Archivo por meses: abril 2015

Cuando los problemas te están acorralando, Cristo es la Luz

Cristo es la luz que en tus problemas resplandece, y lo interesante es que las tinieblas no prevalecen en la luz, y nunca lo harán (Cfr. Juan 1,5).

Cuando los problemas están sitiándote, la luz de la presencia de Dios puede ser una herramienta poco viable y hasta increíble. Si te estás sintiendo acorralado por los problemas y además distanciado de Dios, es tiempo que detengas todo, y coloques tu corazón en manos de Dios.

¿Cómo? Busca tiempo y espacio para hablar con Dios acerca de tus problemas y sentimientos. Permítele llevar tus cargas, entrégaselas, suéltalas de tus manos y de esa forma, Él te mostrará el camino que debes seguir.

Ante todos esos problemas que te agobian, refúgiate y espera en esa Luz que es Cristo, “Esperad en ÉL en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio” (Salmos 62,8)

No importa cuanta oscuridad veas en el mundo que te rodea, su luz continua resplandeciendo siempre, porque su poder es infinito. Debido a que eres su hijo esta luz resplandece sobre ti, pero también en tu interior.

Tú vives en medio de una generación agitada donde la oscuridad y la maldad pueden prevalecer. Y esta es la perfecta situación para que aprendas como iluminar el mundo: Dedica tiempo para disfrutar en la presencia resplandeciente de Dios, vive la oración, disfruta la reflexión de su palabra, involúcrate en el servicio.

Permite que la luz  ilimitada de Cristo recargue tus fuerzas, para que brilles visiblemente en las tinieblas que te rodean. (Cfr. Filipenses 2,14-15)

¡Cristo, ha resucitado!

¡Cristo, ha resucitado! Es la gran noticia que debemos dar al mundo.

Nos encontramos en la Octava de Pascua, que es la prolongación de la gloriosa resurrección del Señor; por esta razón la liturgia lo celebra como solemnidad durante ocho días.

Muchos, durante cuarenta días, nos preparamos para este acontecimiento; vivir la pascua del Señor, resucitar con Cristo, dejar el hombre viejo para dar paso al hombre nuevo, hacer un cambio hacia una vida nueva con Jesucristo.  Él ha vencido la muerte y nos ha ganado, con su sacrificio, nuestra salvación.

Espero en Dios que todos hayamos resucitado con Cristo, porque necesitamos en nuestro mundo hombres y mujeres que hablen y vivan como Dios, que transmitan esa alegría de ser personas nuevas, ese debe ser el fruto de encontrarse con Jesús y haber resucitado con El.

Son tiempos difíciles para todos, parece que el mundo está muerto. Nos es incapaz de darnos cuenta de los males que padece, pero no debemos conformarnos y esperar a que otros empiecen a hacer algo para cambiar nuestro mundo; con Cristo resucitado, debemos ser nosotros los que nos decidamos a dar el paso y encender una vela en vez de maldecir la oscuridad.

Que Cristo, que ha resucitado en nuestros corazones, nos fortalezca para enfrentar todos los afanes de nuestra vida y nos ayude a estar y compartir la alegría de haber resucitado con Él.

Felices Pascuas de Resurrección.