Por unos ojos amarillos

A veces una decisión se sustenta más en el sentido de la vista que en el sentido común.  Eso me ha pasado muchas veces con las personas y ni qué decir con los libros.

Veo la portada, leo el título, ocurre eso que llamamos amor a primera vista y ya está, me he imaginado cómo es el resto del libro. La vida es maravillosa. Se ve que no aprendo la lección.

Encima, leo en la portada o contraportada algunos datos interesantes y esas cifras que les encantan a las editoriales:  “Más de un millón de libros vendidos”; hay libros que andan por la vida sin saber qué es la humildad.

Es como si te dijeran: “Lo tiene todo, es un buen tipo, tiene su propia empresa, tiene casa, es responsable, no toma y además se lleva bien con su familia y trata bien a su madre”. ¿Qué vas a hacer? ¡Leer el libro!

Pues así fue, empecé a leer Los ojos amarillos de los cocodrilos de la francesa Katherine Pancol seducida por el titular y la promesa de una lectura feliz.

La lectura comenzó bien, Josephine me atrapó con su tragedia y su mundo medieval, su marido me intrigó y su hija me sorprendió.  Pero a medida que avanzaba aparecieron otros personajes, Josephine pasó momentáneamente a un segundo plano y entonces pasó lo que no tenía que pasar: me aburrí. ¿Me escuchas, Josephine?

Menos mal que era un libro prestado. En estos instantes debe estar otra vez listo y bien peinado, intentando conquistar a otro lector desprevenido con esos misteriosos ojos amarillos.

¿Será que no estábamos destinados el uno para el otro, que no era nuestro momento? ¿Será que hay autores que no se llevan bien con ciertos lectores?

Pasado el instante de la decepción el asunto tuvo un final feliz (por ahora): he comenzado a leer Perdida (Gone girl en inglés) de Gillian Flynn.

 

 

 

 

 

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4 comentarios para “Por unos ojos amarillos”

  1. Sandra Moreno dice:

    También me declaro una mujer débil ante una portada bien diseñada de un libro, y sobre todo de esas ingeniosas contraportadas que resumen la historia que se desarrolla en las páginas interiores de la obra. Sin embargo con el tiempo he ido puliendo mi olfato y ahora cada vez más acierto en mi elección, así que al sentido de la vista le agrego el del olfato, mejor dicho el de la intuición del alma.

  2. GUILLERMO PENA dice:

    Muy interesante. La portada es excelente. Y que bueno que existe este blog para expresarse dentro del mundo de la lectura. No lo habia visto antes. Gracias por la contribucion a la cultura a traves de la lectura.

Dejar un comentario para Marta Elena Ibarra