CRISTIANISMO Y CONDICION FISICA

Aprovechando estos dias de Semana Santa, y sabiendo que es una época en donde recordamos y podemos  retomar valores cristianos, quiero hacerles una reflexión acerca de lo que la palabra de Dios dice sobre el cuidado fí­sico.
Contrario a lo que muchas personas pudieran pensar, el cristianismo reconoce el cuidado al cuerpo como una actividad propia y legitima del cristiano. Apoyándome en 3 versí­culos de la Biblia puedo sacar algunas conjeturas:

1. Dios manda a que nos amenos:
   

“…amaras  a tú prójimo como a ti mismo”  (Mr. 12:31)
El amor hacia nosotros mismos es un mandato de Dios. Debemos amarnos de tal manera que así­ como ninguno quisiéramos un daño para nuestro prójimo, así­ también no debemos permitir ningún daño para nosotros mismos.

2. El sustentar y el cuidarse como muestra de amarnos:
   

“…porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida como también Cristo a la iglesia” (Ef. 5:29)
En este versí­culo Dios da por sentado de que nadie aborrece su propio cuerpo, sino que en lugar de eso lo sustentamos y lo cuidamos. Sustentar es proveerle al cuerpo de acciones en pro de su desarrollo como la sana alimentación y el ejercicio. Cuidar es mantener al cuerpo alejado de acciones que puedan dañarlo: Mala alimentación, sedentarismo, drogas y alcohol, cigarro, abuso del trabajo diario, etc…Al final del versí­culo se hace una comparación de que esas acciones de sustentarnos y cuidarnos deberí­an ser de tal manera como Cristo sustentó y cuidó a la iglesia, que fue dando su propia vida y entregándose por nuestros pecados.

3. El bienestar para esta vida:
   

“… porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa para esta vida presente, y la venidera”. (1 Tim. 4:8)
Este versí­culo es el preferido de muchos para tomar como excusa el mantenerse alejados de las actividades fí­sicas, cuando se menciona la parte de que le ejercicio corporal en poco provechoso, pero al leer bien dice que es poco provechoso para la vida después de la muerte, sin embargo resalta que para esta vida si tiene beneficio, no así­ la piedad que es provechosa para esta y la otra vida.
Mostremos nuestro amor al cuerpo que Dios nos ha dado, sustentándolo y cuidándolo, seguros que a Dios le place que lo hagamos ya que tiene provecho para esta vida.