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EL DEPORTE Y EL NUEVO EJECUTIVO

Esta demostrado que ambas ideologí­as polí­ticas o sistemas de gobiernos, pueden producir atletas de alta competición, formar héroes y figuras nacionales de manera tal que todo niño o joven quisiera seguir sus pasos y convertirse en hombres y mujeres de provecho. Tales son los casos de Estados Unidos y China. Ahora El Salvador se encuentra ante un cambio en el cual, el deporte por su carácter y espí­ritu de nobleza y humanidad; debe mantenerse fuera de los tintes polí­ticos e ideológicos. La educación fí­sica casi desapareció en los últimos 20 años y para la recreación, el escenario social se complica por la falta de seguridad y violencia que amenaza al paí­s. Cabe destacar la labor de hace 15 años; donde el deporte tuvo un impulso económico y se dio el despertar de hazañas deportivas, el fortalecimiento y ordenamiento institucional de los últimos 5 años, deja las bases para realizar una gestión transparente e incluyente. Se escucha en el ámbito deportivo sobre la creación de un Ministerio de Juventud, Deporte, Educación Fí­sica y Recreación, situación ventajosa al respecto de que se contarí­a con un funcionario de primer nivel al lado del presidente de la republica, un porcentaje del presupuesto de la nación seria asignado a esa nueva cartera de Estado. Según lo manifestado por las autoridades deportivas, dicho presupuesto no se ha incrementado en los últimos 5 años a las federaciones y ahora contamos con una nueva Ley del Deporte que obliga a las federaciones a masificar la actividad fí­sica correspondiente, promover la creación de sub federaciones, incentivar la formación de clubes, etc. Situación que no es posible sin el recurso económico. Pongo el caso de la federación que presido: el estado por medio del INDES nos transfiere 38 mil dólares y de fondos propios generamos otros 38 mil. No está a la mano la posibilidad de masificar el deporte con 76 mil dólares al año si hay que pagar planillas de gerentes, entrenadores, secretaria, servicios básicos, fogueos internacionales y estí­mulos económicos a atletas. Puedo decir que las Federaciones Deportivas Nacionales tienen el presupuesto económico para operar organizacionalmente “en parte” y muy poco para la preparación de atletas. Sin el recurso suficiente no es posible que las federaciones masifiquen, aunque se debe reconocer como una actividad propia de éstas y no solamente se deben concentrar en el desarrollo de atletas de alta competición para dar bien la cara en el nombre de El Salvador y dar muestra de una buena inversión en los social y del manejo de buenas polí­ticas hacia el deporte. El deporte recreacional debe proveer a las federaciones los futuros atletas, el fortalecimiento de la educación fí­sica desde la niñez debe asegurar que se cuenta masivamente con niños y jóvenes con buenos fundamentos deportivos, enseñados por sus maestros. De niños y jóvenes bien fundamentados no será difí­cil forjar un buen atleta. Las nuevas instancias que manejen el deporte, deben trabajar de la mano con los gobiernos municipales y brindar los recursos técnicos y materiales para que la recreación llegue hasta el ultimo cantón, y que exista una verdadera escuela de educación fí­sica para formar verdaderos maestros, que sean ejemplo al interactuar con los niños. El deporte de alta competición no debe ser bandera polí­tica de la gestión de un gobierno, esto debe ser tarea de un Comité Olí­mpico Nacional. Hasta la gestión de hoy, se ha dejado claro la dualidad de funciones de las instituciones deportivas. Un INDES tratando de debilitar un COES y usurpándole funciones de seguimiento y preparación de atletas, lo más probable por el debilitamiento institucional y técnico que el COES ha sufrido por muchos años. Hay que dejar bien claro, que en los certámenes internacionales del ciclo olí­mpico los únicos que fungen como actores son las Federaciones Nacionales de cada deporte junto con su Comité Olí­mpico Nacional; los cuales son apolí­ticos y no deben permitir ingerencias, por su puesto el estado debe proveer los recursos para dar la cara y salir bien parados en las competencias internacionales, ahí­ es donde se miden culturas, desarrollos y sistemas de inversión social y las cualidades volitivas de los ciudadanos de cada paí­s; ahí­ se mide también las efectivas polí­ticas de gobierno de cualquier ideologí­a. Gustarí­a ver un fortalecimiento pleno de un COES que funcione con los recursos que el Estado le provee y que maneje a plenitud los recursos económicos preparatorios y participativos de los atletas, fortalecido por sus integrantes que son las Federaciones Nacionales y otras asociaciones deportivas. He hablado con dirigentes deportivos internacionales y la mayorí­a manifiesta que tenemos unas de las mejores infraestructuras deportivas de Latinoamérica, el problema es que la mayorí­a del tiempo están vací­as, no existen ligas formales de deporte competitivo. Lo que existe en instalaciones, se debe transformar en instalaciones de primer nivel y asegurar programas para la práctica deportiva. Todo el paí­s agradecerá y se sentirá orgulloso de ver una nueva generación de atletas de alta competición, obtener las primeras medallas olí­mpicas, tener un nuevo ente que regule y promueva las actividades fí­sicas en todo el paí­s.



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