Archivo por meses: febrero 2014

¿Qué te preocupa?

Meditemos la Palabra de Dios

Evangelio según San Mateo 6,24-34. 

Dijo Jesús a sus discípulos: 
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. 
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? 
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? 
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? 
¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. 
Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. 

Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! 
No se inquieten entonces, diciendo: ‘¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?’. 
Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. 
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. 
No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. 
Palabra del Señor, gloria y honor a ti Señor Jesús.

Reflexión:
Una vez más Dios nos demuestra su amor, a la vez nos insiste en aumentar nuestra fe. Como seres humanos, en la mayoría de las veces solo miramos lo que se nos muestra a simple vista, no consideramos la importancia que tiene el alimentar nuestro espíritu con la palabra de Dios, de llenarnos de paz a través de la oración. Por ello, es importante que mantengamos la calma en cualquier circunstancia, Dios nos acompaña y alienta en la medida que lo busquemos, las cosas del mundo se quedan aquí, mas nuestra alma sobrepasa la muerte.

Entonces, preocupémonos por llenar nuestro corazón con la bondad de Dios, no nos desesperemos por la ropa, la comida y todas esas cosas materiales que en exceso nos alejan de Dios. Confiemos en Él y aprendamos a vivir según su voluntad.

Que Dios te bendiga abundantemente hoy y siempre.

Pbro. Martín Avalos

No ignoremos al hermano necesitado

La palabra de Dios nos anima a cumplir con los mandamientos, a realizar las obras de caridad de misericordia y justicia. Que realicemos, el buen uso del dinero.

Dios, conoce nuestros corazones, lo que es estimable para los hombres es abominable ante Dios, por eso Jesús nos pone este ejemplo del hombre rico que vestía de púrpura y banqueteaba espléndidamente cada día y un mendigo llamado Lázaro. Lo que reflexionamos o comprendamos que no es malo ser rico, no es malo tener dinero, que si somos adinerados nos vamos a condenar o si somos pobres nos vamos a salvar.

Ya que, hay pobres ricos, y ricos pobres. Es lo que cuenta nuestra actitud, también depende como hicimos fortuna, si es a esfuerzo del trabajo digno o fue mal adquirido, llevándonos a todos los hermanos sin importarnos hacedle daño, o si el dinero es causa de nuestra perdición y nos lleve a la condenación, alejándonos de Dios, ya no nos queda tiempo para ninguna actividad de la iglesia, solo pensamos es nosotros mismos y en nuestros placeres, como le pasaba al rico del que nos habla el texto.

Pero si Dios, nos ha bendecido con nuestro negocio y lo compartimos con nuestros hermanos, estamos pendientes de sus necesidades, dando el tiempo para trabajar en la obra del Señor. Si vemos a Cristo sufriente, en el hermano necesitado y enfermo, nos unimos a él, ayudándole espiritualmente y económicamente, actuando así nos ayudará para nuestra salvación.

Pidamos a Dios, que nos ayude a dar lo mucho o lo poco que tenemos con nuestros hermanos, pensando que lo estamos haciendo con el mismo Cristo, entonces el nombre de cada uno de nosotros estará escrito en libro de la vida Eterna. Que María Santísima nos acompañe siempre, Amén.

¿Cuánto amas a tu prójimo?

Evangelio según San Mateo 5,38-48.

Jesús, dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

Palabra del Señor, gloria y honor a ti señor Jesús.

Reflexión:

La lectura del evangelio de este día, nos invita a que meditemos sobre nuestra relación con los demás, muchas veces nos dejamos llevar por las corrientes de este mundo, las cuales están llenas de rencor, odio, resentimiento y venganza. Por ello, es importante que como hijos de Dios, actuemos de manera sensata y humilde ante las actitudes de nuestros semejantes, como seres humanos podemos caer con mucha facilidad, pero tomados de la mano de nuestro padre eso se disipara´.

Seamos generosos con nuestros hermanos, y sobre todo con los que nos persiguen, oremos constantemente para que los sentimientos negativos no destruyan la bondad que Dios ha sembrado en nuestro corazón.

Feliz día del Señor, mi bendición para cada uno de ustedes.

Pbro. Martín Avalos

El padre y yo somos uno

Los pastores del pueblo judío pensaban lograr la unidad favoreciendo el orgullo nacional y el rencor contra los extranjeros. Jesús actúa muy diferente, queriendo reunir a su pueblo por la sola atracción de sí mismo; es suyo todo aquel que da crédito a su palabra y reconoce su voz. Los hombres suelen agruparse en torno a grandes figuras sean líderes o santos.

La fe en Cristo es la que nos une mejor que la solidaridad entre los seres humanos. El pueblo de Cristo no es una masa, esta compuesta de personas que valen cada una por sí misma y que han empezado con Él una aventura hecha de confianza y de amor mutuo, dice Jesús en su palabra: “YO LAS CONOZCO Y ELLAS OIRÁN MI VOZ “. Al hablar de Pastor la Biblia designaba a veces a Dios mismo, único Rey de Israel, a veces pensaba en el Rey Mesías enviado por Dios. Ahora Jesús nos habla de un solo Pastor, pues siendo otro distinto al Padre es uno solo con Él.

¡Qué importante es estar atento! Para escuchar y reconocer la voz del Pastor, para no ir siguiendo a los falsos pastores, que diferente de Cristo no nos dan vida eterna y destruyen nuestra vida, por eso es necesario no desviarnos de no quitar nuestra mirada de Él, no perdernos de su camino para no perecer sin esperanza. Jesús dice: “EL PADRE Y YO SOMOS UNO”, una unión tan perfecta en que el Señor nos revela su Palabra pero al mismo tiempo mantiene cada uno su propia identidad.

Pidamos a Dios que siempre nosotros estemos unidos a Él, que seamos obedientes a su voz, que estemos muy atentos a sus llamados. Que María nuestra madre nos ayude acompañándonos en nuestro caminar al encuentro de su Hijo. Amén