2012 La ciencia contra el fin del mundo

¡Exploremos!

Escrito por: Jorge Colorado      Publicado: 10-03-15      Comentarios: 0

El Salvador, como siempre, se encuentra al rezago en investigación y desarrollo, en los últimos dos años la cuestión agudizó a tal punto que nuestra posición iberoamericana –según el ranking de SCImago 2013 de publicaciones– nos ha colocado debajo de Haití y Guyana Francesa. Los fondos que destina el país en investigación y desarrollo científico son pírricos en comparación con otros rubros menos importantes.

Nuestra clase política mantiene un divorcio con la ciencia, nunca se la ubica dentro de sus planes de gestión pública, para muestra un botón: En la pasada contienda por la alcaldía de San Salvador, ni Nayib Bukele o Edwin Zamora mencionaron algo de ciencia en sus discursos (seamos sinceros que tampoco los votantes pensaron en ella). Siendo San Salvador uno de los municipios que recibe más recursos, podría dedicar un pequeño porcentaje de sus ingresos para financiar doctorados o proyectos de investigación nacional y ni digamos que podría hacer el municipio en cuanto a la promoción y difusión del conocimiento.

La ciencia no solo es un cúmulo de conocimientos, sino una manera de pensar, sus beneficios son a mediano y largo plazo, lo cual pone de cabeza a los políticos que desean resultados inmediatos y prácticos. Por otro lado la ciencia nunca termina de responder a sus preguntas, por cada respuesta obtenida,  nacen más preguntas. Tales dimensiones son incomprensibles para los políticos, quienes primero prefieren destinar raquíticos fondos para el arte o el deporte que para la ciencia. 

Las municipalidades bien podrían financiar investigación científica o un programa de doctorados, pero quien tiene una obligación directa es el gobierno central. Hay que reconocer algunos avances, desde el 2009 se instituyó el Viceministerio de Ciencia y Tecnología, subordinado al Ministerio de Educación. Desde entonces el Viceministerio ha tenido algunos logros, uno de ellos fue cabildear con la Asamblea Legislativa para aprobar la Ley de Desarrollo Científico y Tecnológico, lamentablemente yo soy de la creencia que el Viceministerio mantiene una agenda demasiado discreta en cuanto a su gestión a nivel nacional.

Hace pocos meses se perdió la oportunidad de conseguir un financiamiento para la ciencia y la tecnología de 30 millones de dólares del BID, esto gracias a que la Asamblea Legislativa no aprobó el préstamo. El viceministerio falló en establecer el cabildeo necesario para solicitar el dinero y tampoco pidió apoyo en los investigadores y científicos nacionales, los cuales podrían haber expuesto ante los diputados y a la sociedad lo importante de los fondos.

Se perdió una gran oportunidad, aunque se supone que se ha pedido una prorroga.

II

Creo que como nación nos falta curiosidad y el deseo de explorar, otras naciones han hecho de la exploración una característica de su identidad, nosotros no, somos un pueblo conformista que posee poca perspectiva en la innovación, con muchos tabúes en cuanto al conocimiento, con profundos dogmas religiosos contrarios a la razón y mucha indiferencia por el mundo que nos rodea..

Por fortuna los niños son curiosos por naturaleza, ellos no tiene problema en aceptar el conocimiento científico para explicar la realidad, he visto niños que prefieren la versión científica de la formación del mundo, sobre la versión mitológica.  Tenemos esperanza. 

Lo mejor que podríamos hacer como sociedad es involucrarnos y apoyar dos o tres grandes líneas de investigación, dedicar los siguientes años en explorar y obtener conocimiento que seguramente nos sorprenderá. Algunos son temas de gran importancia porque de ello depende la vida de mucha gente, por ejemplo ¿por qué nuestros trabajadores de la zona de La Paz tienen serios padecimientos renales?, ¿Qué está ocurriendo en esa zona, es algo propio del cultivo de la caña o de algo más que no hemos detectado?, ¿Qué podemos hacer con los enfermos que padecen de la Enfermedad Renal Crónica? considerando que no somos capaces de revitalizar un riño dañado (todavía), los enfermos renales deberían por lo menos tener acceso a un banco de trasplantes (para lo cual no existe tal banco, ni política de trasplantes). Existen investigaciones médicas que han iniciado desde hace varios años, pero todavía no llegan a buen puerto, se necesita investigar más.

