Es la triste realidad de nuestro fútbol.

A pesar de los nobles esfuerzos, tiempo y dedicación de algunos dirigentes en el futbol salvadoreño, el problema de la falta de pago a los jugadores sigue siendo un tema recurrente, cancino y crónico que mina las posibilidades serias de desarrollo de nuestro balompié.

Sé por el dicho de más de algún dirigente, que muchos de ellos se esfuerzan en hacer, con lo que se tiene, bien su trabajo en cuanto a la parte administrativa, sin embargo, esto no se replica en los 12 equipos que integran la Primera División, y ni hablar de los de Segunda y Tercera, aunque, irónicamente, algunos de estos son mejor manejados que varios de Primera.

La situación es conocida, no es un secreto y es, además, reiterada, al punto de llegarse a percibir con normalidad. Hemos perdido la capacidad de asombro al ver a un trabajador sin recibir a tiempo el dinero de su salario, su pago y aún así, siendo exigido para rendir al 100 sabiéndose la precaria realidad.

Ya no es tanto preguntarnos porqué se da esta situación, pues casi todos parecemos tenerlo claro, mala organización, planificación, falta de recurso, patrocinios parecen estar en esa lista de causas posibles, sin embargo, vale la pena preguntarse, ¿qué podemos o qué se puede hacer para evitarlo?

Es aquí donde surge la figura de la «Fianza Deportiva». Legalmente, la Fianza es un contrato accesorio de garantía que persigue el cumplimiento de una obligación principal y suele confundirse tecnicamente, con una garantía real.

La Fianza como garantía personal, es la que Ud. tal vez más ha escuchado, cuando su amigo, primo o hermano le pide ser su «fiador» para sacar la tele, la refri o la casa, Ud. como fiador se compromete a pagar en lugar del deudor principal si este falla al pago. Es personal porque el fiador se pone en nombre de la persona principalmente obligada para cumplir con lo pactado.

La Garantía Real, es la que se acerca a la concepción de Fianza Deportiva, y es el contrato accesorio que liga directamente al acreedor con la cosa sujeta al cumplimiento de una determinada obligación. En el caso concreto, y para evitar seguir haciendo esto más técnico en cuanto a conceptos jurídicos, se habla de una prenda irregular, una garantía real pignorática, pero aquí y para su mejor comprensión le llamaremos «Fianza Deportiva».

En la realidad deportiva, los equipos de la Primera División, como cualquier patrono, están obligados a pagar mensualmente, semanalmente o como se haya estipulado, un pago a sus trabajadores, los jugadores en este caso, en concepto de salario. Bajo la normativa legal salvadoreña, pocas cosas son más sagradas que el salario, lo contempla así el Código de Trabajo.

Dado lo recurrente del incumpliento del pago puntual de los salarios de los jugadores y velando por los derechos de ellos, sería prudente y justo, que los equipos rindieran una fianza ante la FESUT o Primera División, para garantizar el pago de uno o dos meses de salario (como se estipule) y así los trabajadores -futbolistas- estarían protegidos y garantizando por un tiempo su ingreso. Si los equipos cumplen pagando a tiempo el salario a los jugadores todo el torneo, al final de la competencia se devuelve el dinero de la fianza al equipo, pues no se habrá utilizado dado que se cumplió siempre.

Sin embargo si algún día (como sucede ahora) los jugadores no son pagados, pueden o podrían avocarse a FESFUT o Primera a exigir a la autoridad el pago de su salario el cual debería salir de la fianza rendida con anterioridad.

Hay empresas, usualmente los bancos o las aseguradoras, que brindan esos servicios a cambio de un pago por manejo e intereses.

Soluciones y formas de garantizar existen y las mismas leyes las franquean, sin embargo, muy pocos creemos que tanto FESFUT o Primera División exigan algún día esto como requisito a los equipos que quieran inscribirse a participar en el torneo, y no por mala fe, sino por la falta misma de recurso y también de exigencia de parte de los jugadores. Mientras no haya organización ni unión en el gremio, será difícil que se les respete y respeten sus derechos, tan elementales algunos, como el salario. Si, son retrasos cortos, breves, pero retrasos al fín. Felicidades a aquellos equipos que se esfuerzan por tener sus planteles al día.