EL PATRIOTA


El ciclismo es una actividad deportiva que hermana, une y construye comunidad en un país. En estos tiempos en los que hablamos tanto de cambio climático, contaminación ambiental y deterioro del ecosistema, el uso de este medio de transporte alternativo se vuelve casi una necesidad en ciudades atestadas de automóviles y caos vehicular.

Miguel Ángel revisa su bicicleta en la carretera Longitudinal del Norte, cerca de Chalatenango.

Cualquier actividad que promueva el uso de la bicicleta se convierte en importante para la sociedad y de esta manera se logra que cada vez más personas vayan tomando conciencia de su valor para el futuro, pero, si además de esto se promueven los valores y el orgullo patrio, el ciclismo toma otra dimensión.

La bicicleta no es de alta gama y es uno de los modelos más económicos del mercado.

Este es el caso de Miguel Ángel Trujillo Rivas, de 64 años, quien desde el 2016, del 1.º al 15 de septiembre, emprende un viaje que tiene los dos objetivos: promocionar el ciclismo y los valores patrios. Este viaje parecerá una excentricidad, pero como él bien lo explica: «Es algo que quizás lo llevo adentro. Algunos dicen que es una locura, pero para mí es algo simbólico, algo patriótico. Una emoción. Una satisfacción con uno mismo al tratar de vencer todos los obstáculos que se me presentan en la calle. Compartir el calor de muchas personas… se siente algo grande. Siento que eso es patria, convivir con los demás».

El recorrido total de Miguel Ángel es de aproximadamente 450 km. Todo un reto y un modelo a seguir.

Miguel Ángel vive en Lourdes, Colón, La Libertad, desde donde comienza su recorrido el primer día de septiembre y su meta es terminarlo en el mismo lugar el 15 de este mes.  El viaje es costeado con fondos propios y con la ayuda de vecinos y personas que encuentra en el camino, quienes le dan de comer y un lugar donde dormir.

En su bicicleta lleva banderas de El Salvador, pero su camisa, con los colores patrios, es su bien más preciado y le ha acompañado en todos sus recorridos.

«A mí no me detienen porque desde antes de que llegue este mes yo me estoy preparando. Ya con la bicicleta, con lo que sea; también económicamente, porque a mí nadie me costea los gastos, salvo algunos vecinos que tengo que contribuyen a mi locura y aquí ando. Ellos dicen ‘te vas a ir a dormir a la calle, te vas a ir a dormir a los portales, te vas a dormir a los parques’. Pero esa es la parte de mi emoción, de lo que me satisface, vivir este momento que para mí es como un reto», comenta. Quizá su viaje sea para muchos un gasto de tiempo, pero a medida va pedaleando, su mensaje se va propagando, un mensaje de esperanza en un mejor país, con mejores ciudadanos, orgullosos de su patria.

El remolque y la antorcha han sido elaborados por él mismo. (Foto cortesía: Miguel Ángel Trujillo Rivas) 

«La bandera dice: ‘Dios, Unión y Libertad’. Primero es Dios; después es la unión, que convivamos bien todos; y la libertad, que, a veces, siento se está yendo por otro lado, pero hay que luchar por ella siempre. Y ese es mi mensaje: yo quisiera que esta llama quedara iluminando a cada mente, a cada pensamiento, para tratar de cambiar, tratar de convivir todos de una forma buena. Ahora hasta los valores cívicos se están perdiendo y esta es una forma de que los jóvenes lleven dentro esto, en su corazón, este patriotismo», concluye Miguel Ángel.

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