Archivo por meses: diciembre 2014

Porque no hay nada imposible para Dios

Evangelio según San Lucas 1,26-38.

En el sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Angel entró en su casa y la salud, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.

También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”. Y el Ángel se alejó.

Reflexión

En este tiempo de adviento estamos llamados a acoger a nuestro Señor Jesús en nuestros corazones, en este pasaje de la Biblia vemos el papel que realiza nuestra Virgen Santísima, dando un sí a la voluntad de Dios y convertirse de esta manera en la primer custodia de nuestro Señor.

De igual manera Dios nos da palabras de esperanza y confianza en Él, nos declara que nada es imposible para Él. Por ello, dejémonos llevar por su amor y nuestra vida se verá colmada de bendiciones, mantengamos la mirada puesta en Dios y abramos espacio en nuestro corazón para que nazca nuestro Rey y Señor.

Preparen el camino del Señor

Evangelio según San Marcos 1,1-8.

Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.

Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos,
así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.

Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.

Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.

Reflexión

Nos encontramos en el tiempo de preparación, adviento nos invita a que preparemos nuestro corazón para la venida del Jesús y que more en nosotros con su bondad y divinidad. Por ello, esforcémonos cada día, cumpliendo los propósitos que nos llevaran a ser mejores personas.
Pidamos a Dios que nos llene de su paz para darla al mundo, pongamos nuestra voluntad al servicio de Él y así nos veremos bendecidos con su amor.