La cita de los viernes

Definitivamente no es una tarea fácil, al menos no para mí.

Por mucho que me guste escribir y por muchísimo más que me guste leer lo cierto es que no lo tengo fácil.

El blog solo es -por decirlo así-  la cita a la que viernes a viernes hay que llegar. Pero es que hay cita de citas, porque se puede acudir a una cita bien vestida, peinada de salón y profusamente maquillada, o presentarse arreglada, normal, sin ser pretenciosa o bien, aparecer en chanclas y jeans. Pero se llega, se llega a la cita.

Te lo digo porque hoy he venido de chancla y jeans. Este sería el momento propicio para soltarte las mil excusas, decir que no me quedó tiempo, que el trabajo ha sido excesivo esta semana y que la inspiración ha pasado de largo.

Leer es la parte fácil, insisto, aunque a veces ni tanto. Para comenzar, siempre resulta un problema escoger qué voy a leer (no sé si te pasa), pero sobre mi escritorio (y sobre muchas partes más de mi casa) tengo una pila de libros esperando con paciencia o resignación su turno. Las ganas de leer, esas no fallan nunca, pero decidir entre varias novelas, ensayos, libros de texto, etc, es realmente una tortura. Estoy segura que de ocurrir un incendio no lograría ponerme de acuerdo conmigo misma y elegir mis libros preferidos.  

Sin embargo, una vez superada esa etapa me sumerjo en la lectura no sin ciertos remordimientos, “cuando acabe éste tengo que empezar aquel”, “me muero por leer aquel otro, pero es que este también me muero por leerlo” y etc.

En todo caso lo que sigue es bastante aburrido porque la acción pasa a las páginas, para mí es leer, leer, leer, meterme en otro mundo, escuchar otras ideas, otras voces, viajar a otros lugares, lo que sea pero no estar aquí.

Pero tengo que estar aquí (y en muchas otras partes cumpliendo obligaciones bastante terrenales).

Así que vuelvo y repito, hoy he venido de chanclas y jeans porque escribir sobre lo que he leído, estoy leyendo o planeando leer se convirtió en determinado momento de la semana en una frustración y en una anécdota más para contar y con la que te quiero decir que sigo aquí, que sigo leyendo, que no pretendo que esta ausencia sea una falta de respeto, pero que escribir sobre lo que estoy leyendo sencillamente no ha podido ser.

En chanclas y jeans, pero aquí.

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Un comentario para “La cita de los viernes”

  1. Sandra dice:

    Me alegro que hoy te tocara escribir en chanclas y jeans, y espero que llegue el día de disfrutar un texto cuando te agarre el viernes en pijama. Será precioso, seguro.

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