El trabajo es una bendición.

En estos días se ha vuelto a escuchar mucho la frase “Si trabajo, como”, “si me ocupo, tengo y puedo comprarme cosas”. Ciertamente es bueno ocuparse, pero no afanarse; la Sagrada Escritura nos dice que hay que trabajar por el alimento que no perece (Cf. Jn 6,27). Esto significa que si hay que trabajar, si hay que esforzarse por conseguir el pan de cada día. Dios no quita el trabajo, Él  bendice el esfuerzo y  multiplica aquello que le ponemos en sus manos.

Lo que no es válido es hacernos esclavos del trabajo; pasando día y noche, dejando de lado nuestra familia, momentos que pueden ocuparse para disfrutar o momentos para dedicar a  Dios. El trabajo no debe quitarnos los momentos que son para la familia; he visto muchos matrimonios que se han destruido porque uno de los cónyuges que trabaja mucho y no le queda tiempo para compartir. Se acaba la comunicación, se acaba la atención y, por consiguiente, el interés. Es aquí donde se manifiesta uno de los peligros que produce el trabajo excesivo.

Otros se refugian en el trabajo para huir de las responsabilidades. Personas que no quieren educar a sus hijos, dejando eso para las niñeras; pero no debería ser así. Otros tienen miedo a descubrirse y huyen de sus propios miedos.

Cuando pensamos en el trabajo, pensamos en cómo éste suple nuestras necesidades materiales, ya sean personales o de otros, pero nunca pensamos en que el trabajo sea algo que puede ayudarnos al acercamiento y a la intimidad con Dios. Él Señor nos dice a los que trabajamos que debemos hacerlo para agradarle y no para agradar a los hombres; debemos trabajar para el Señor y no sólo para los hombres porque cuando trabajamos estamos sirviendo al Señor (Cf. Col 3,22-24)

Recordemos siempre que Dios nos ha dado el trabajo como una bendición y, por lo tanto, hay que agradecerle; hay que dedicar un tiempo para descansar, para leer su palabra, participar en la Santa Eucaristía, dedicarle tiempo a la familia. Que el trabajo no nos aparte de Dios ni de nuestras familias.

2 pensamientos en “El trabajo es una bendición.

  1. telma angel

    SI,PADRE SOLO PIDO UNA OPORTUNIDA,QUE EL LADRON DEL ABOGADO EDUARDO LOPES ARGUETA, ME DEBUELBA MI DINERO ,YA QUE ROBO LA PROPIEDAD QUE ME VENDIO. EL SE LA ROBO…DIOS AYUDAME QUE EL CORAZON DE ESTE DELINCUENTE,SE ABLANDE Y ME DEBUELBA MI DINERO PARA OPERARME DEL RINON.EN DIOS COFIO Y ESPERO JUSTICIA….AMEN

    Responder

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *