Bueno, 2010 ha sido un año bien especial: hemos visto incrementos en las facturas de energía, y ya nos preparamos para un alza importante en el precio del gas propano.

Ante estas nuevas realidades, sólo nos queda apretarnos el cinturón y buscar ahorrar tanto como podamos.

Por eso, esta semana quiero compartir con ustedes algunos consejos para ahorrar energía eléctrica y gas propano a la hora de cocinar. Estas medidas fueron publicitadas al principio de 2009 por el Ministerio de Economía de entonces, que hasta hizo un documental en video sobre el tema. Aquí retomamos y les compartimos estos consejos:

– Compre una cocina de acuerdo con sus necesidades.

Una cocina más grande y equipada implica un mayor consumo de energía. No compre una cocina con horno, si no piensa usarlos, ni busque una con plancha o asador integrados, si tampoco los necesitará. Una cocina más pequeña, menos equipada, equivale a ahorro de energía.

– Las cocinas de gas siguen siendo más económicas

Una cocina de gas, aún después de que se elimine el subsidio, sigue siendo una opción más económica que una eléctrica. El consumo promedio de una familia de cinco miembros es de un tambo de 25 libras por mes, que costará, ya sin subsidio, entre $12 y $13.

– Mantenga las hornillas limpias

Las hornillas o quemadores limpios y en buen estado permiten que el calor fluya mejor, y se requiera menos gasto energético para cocinar.

– Cocine con utensilios del tamaño adecuado

Procure que la olla o cacerola que utilizará sea del mismo tamaño o un poco más grande que la hornilla. Al colocar un utensilio muy pequeño sobre el quemador, el calor se desperdicia.

– Prefiera el metal y la cerámica

Las ollas y sartenes de metal y de cerámica transmiten y aprovechan mejor el calor, que otros materiales.

– Tape su olla

Tapar la olla o la sartén durante la cocción, ayuda no solo a aprovechar mejor el calor, sino a darle mejor sabor a los alimentos.

– Presión: más calor en menos tiempo

Las ollas y sartenes de presión son también buenas opciones para ahorrar energía. Usted consigue cocinar los alimentos en una fracción del tiempo, con un gasto energético menor. En promedio, una olla de presión permite ahorrar hasta un 50% de energía, en relación con el uso de una olla normal.

Aquí nos quedaremos por hoy. En la próxima entrada completaremos con más consejos para ahorrar energía a la hora de cocinar, una de las actividades que más electricidad y gas nos consumen en nuestros hogares.

¿Qué le parecieron estos consejos? Coméntenos. ¿Tiene usted otros tips? Compártalos con nosotros.

Los cambios recientes en las tarifas de energía han generado confusión entre algunos consumidores, y con razón. No es sencillo entender la dinámica del mercado energético en El Salvador, que por demás siempre es objeto de cambios temporales, decretos transitorios y otras disposiciones, que no permiten tener un panorama del todo claro.

Hablemos en esta oportunidad de lo que más directamente nos compete a todos los consumidores: las nuevas tarifas.

Para ello, hay que ir paso a paso. Comencemos:

–         El pasado 12 de abril, tal y como lo manda la Ley General de Electricidad, hubo un cambio de tarifas.

–         Este cambio se basó en el costo de la energía durante los seis meses anteriores. Este costo se promedia, y de allí sale la nueva tarifa.

–         Como resultado, nuestra tarifa vigente, de unos $0.12 por kilovatio hora, subió a $0.15.

Ahora, el Gobierno decidió que no era un buen momento para que la tarifa subiera, al menos no para todos. Como explicábamos en una entrada anterior, el Ejecutivo anunció un decreto transitorio que, solo durante este semestre, mantendrá congelada la tarifa para los hogares que consuman menos de 300 kilovatios hora al mes.

La medida, que ya generó polémica, solo aplica para los usuarios residenciales. Las empresas, comercios, industrias, sí percibirán el aumento de la tarifa de energía.

¿Cómo queda, entonces, nuestro sistema de tarifas?

1. Los usuarios por debajo de 99 kilovatios mantienen un subsidio permanente:

En el país hay dos tipos de subsidio a la energía: El primero, para las familias que consumen 99 kilovatios hora o menos al mes, se ha mantenido ya por varios años, y permite que estas familias paguen un 50% del costo real de su factura. En promedio, estos consumidores pagan menos de $7 al mes. Estos usuarios pagan aproximadamente $0.07 por kilovatio hora, es decir, la mitad de la tarifa real vigente.

2. El subsidio transitorio, solo para hogares con consumo de hasta 300 kilovatios hora al mes:

Este es un subsidio transitorio y solo aplicará de abril a octubre de este año, para los hogares que consumen hasta 300 kilovatios hora al mes. Estos consumidores no percibirán el alza del 18% que entró en vigor el pasado 12 de abril, y continuarán pagando $0.12 por kilovatio, la tarifa vigente en el semestre anterior, y no $0.15, que es realmente la nueva tarifa.

3. Si un hogar se pasa de 99 kilovatios hora al mes, pierde el primer subsidio:

Si una familia se pasa de lo 99 kilovatios hora al mes, sale del subsidio permanente del que gozaba, y percibe un alza sensible en su factura. Deja de pagar $0.07 por kilovatio, pero sin embargo, solo por este semestre, pagaría $0.12, gracias al segundo subsidio, el  transitorio, siempre que no se pase de lo 300 kilovatios hora al mes. Sin este subsidio transitorio, pagaría la tarifa real vigente, que es de $0.15. Es importante que las familias que entran al rango de los 99 kilovatios hora se esfuercen por conservarlo, porque pasarse de este consumo, llegar a 100 kilovatios, por ejemplo, les significará que se duplique su factura.

4. Toda la empresa privada, y los hogares que se pasen de 300 kilovatios hora al mes, sí pagan la nueva tarifa:

El pasado 12 de abril entraron en vigor las nuevas tarifas, de alrededor de $0.15 el kilovatio hora, dependiendo de la distribuidora de energía que preste el servicio. Esta tarifa legal ha comenzado a ser aplicada toda la empresa privada, industrias y comercios de todo tipo, y a los hogares que consumen más de 300 kilovatios hora al mes —este consumo corresponde a casas que tienen varios aparatos eléctricos, o equipos de alto consumo como secadoras de ropa o aires acondicionados—.

Si usted ya se ubicó en alguno de los casos anteriores, está en sus manos aplicar medidas de ahorro y así reducir el costo de su factura. La próxima semana profundizaremos en este tema y compartiremos algunos consejos útiles para ahorrar energía.