¿Estoy orgulloso de ser Salvadoreño?

La verdad es que una pregunta que me he estado haciendo últimamente y la verdad creo que la respuesta es no. Pero antes que me saquen las antorchas y los picos, creo que es necesario que sepan que el lo que me ha llevado a semejante conclusión.

 

Mis padres y mis abuelos por años me han vendido la idea que el Salvadoreño es una persona de valores, trabajadora, que no se deja derrotar tan fácil ante las adversidades de la vida. ¿Pero cual es la realidad que yo veo?

 

La realidad es que el Salvadoreño, talvez, en alguna época, antes de la guerra civil de los años 80’s, pudo haber tenido todas esas cualidades de las que tanto me hablan, pero durante el período de la post guerra, el Salvadoreño se convirtió en un ser haragán, que espera que todo le caiga del cielo, que espera que el gobierno y la demás gente le resuelva sus problemas.

 

El salvadoreño que yo conozco es prepotente y mal educado, no saluda

Cuando entra a un lugar, no le gusta hacer fila, no espera a que el carro de enfrente pase en el alto y en su lugar se le atraviesa para pasar él primero.

El salvadoreño que yo conozco aparentemente cree que tiene todos los derechos del mundo, pero nunca reconoce que con todos esos derechos, también vienen obligaciones y, por si fuera poco, sus derechos son absolutos y le importa poco los derechos de los demás.

 

Lo grave es que cuando se encuentran dos de estos personajes en un mismo lugar, ahí se ponen peor las cosas, por que ninguno reconoce que sus derechos terminan donde empiezan los del vecino, y ahí es en donde tenemos esos conatos de violencia que poco a poco se han extendido como un cáncer en nuestra sociedad.

 

Los Salvadoreños nos quejamos de la tremenda situación de violencia y delincuencia en la que estamos metidos, y somos buenos para culpar a gobierno actual y a los gobiernos anteriores de no hacer nada, en buena parte tenemos razón, pero no nos ponemos a pensar que nosotros nunca hemos hecho nada tampoco para tratar de cambiar la situación; y por ello no me refiero a tomar armas para enfrentarla, sino que nuestra misma prepotencia y falta de valores han sido semilla de lo que nos está pasando.

 

Por ejemplo, ¿Somos cordiales con nuestros vecinos en donde vivimos? ¿Los saludamos al menos cuando los vemos pasar?, en muchos casos creo que la respuesta es no. Por otra parte ¿Que hay de los valores que los padres enseñan a sus hijos?

 

Los adultos hemos jugado, como si fuéramos políticos, a la doble moral; por una parte exigimos que los niños sigan ciertos patrones de conducta, cuando los adultos estamos cometiendo ilícitos, tales como: Comprar música y

videos pirata en la calle, Comprar licor y otros bienes de contrabando, No respetar las señales de tránsito, Dejar el carro mal parqueado en una esquina o tapando la salida de una cochera, etc.

 

Lo más triste es cuando vemos que se cometen conductas como las que menciono y la gente las celebra, como si fuera algún acto de heroísmo diciendo “Que cachimbón soy, lo hice ¿Y QUE?”.

 

Los Salvadoreños han perdido sus valores, han perdido la moral y el respeto hacia los demás, como si se sintieran únicos en el mundo y superior a cualquiera otra persona más.

 

Pero es tan triste a los niveles que hemos llegado, que inclusive hay quienes le faltan el respeto a otros a la salida de los servicios religiosos. Vemos como todos los días en la calle alguien escupe, orina o tira basura, sin que tan

siquiera le hagamos una sola mala mirada. Desgraciadamente se ha convertido en algo “normal” o del “día a día”.

 

Verdaderamente me entristece a los niveles que hemos llegado, y de seguir así vamos rumbo a convertir a nuestra sociedad en un Estado Fallido, es decir, una tierra sin ley, en donde prevalece el mas fuerte. ¿Acaso esto es lo que queremos? ¿Este es el futuro que queremos para nuestros hijos y nietos?

 

Tenemos que trabajar duro, todos como sociedad, ya hacer a un lado resentimientos y envidias, colores políticos y diferencias religiosas y trabajar de la mano para rescatar a nuestro país del suicidio social que está cometiendo. Solo así trabajando duro me volveré asentir orgulloso de ser Salvadoreño y de mi gente.

 

Colaboración: Miguel Arévalo

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5 comentarios para “¿Estoy orgulloso de ser Salvadoreño?”

