Luego de la salida por la puerta trasera de México de Copa Confederaciones al ser goleados 4-1 por una Alemania alternativa, Juan Carlos Osorio tendrá que lidiar con sus propios demonios pero no por mucho, en apenas días se viene un torneo que ahora más que nunca se puede volver en «bálsamo» para la selección Azteca.

Desde un principio sabíamos que México se partiría en dos para afrontar estos dos torneo, y que le apostaba más a la Confederaciones por los nombres que colmaban la lista. Ahora eliminado en semifinales, la atención se centrará sobre los 23 que estarán en Copa Oro, en San Diego el próximo domingo 9 de Julio para enfrentarse a la Selecta… y la que se nos puede venir…

Si bien es cierto un torneo no tiene nada que ver con otro y que ni siquiera ganando Copa Oro se sanarán las heridas del 4-1 ante Alemania que reubica a México en su realidad, me levanté hoy preguntandome, por aquello de que cualquiera podría pensar que el Tri buscará quien le pague los platos rotos… ¿es un mal momento para jugar contra México? ¿o no?

Sin duda los que jueguen Copa Oro buscarán alegrar el ojo del seleccionador, del público, de la prensa, demostrar que ellos también pueden, que pueden resolver los partidos de CONCACAF como debe resolverlos un equipo que se jacta de ser muy superior… que pueden estar en la lista «A» de México… y ese rival que este en frente para eso es… si, la Selecta Cuscatleca.

Habrá que afrontar el partido con cautela, como siempre se le debe jugar a México, pero sobre todo concientes de que los juegos contra Jamaica y Curacao representan grandes oportunidades para medir nuestro nivel en la región.