Una de mis víctimas de los derramamientos de leche y galleta fueron los libros de la colección Lo sé todo de la editorial Laurosse. Eran unos libros enormes y pesados (para un niño) de pasta roja en los que enigmáticamente se leía: Lo sé todo. Eso fue suficiente para interesarme.
Los Lo sé todo hablaban de precisamente de todo: historia, ciencia, geografía, reseñaban novelas, vidas de artistas, escritores, reyes acompañados siempre de ilustraciones a color.
Estuve leyendo la entrada “Con determinada determinación”. Muy bueno. Muy cierto lo que ha escrito. Si pudiésemos inculcar ese hábito en los niños, la sociedad cambiaría.
Buen Blog.
Feliz día.