Corte de un riñón con insuficiencia, imagen dominio público

Corte de un riñón con insuficiencia, imagen dominio público

En los últimos años  un grupo de ingenieros salvadoreños están muy interesados en impulsar la industria aeroespacial en El Salvador, ellos tienen varios planes de desarrollo que pasan por lanzar un cohete salvadoreño que llegue al espacio, así también un drone estratosférico y un robot espacial. La tecnología espacial es algo que El Salvador debe y puede desarrollar.  Creo que el Estado debería de prestar interés en desarrollar esta tecnología, una de nuestras mejores cualidades es nuestra ubicación tropical, ello nos da una enorme ventaja en cuanto al gasto energético que necesita un cohete para llegar al espacio.

Lanzamiento de cohete desde Sonsontate, Agosto 2014, imagen Francisco Sansivirini

Lanzamiento de cohete desde Sonsonate, Agosto 2014, imagen Francisco Sansivirini

Y ni digamos de nuestros sitios arqueológicos, cuando se le dice a los visitantes de Joya de Cerén que apenas se ha investigado menos del 10% de la antigua villa mesoamericana, muchos nos preguntamos ¿Por qué no se explora más el sitio Joya de Cerén? Bien, ahí tenemos un área de desarrollo increíblemente interesante y con grandes perspectivas para nuestros científicos.  Eso sí, es muy importante considerar que desde el momento que una de estas edificaciones antiguas se exponen al exterior, comienza un proceso de deterioro, si vamos a explorar y traerlas al presente, debemos de tener la capacidad de asegurar su conservación.

Imagen de sitio arqueológico Joya de Cerén, imagen por Jorge Colorado

Imagen de sitio arqueológico Joya de Cerén, imagen por Jorge Colorado

Siempre me he preguntado porque no exploramos el océano que tenemos frente a nosotros, nuestro país se encuentra ubicado frente a la Fosa Oceánica Mesoamericana, es un lugar interesante y misterioso que podría contener recursos que podríamos explotar.

Llegar e investigar la Fosa Oceánica podría desarrollar toda una generación de ingenieros en materiales, electrónica, al igual que los cohetes al espacio, no es tanto lograr la hazaña de alcanzar lo profundo del océano o salir de la atmósfera, sino todo lo que aprendemos tratando de lograrlo.

Llegar hasta el fondo marino es un gran desafío, pero si elaboramos un plan de exploración de varias décadas podríamos construir pequeños submarinos que investiguen la flora y la fauna abismal, asimismo deberíamos de comprender a detalle como es el movimiento de subducción de las placas, necesitamos conocer cuando cambia su fisonomía debido a los terremotos. Tenemos una “terra incognita” debajo en nuestro litoral, por otro lado, es geopolíticamente importante que tengamos presencia y conocimiento de lo que hay bajo las aguas de nuestra costa.

Imagen de Google Maps de la zona de subducción mesoamericana

Imagen de Google Maps de la zona de subducción mesoamericana

En nuestro litoral tenemos trabajo para generaciones de biólogos, geofísicos e ingenieros, pero sobre todo el sueño de explorar un sitio desconocido ¿saben el impacto que eso genera en los niños la curiosidad? los niños necesitan modelos a seguir, ¿qué mejor modelo que un ciudadano curioso, crítico, educado que se interesa en su entorno y se dedica a la ciencia? 

Sino exploramos y dedicamos dos o tres planes a nivel nacional seguiremos en las mismas y nos llegará el siglo XXII con las taras de siempre.