Para qué te decidiste a regresar

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Eso de regresar diez o cincuenta años después puede funcionar para algunos, pero no para todos. En las últimas semanas hemos sido testigos de varios regresos, unos más esperados que otros, pero todos dejando cierta polémica a su paso. Tenemos dos casos, Lo que no te mata te hace más fuerte de David Lagercrantz, sucesor de la saga Millenium de Stieg Larsson y Ve y pon un centinela, un viejonuevo libro de la autora de Matar a un ruiseñor, Harper Lee.

La chica del dragón tatuado vuelve con un lanzamiento mundial diez años y con un nuevo autor. No se preocupen, aunque el propio Larsson ni se enteró del éxito de sus novelas la nueva entrega cuenta con el aval del padre y hermano de Larsson pero no de quien fue su pareja, Eva Gabrielsson. David Lagercrantz, periodista y escritor sueco, ha dicho que durante la elaboración de la novela sintió terror de no poder estar a la altura de un personaje con tanto peso como Lisbeth Salander.

Quizá el título no sea la mejor elección. Lo que no te mata te hace más fuerte, te recuerda a una canción o a un refrán. No tienen ni el misterio ni la poesía de sus antecesores: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire.

En todo caso, algunos críticos y hasta amigos de Larsson le están dando el visto bueno aclarando que si bien Lagercrantz es bueno no es Larsson, qué se le va a hacer.

Un panorama menos alentador enfrenta la segunda parte 55 años después de Matar a un ruiseñor, la novela con la que su autora ganó el Premio Pulitzer y que fue todo un best seller en su época (éxito editorial y comercial).

Se podría pensar que porque la segunda parte la escribió la misma autora tendría el éxito (comercial) garantizado, pero no ha sido así. Un nubarrón de decepción ha rodeado su regreso y ya en algunas librerías estadounidenses han devuelto el dinero a los lectores que se sienten engañados. ¿La razón? Tal parece que Ve y pon un centinela se publicó sin un trabajo fino de edición, sobre todo teniendo en cuenta que ahora se le considera un borrador escrito hace más de cincuenta años.

Ya veremos si Lisbeth y Scout sobreviven a su propia resurrección.

 

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