debo invertir en la atención y educación de mis hijos; si deseo tener una empresa productiva y de alta calidad, hoy debo invertir en tecnología y en capacitación.

Y así podemos enumerar un sinfín de ejemplos, pero el paradigma es: Si deseo una mayor rentabilidad o ganancia en cualquier aspecto de mi vida, hoy debo invertir. Y el recurso más valioso que poseemos todos los seres humanos es el tiempo.

No entiendo por qué la mayoría de las personas se dedica a gastar el tiempo y después no se explican por qué les va tan mal. Alguien hizo la siguiente reflexión: “Ustedes son 300 egresados de una famosa escuela, de hecho una de las mejores del país; piensen que solamente unos cuantos de ustedes van a destacar en su profesión; la mayoría se quedará en el anonimato y en la mediocridad, pero ¿cuál será la razón? ¿Cómo explicarlo? ¿Buena o mala suerte? Todos tuvieron la misma preparación, los mismos profesores, las mismas atenciones y oportunidades; entonces ¿por qué unos cuantos triunfan y la mayoría fracasa?
?La diferencia radica en que unos invirtieron su tiempo y la mayoría lo gastó inútilmente.
Este concepto se aplica tanto a los aspectos materiales como a los afectivos y los espirituales: el tiempo dedicado a los amigos, a la pareja, a la familia o a la vida espiritual, es un esfuerzo de inversión que hay que hacer si se desea lograr una calidad de vida superior.

Recuerde el minuto que gastó en vez de invertirlo no volverá jamás.
Aprenda a invertir en su vida y esto le redituará ganancias.

Si su vida se limita a gastar esto le redituará solamente fracasos.

y esto es exactamente lo mismo en la vida espiritual. Si usted no invierte su tiempo con Dios, pensando que es una pérdida, no obtendrá las bendiciones que espera y mucho menos la vida eterna.

Ánimo, hay que aprender a invertir tiempo para lo material, pero sobre todo, para lo espiritual que al fin y al cabo es lo que más cuenta.

Los 6 errores del hombre

Buscando un poco en internet encontré esta reflexión que me llamó la atención. Hay muchos aspectos de los que trata que si los empleamos en nuestra vida, pienso que cambiaría drásticamente. Veamos:

 

1: La ilusión de que las ganancias personales se consiguen aplastando a los demás.

 

A pesar de los años transcurridos este es un grave problema que todavía nos acompaña. Muchas personas creen que pueden llegar a ser más importantes encontrando defectos a los demás.

 

Debemos estar alertas, porque en muchas oportunidades, nuestras críticas son sinónimos de nuestras carencias, de nuestros errores.

 

Para evitar o corregir este error, debemos concentrarnos  en nuestra propia vida y en cómo mejorarla. Hay dos formas de construir el edificio más alto de la ciudad: Una es destruyendo todos los demás edificios; la otra es trabajar en tu propio edificio y ver como avanza.

 

2: La tendencia a preocuparse por las cosas que no se pueden cambiar o corregir.

 

No vale la pena preocuparse por las cosas sobre las que no tienes control, porque si no puedes hacer nada, no tiene sentido que te preocupes, por ejemplo la muerte de un ser querido, un terremoto, porque no tienen marcha atrás.

 

En segundo lugar, no tiene sentido preocuparse por las cosas sobre las que tienes control, porque si tienes el control, no hay razón para preocuparse. Si un negocio está resultando de la mejor manera no tienes porque preocuparte si en el futuro te va a ir mal. Disfruta lo que tienes.

 

Cuando puedas hacer algo, cambia de actitud y empieza a aplicar una estrategia.

 

3: Insistir en que una cosa es imposible, sencillamente porque no podemos conseguirla.

 

Para calmar esta sensación, querido lector, vamos a partir de la siguiente premisa: “Lo único imposible en esta vida es arrugar los dientes”.

 

Muchas personas se dejan dominar por el pesimismo.

 

Hoy, y tengámoslo muy presente, la novedad es lo imposible, visto como una oportunidad de negocio. El mercado está sembrado de hacedores de imposibles. ¿Tú eres uno de ellos?

 

4: No querer prescindir de preocupaciones banales.

 

Muchas personas tienen la costumbre de preocuparse por cosas insignificantes.

Para evitar o corregir este error, sencillamente trabaja en lo que consideres importante; es decir, en aquello por lo que todos deberíamos preocuparnos. El bienestar del alma por ejemplo.

 

 

5: Rechazar el desarrollo y el perfeccionamiento de la mente y no adquirir el hábito de leer y estudiar.

 

Ya muchos de los títulos que poseemos están obsoletos. Espero que tu conocimiento no. Hoy los títulos deben indicar su fecha de vencimiento. En esta era de cambio, que ya vaticinaba Cicerón, es cuando más necesitamos el conocimiento novedoso de nuestro lado. Hay que invertir en la preparación, ya que es más costosa la ignorancia.

 

6: Intentar obligar a los demás a creer y vivir como nosotros.

Cultiva tu propio jardín y abandona tu tendencia a examinar y juzgar como los otros cultivan el suyo.

 

Todos somos diferentemente iguales y tenemos el pleno derecho a la libertad de elegir. Una de las principales características de las personas plenamente realizadas es que no desean controlar a los demás.

 

Obligar es el arte de la contradicción. Es más fácil enseñar caminos y dejar que cada quien escoja su sendero.

 

Recuerda: En la variedad, está la emoción de la vida…

 

 

Eliminar obstáculos para llegar a Jesús

Como es costumbre, reflexionemos sobre el Evangelio de este domingo 3 de noviembre tomado de san Lucas 19, 1-10.

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”.
El bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Es importante darse cuenta de la actitud de Zaqueo. Él supo reconocer dos verdades: A Jesús como su Salvador y que debía reinvindicarse por el mal que había cometido. Estas actitudes son una invitación para nuestra vida. Darnos cuenta de nuestros pecados o de nuestro mal obrar también implica tomar acción para remediar el daño ocasionado o no continuar en ello.

Otro elemento que destacar de Zaqueo es la búsqueda de Jesús para salir de su situación. Así nosotros debemos ser conscientes de ello y llegar hasta los pies de nuestro Salvador, sin importar los obstáculos que se nos presenten. Como el personaje de este pasaje bíblico, subámonos a un árbol si es necesario, eliminemos todo obstáculo que nos impide ir al encuentro del Nazareno.

Te invito a continuar luchando en esta vida. Recuerda: Que tus problemas sean retos a superar y tus obstáculos, peldaños para alcanzar el éxito.