TORMENTAS DE ODIO

En El Salvador sufrimos de tormentas de odio a diario, muchos vivimos odiando a todos los que nos rodean, les criticamos sin conocer , les criticamos por ofender; las redes sociales nos ayudaron a evolucionar en alguna manera, pero a la vez nos han empujado a mostrar nuestros verdaderos colores y sentimientos, ya que no tardamos en publicar críticas o en dar opiniones de temas que no dominamos o no conocemos pero lo hacemos con el deseo de dañar y no de colaborar o cambiar las situaciones que otros están viviendo.

El Presidente Mauricio Funes reunió a los dueños y presentadores de televisión para pedir que comuniquen la noticia y no la comenten como muchos de nuestros noticieros locales que buscan raitings y protagonismo, les hizo ver lo destructivo que puede ser para la sociedad en general el distorsionar la verdad; no es una ley mordaza tampoco una amenaza sino una petición de todo corazón que ya no se siga vituperando al Pueblo con los comentarios distorsionados de la mayoría de comunicadores.

Nosotros los padres de familia no nos quedamos atrás, ya que cuando corregimos a nuestros hijos lo hacemos con sarcasmo y muchas veces con abuso, no les motivamos a cambiar sino que les imponemos las cosas como si ellos no tienen capacidad de análisis o poder de decisión; creemos que son nuestros esclavos no reconocemos sus derechos sino sólo sus deberes. En ocasiones les dañamos el corazón y no pensamos si realmente tienen ellos la razón.

Las tormentas de odio surgen en el medio, estas tormentas surgen en el corazón es por ello que son difícil situación para todo aquel que está pasando por esta estación, este tipo de fenómenos afecta a sociedades enteras, este tipo de fenómenos trunca cualquier carretera. Hace algunos días los Diputados de nuestro País El Salvador se recetaron un aumento salarial injustificado el cual les dejo en muy mal predicado, jóvenes salieron a las calles a defender sus derechos pero en su corazón no reinaba la justicia ni la igualdad sino un deseo de venganza acompañado por sarcasmo y frialdad; al escuchar sus palabras y escuchar su protesta se notaba la ira y el odio, las lágrimas de su verdadero oprobio el resentimiento.  

Paremos ya esta tormenta que siempre deja algo que nos atormenta, odio y resentimiento que es el resultado de no tener paciencia para con los que están del otro lado; un buen consejo seria suficiente para este tipo de gente no es necesario comportarse indecente, para poder hablar es primordial primero aprender a escuchar. La confrontación nos lleva a una mayor devastación, rompe familias, rompe el corazón; una dosis de tolerancia  acompañada de paciencia será la fórmula ganadora para no seguir en el desenfreno de repartir por el mundo puro veneno.

Anímate a marcar la diferencia, no leas este artículo con indiferencia toma esta apalabra y confronta tu conciencia.

2 respuestas a «TORMENTAS DE ODIO»

  1. Gracias Pastor muy buena reflexión, es importante aprender esto para ser cada día buenas personas así como Dios nos mando a este mundo amarnos unos con los otros.

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