  1. Juacho Says:

    En realidad, en esta sociedad si prevalece quien detenta mayor poder economico, pero no creo que la falta de dichos valores morales que presupones, como no saludar a la viejita que vende pan en la esquina o comprar objetos pirata lleven a nuestra sociedad a una ruina colectiva (esto ultimo mas bien sirve a lo contrario pues permite a la poblacion una mayor exposicion cultural) en el transfondo de nuestra precaria situación existen razones profundas, y es la falta de interiorización del valor existencial, el por que estamos aca.. aun siendo todos salvadoreños nos sentimos muy distintos el uno al otro? El pisotear al desconocido sin vernos reflejados es un sesgo cultural que deberia ser analizado cuidadosamente. Debido a estos rasgos culturales aunados a una falta de preparación academica (en el mayor sentido posible) debido a una falta de diligencia intelectual, las caoticas formas de supervivencia en un entorno austero, llevan como consecuencia que los privilegiados elijan entre repetir las conductas de dominacion de masas que sus predecesores, manteniendolas a raya o la diaspora hacia paises industrializados con mayores beneficios sociales u oportunidades laborales con remuneracion monetaria mas elevada, en sintesis la programacion cultural de nuestra nacion esta enfocada de tal manera que se autosabotee y permita un desarrollo social a un extremo largo plazo. La movilidad social es posible, pero es excluyente a un pequeño nucleo social, cuyos paradigmas difieren del patron cultural soberano en nuestra sociedad. Volverias a nacer Salvadoreño? Pues si me lo preguntasen la verdad hubiera preferido nacer Escandinavo o mejor aun Japones..

  2. CHAZZ Says:

    Muy buena reflexión y muy preocupante, nos pone en alerta a todos de que rumbo llevamos, yo tambien recuerdo que la característica que nos diferenciaba de nuestros hermanos centroamericanos era el ser trabajadores y honestos, eso parece quedar en el pasado y todos sin excepción hemos cometido algun atropello a los derechos de otro.

    El país esta patas arriba, y tenemos que unirnos y volver a nuestros valores salvadoreños para empezar a hacer ciudadania podes empezar respetando el espacio de parqueo del vecino por ejemplo.

    Tomemos nota y estemos orgullosos de ser salvadoreños.

    Muy buen artículo.

  3. KB Says:

    Sentirse orgulloso/a o no de ser salvadoreño/a es algo que también me he preguntado, espcialmente viviendo en el extranjero. Me decepciona y enoja mucho que la actitud que describe, particularmente la falta del respeto y el creerse superior, es algo que veo demasiado seguido en salvadoreños aquí en California. Se nota mucho la falta de educación, consideración, respeto, y deseo de mejorar como persona y como comunidad. Desafortunadamente, creo que esa mentalidad de que nos merecemos lo mejor y no tenemos que trabajar por obtener lo mejor es una actitud que esta presente en muchos paises Latino Americanos y aquí en Estados Unidos, y parte de la culpa es de los goviernos que le ofrecen el sol la luna y las estrellas sin “costo” alguno a estas nuevas generaciones.

    Muy buen artículo

  4. Eduardo Says:

    Con todo respeto, considero que su articulo tiene varios vacios/errores de percepcion, siendo el mas grande de ellos la generalizacion; leyendo sus palabras uno puede darse cuenta facilmente que usted ha tenido malas experiencias, las mismas que experimentamos todos alguna vez; sus vecinos no lo saludan, o los buseros se le meten, la gente no hace cola en el super, etc. pero decir q los salvadoreños no somos trabajadores y que nos creemos lo mejor del mundo es un poco exagerado, basta con darse una vuelta por el centro de san salvador, o por cualquier zona franca a las 4,5,6 de la mañana para ver cuantos salvadoreños tienen q madrugar dia tras dia para cumplir con sus labores; Los salvadoreños somos orgullosos, no somos prepotentes, detestamos a la gente prepotente o que nos trata de ver de menos, si no ha visitado nunca el “vietnam” en un partido de la seleccion, le invito a que lo haga, es innegable que nuestra cultura no es de lo mejor y que la falta de respeto al contrario no es la mejor forma de apoyar a un equipo, pero esa es la manera de hacerse sentir, lo q se siente es orgullo, amor a un pais y sus colores, no desprecio por el otro, la fuerza y pasion con que se canta el himno es algo que no se ve en ninguna otra situacion. a riesgo de parecer mediocre, no creo realmente que los salvadoreños nos sintamos superiores a nadie, ni por cultura, ni por posicion economica, ni por educacion, ni por desarrollo, seria ilogico, pero si tenemos orgullo lo cual no es malo, siempre y cuando no llegue a los extremos. Con respecto al amigo del primer comentario que uso mas palabras rebuscadas de las necesarias, es triste ver q no se sienta orgulloso de ser salvadoreño, eso viene de adentro y no de lo que hacen los demas, lastima que no nacio en noruega o en japon y si no se siente salvadoreño, entonces que es? como Cabral? ni de aqui ni de alla? creo q mas como la India Maria.

  5. Juacho Says:

    La verdad Eduardo no me siento un ciudadano Salvadoreño, me siento como un ciudadano del mundo, un ser pensante en esta existencia, nunca me limite a lo que tu considerarias como lo “propio”. Estancarse solo en ello, es morir en vida propia. Ademas de ser la razon por la cual, estan como estamos. Saludos =).

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