LOS ESTRAGOS FISICOS DE LA SEMANA SANTA

Habrá algunos que …ni modo… Meta pendiente para el próximo año: IR EN FORMA EN SEMANA SANTA. Cuando viene la semana santa, los gimnasios y las clí­nicas de reducción de peso están a reventar, la gente invierte en mejorar su estética y condición fí­sica, muchos hacen un sobreesfuerzo que les producirá buenos resultados, PERO ¿qué tan sostenibles serán esos esfuerzos para el resto de la vida? Debes hacerte la pregunta sobre si quieres mejorar sólo para la Semana Santa o si quieres mejorar fí­sicamente para tener una mejor calidad de vida.

Personalmente conozco muchos casos de personas que rebajan de peso, se ponen bien para ésta época, pero durante la vacación recuperan todo, ya que no se contuvieron a si mismos y le dieron rienda suelta a los instintos. La mala alimentación y el sedentarismo que provoca la época combinado con lo exagerado que somos, es lo que nos hace sucumbir y perder la forma que habí­amos alcanzado. ¿Qué puedo hacer para mantener la forma aun en vacaciones de Semana Santa?

1. Evitar el sedentarismo y la mala alimentación. Regularmente tienes una vida activa y sigues un régimen alimenticio. Cuando estas de vacaciones si te dedicas a descansar y comer chatarra, haces una combinación que es letal para el cuerpo. No digo que no puedan probar nada de lo tí­pico de Semana Santa, sino que aunque estés en la playa, la montaña o el lago; hagas lago de ejercicio aeróbico como correr al aire libre para variar.

2. Busca un lugar para vacacionar que te rete a hacer actividades fí­sicas como: deportes de agua, escalar, caminar, inclusive bañarte en el mar tiene un mayor gasto calórico que si lo haces en una piscina por la lucha con el agua de mantener el equilibrio.

3. Prefiere los camarones, ceviches y conchas al limón y no con salsas rosadas y grasosas. 4. Evitas las bebidas alcohólicas, una borrachera de una semana tardara tu hí­gado de metabolizarla en alrededor de un mes. En todo ese tiempo tu fí­sico no estará apto aun para hacer ejercicio óptimamente.

Cuando vuelvas al gimnasio y retomes tu alimentación, seguramente te preguntarás luego de algunos dí­as por qué no has mejorado. Lo que sucede es que si toda la mala alimentación y el exceso de calorí­as de la vacación fueron demasiado violentos, debes esperar a que tu cuerpo gaste toda esa energí­a acumulada para luego empezar a ver cambio positivo.

Quizás muchos de ustedes quisieran compartir de trasformaciones fí­sicas negativas que hayan tenido en vacaciones.