Madres de papel

Una de las primeras madres que conocí a través de los libros (y que me causó una buena impresión) fue la señora March, la mamá de Meg, Jo, Beth y Amy ¿y quiénes son ellas? las famosas Mujercitas de Luisa M. Alcott.

En los libros como en la vida hay toda clase de madres. Unas son afectuosas como la señora March, quien a lo largo de la novela acompaña y guía a sus hijas por el camino de la madurez.

Otras son definitivamente madres coraje, madres que lo dan todo por sus hijos. Entre esos casos me vienen dos libros a la memoria, uno de ficción y otro de la vida real: Santitos de la mexicana María Amparo Escandón, una novela sobre una madre que después de recibir un mensaje de un santito empieza a buscar a su hija muerta y No sin mi hija de Betty Mahmoody y William Hoffer. Betty, norteamericana, está casada con un médico iraní en los Estados Unidos y un día deciden ir junto con su hija a Irán, allí su marido decide quedarse a pesar de la oposición de Betty.

También me he encontrado con madres con un carácter bastante particular. La señora Bennet en Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, es una mamá con cinco hijas que casar. Y claro, ya que El diario de Bridget Jones de Helen Fielding está basado en Orgullo y Prejuicio la mamá de Bridget  es la versión moderna (e hilarante) de la señora Bennet.

En fin, ellas siempre están presentes en nuestras vidas, sean de papel o de carne y hueso. Son esenciales y es bueno que nos acordemos de hacerles un homenaje al menos una vez al año.

 

 

 

 

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