Compasión… y comunidad. ¿Como activamos la compasión?

Seguir a Cristo significa vivir entre nosotros con un corazón y un alma con la actitud de Cristo; significa vivir entre nosotros con un corazón y un alma, del mismo modo que lo fue Cristo con nosotros, ¿Cómo vivió Cristo entre nosotros?: activando el servicio y la humildad. Ser discípulo significa que transites junto a tus hermanos el mismo camino. Mientras vives totalmente en el mundo, te reconoces compañero en el mismo camino y creas una nueva comunidad. Estando aún sujeto al poder de este mundo y enredado en la lucha humana, integras un grupo con un nuevo pensamiento, una nueva forma de ver y de escuchar y una nueva esperanza, ya que estás con tus hermanos, todos juntos en comunidad con Cristo.

Por lo tanto, no se te ocurra separar la compasión de la comunidad. Es una tarea imposible. La compasión se muestra siempre en comunidad, en una nueva forma de estar unos con otros. La comunidad con Cristo es la comunidad con tus hermanos y hermanas. San Pablo lo expresa muy claramente cuando llama a la comunidad cristiana “El cuerpo de Cristo”.

La presencia de Jesucristo, cuyo dominio radica en el servicio obediente, se te evidencia en la vida de la comunidad cristiana. Precisamente, en la comunidad cristiana puedes estar abierto y ser receptivo frente al dolor del mundo y ofrecerle una respuesta compasiva. Ya que es donde te congregas en el nombre de Cristo, El está presente como el Señor compasivo, misericordioso (Cf. Mt. 18,20). El mismo Jesucristo es y continua siendo la manifestación mas pura de la misericordia compasiva de Dios. ¿Quieres activar la compasión que hay en ti? Vive en comunidad y estarás receptivo al dolor y es ahí donde ofrecerás una respuesta: eso se llama Compasión!

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