¿Por qué es noticia un hombre a punto de morir?

Qué: Una persona está a punto de ser arrollada por un tren.

Quién: Su nombre era Ki-Suck Han, padre de familia de 58 años.

Dónde: Ocurrió en el metro de Nueva York.

Cuándo: El martes pasado.

Cómo: Según las primeras indagaciones policiales Han fue empujado por un extraño a las vías del metro.

Por qué: Por ahora la pregunta permanece abierta. No se sabe qué motivó al extraño a empujar a Han.

 Sin embargo, la tragedia no quedó en el anonimato.

Qué: Un fotógrafo freelance tomó las fotografías de Han intentando subir y salvarse.

Quién: El nombre del fotógrafo es R. Umar Abbasi.

Dónde: En el metro de Nueva York.

Cuándo: El martes.

Por qué: De acuerdo con la versión de Abbasi su intensión era alertar a los conductores con los flashes de su cámara. Su decisión de tomar fotos en lugar de ayudar ha sido duramente criticada. Ninguno de las personas presentes ayudó a Han.

Pero el asunto fue más alla. El New York Post publicó las fotos.

Qué: Entonces la foto de Han a punto de morir se convirtió en la portada del NY Post.

Quién: NY Post es conocido por el tratamiento sensacionalista de los hechos, principalmente en sus portadas.

Dónde: En Nueva York (aunque la portada ya le dio la vuelta al mundo).

Cuándo: El martes (aunque las críticas continúan).

Por qué: ¿Por qué un medio de comunicación decide publicar una foto de una persona a punto de ser arrollada por un tren? ¿Qué razones tendrían los editores? ¿Dinero? ¿Deseo de informar? ¿No esconder la dura realidad a sus lectores por muy dura y cruda que sea?

 No es la primera vez que el periodismo se ve enfrentado a estos dilemas. Cubrir o ayudar es una pregunta difícil de contestar.

Más difícil es decidir publicar, en una época donde el derecho a la intimidad va quedando en el olvido y de paso se nos olvida que todos tenemos dignidad, que inclusive muertos siguen siendo personas.

No ha sido fácil. No lo fue durante la guerra de Vietnam, cuando el fotógrafo Nick Ut tomó la foto de una niña quemada por el Napalm. No lo ha sido para ningún fotógrafo de guerra, incluida la de El Salvador.

Tampoco es fácil fotografiar a niños sufriendo de hambre en Africa, personas muertas por las inundaciones en Centroamérica. No es fácil, pero en estos casos el interés informativo está claro.

Sin embargo, cuando se tiene a personas lanzándose al vacío de las Torres Gemelas, a la princesa Diana agonizando en la escena del accidente o el rostro baleado del futbolista paraguayo Salvador Cabañas, se cruza la línea entre informar y alimentar el morbo de las personas para vender más.

Quizá es necesario que volvamos a lo básico y preguntarnos qué es noticia, analizar las circunstancias. Preguntarnos para qué quiero que mi lector o  mi audiencia, contemple el último instante con vida de una persona.

 

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3 comentarios para “¿Por qué es noticia un hombre a punto de morir?”

  1. Pablo dice:

    Estoy totalmente de acuerdo con usted y de manera muy especial en la parte en que dice que vivimos “en una época donde el derecho a la intimidad va quedando en el olvido y de paso se nos olvida que todos tenemos dignidad, que inclusive muertos siguen siendo personas.”

    Una cosa es la crónica periodística y otra muy distinta es la nota sensacionalista. No hay que confundir ambas.

    Desgraciadamente abundan en todas partes esos “seudoperiodistas” (porque ni siquiera merecen ser considerados como verdaderos periodistas) que se nutren del amarillismo para convertir el sufrimiento de la gente en mercancía mediática para ser consumida por el público en general. Tal vez creen que el morbo sube los índices de audiencia de sus programas televisivos o dispara las ventas de sus periódicos, pero hacer eso a costa de la desgracia de otras personas es simplemente repugnante.

    Y parte de eso, en el caso de El Salvador debemos tener presente que el Artículo 2 de la Constitución garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen de todas las personas, pero tal parece que para el amarillismo o sensacionalismo, esos derechos humanos reconocidos constitucionalmente en nuestra patria y en otros países son insignificantes o inexistentes.

  2. @chezr1 dice:

    Que triste realidad. Aunque, a decir verdad, me parece hasta un poco ingenuo (si no es que estúpido), el llegar al punto de tener que cuestionarse sobre si cubrir la noticia o ayudar a la persona en peligro. Al final, se perdió una vida por la incapacidad de otro de valorarla. Consecuencias del desmoronamiento del sistema de valores donde la vida es un tesoro (y que conste, un tesoro que no se mide en oro).

  3. Su pregunta denuncia la gravedad demostrada por una conducta
    En situaciones como estas, para su valoración, quizá convenga observarlas con un cierto alejamiento; dejar que el protagonista exprese la respuesta por si mismo.
    Su profesión es fotógrafo, mira lo que sucede, la agresión, un hombre a punto de ser atropellado por el tren y dispara su dispositivo; después sacará el mayor rédito posible a su trabajo y lamentará el suceso.
    Casi todo lo expresa él.
    El hombre en peligro supone para él un objeto secundario, ni alarmas, ni petición de ayuda, ni desespero, ni movimientos de socorro. Estaba muy cerca del suceso.
    Será muy difícil modificar las tendencias mayoritarias dispuestas al seguimiento de dichos espectáculos y comportamientos.
    Alguna semejanza hay, o mucha, con los soldados que obedecen órdenes crueles, secuaces con frialdad asesina, ejecutivos acaparadores a costa de las miserias extremas y otros desapegos de semejante calaña.
    Saludos cordiales.

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