La Corrupción debilita nuestra democracia.
Fernando on Diciembre 15th, 2008
Más que un tema electoral, la corrupción debe ser algo relevante para todos los ciudadanos y debemos estas vigilantes hacia estas prácticas en todo momento. Más que un discurso electoral, el repudio a esta práctia debe ser un denominador común en todos los candidatos, y aún más importante en todos y cada uno de los funcionarios públicos.
Es importante reconocer que la corrupción no es exclusiva a un nivel nacional, también lo podemos encontrar a nivel local en las alcaldias municipales. No es necesario ser un experto en la materia para reconocer o identificar estas práctictas, pero debemos ser responsables al lanzar acusaciones y hablar del tema. Desde nuestro punto de vista, la corrupción es uno de los factores por los cuales la ciudadania le pierde la confianza al sistema político. El combate a la corrupción es entonces un factor decisivo en el esfuerzo para fortalecer nuestra democracia y debemos abordarlo con seriedad.
La corrupción a nivel gubernamental, ademas de debilitar nuestra democracia, es que hace menos eficiente los servicios por los cuales pagamos todos con nuestros impuestos. Si es dinero el que se está robando, cada dolar que desaparece de un gobierno o una alcaldia, es un dolar menos para invertir en educación y salud. La reducción de procesos burocráticos ayuda a evitar oportunidades de corrupción. Entre menos procesos burucráticos existan, menos voluntades vulnerables existirán. De la misma forma podemos estudiar de casos de éxito en lucha contra la corrupción donde se ha visto incrementado la confianza de la empresa privada y un signicativo incremento en la generación de empleo.
La pregunta necesaria es sobre nuestra responsabilidad ante las prácticas de corrupción. Más que indignarnos o criticar les planteo la siguiente opción: la denuncia. A algunos les puede dar miedo denunciar, o simplemente no creen en el sistema de justicia que su denuncia va a tener algun resultado que mejore la calidad del aparato público. El Tribunal de Etica Gubernamental se creó con la intención de ser un instrumento para la ciudadania de contrarrestar la corrupción. Somos nosotros los ciudadanos los que daremos las armas necesarias a este aliado para combatir la corrupción con nuestra denuncia resposable y nuestra información. Si conocen de algún hecho de corrupción y no lo denuncian, quedan en la misma posición de la persona, o las personas, que se estan lucrando o beneficiando de esta misma práctica. Por otro lado, la Fiscalia General de la República debe acercar la herramienta de la denuncia a la población, haciendo de esta un proceso confidencial, justo y sobre todo: que sea efectivo en el esfuerzo por sanear el Estado.
La Corte de Cuentas no puede ser un instrumento de los partidos politicos, no puede ser un punto en la negociación, ni mucho menos un espacio de represión. En esta campaña se ha abordado el tema de la Corte de Cuentas sugiriendo su despartidización, y creo que estamos en un importante momento de evaluación donde podemos hacer estos cambios y estas reformas necesarias para reestablecer la confianza de la ciudadania en la clase política.
La LACAP es una herramienta para cerrar los espacios en donde se puede encontrar la corrupción en las contrataciones y las licitaciones públicas. Una insitutición pública debe regirse por la LACAP y los ciudadanos debemos entender sus implicaciones para hacer las denuncias respectivas y evitar que utilicen la LACAP como escudo para la corrupción o para que funcionarios públicos se lucren de estos procesos. En todo caso, los partidos politicos deben entrar en una discusión seria de como mejorar esta legislación. Somos nosotros los ciudadanos los que tenemos que asegurarnos que este tema permanezca sobre la mesa.
Es muy fácil soltar acusaciones sin fundamento, pero la democracia salvadoreña necesita hombres y mujeres valientes que asuman sus papeles como ciudadanos responsables para combatir estas prácticas que nos afectan a todos por igual. Lo bonito de una democracia es que cada cierto tiempo nos dan la opción de ratificar a los funcionarios de elección popular o bien cambiarlos por otros que creemos pueden hacer un major trabajo. El voto y las elecciones deben ser entonces un referendum ante la corrupción.
Nosotros los ciudadanos debemos ser claros en nuestro mensaje de rechazo a estas prácticas. Los invito a preguntarles a los partidos politicos si asumen este mismo rechazo en su discurso y en la práctica.