HACIA LA CUNA DEL PROFETA | Parte V: Monseñor Romero

Las palabras del beato Romero se mantienen vigentes entre la feligresía católica de El Salvador. Sus homilías resuenan llenas de actualidad en aquellos que las escuchan, ya sea por primera vez o en repetidas ocasiones, y al escucharlas no quedamos indiferentes sobre su actualidad y sobre sus valiosas enseñanzas, por lo que muchos las buscan para fortalecer su fe, darse ánimos o esperanzas; en estos tiempos de una fe líquida, llena de casi los mismos problemas que señalaba Monseñor Romero sus palabras pesan en un pueblo que busca la paz. En este episodio te presentamos algunas frases que pronunciara Monseñor Romero en sus homilías antes de su martirio.

«Mi voz desaparecerá, pero mi palabra, que es Cristo, quedará en los corazones que lo hayan querido acoger» (homilía 17-12-78).

«No me consideren juez o enemigo. Soy simplemente el pastor, el hermano, el amigo de este pueblo»(homilía 6-01-1980).

«El profeta tiene que ser molesto a la sociedad cuando la sociedad no está con Dios» (homilía 14-08-77).

«Y me glorío de estar en medio de mi pueblo y sentir el cariño de toda esa gente que mira en la Iglesia, a través de su obispo, la esperanza» (homilía 25-09-77).

«Solo la justicia puede ser la raíz de la paz» (homilía 27-08-78).

«Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño» (homilía 03-1980).

«En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: cese la represión» (homilía  23-03-80).

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