Publicado por Son muchos los que saben de la figura de Jordan Belfort a través de la conocida película de Martin Scorsese El Lobo de Wall Street. Lo cierto es que se trata de un personaje totalmente real que se hizo célebre por sus agresivas técnicas empresariales que le llevaron a hacerse con el control de la empresa Oakmont. Mediante técnicas poco honestas y con un alto contenido de injusticia y fraude, la empresa se dedicaba a la venta de bonos basura que hicieron millonario a Belfort. Sus excentricidades, sus relaciones con los más altos estratos de la sociedad y sus numerosas adicciones son algunos de los elementos que más han trascendido de su vida de alto nivel.
Hay que saber que también llegó el momento de su caída y la deuda derivada de sus agresivas y fraudulentas técnicas de venta fueron reconocidas personalmente por él tras la sentencia que lo condenó por blanqueo y estafa.
Algunas lecciones importantes
A pesar de todo, lo cierto es que se trata de una persona con una alta capacidad para generar ingresos que, de haber enfocado sus estrategias de una forma positiva aún podría vivir del alto nivel que sus talentos le permitían. Así, repasando su vida y sus fórmulas de actuación en el ámbito empresarial, aún se pueden aprender numerosas y valiosas lecciones del verdadero Lobo de Wall Street.
1. Olvidar los miedos.
Son muchos los temores y las inseguridades que abordan a una persona que se inicia en el campo del emprendimiento. Es normal y es de gran utilidad porque ayuda a estar atento y a centrarse en lo verdaderamente importante, sin embargo, no hay que dejar que el miedo nos paralice y nos frene a la hora de llevar a cabo lo que es necesario para sacar un negocio adelante.
Para acabar con los miedos irracionales hay que plantearse la verdadera capacidad de cada uno para dar vida a la empresa, estudiar con minuciosidad las posibles carencias y establecer los mejores métodos para solventarlas, así como tener un plan alternativo para el caso en el que no se pueda seguir adelante.
El perder todo lo invertido es uno de los temores, para esto es útil el mencionado plan de escapada como volver al trabajo anterior o tener un colchón económico que ayude a solventar posibles deudas.
Los problemas derivados de errores burocráticos es otro de los elementos que más asustan a un emprendedor que se inicia. Ante el desconocimiento es recomendable acudir a un asesor fiscal experto que ayude a mantener al día todo el papeleo sin errores posibles.
2. La importancia de un equipo completo.
En este aspecto es crucial pensar en el tipo de empresa que se piensa iniciar. En algunos casos es posible hacer el trabajo como único emprendedor autónomo, sin embargo, es frecuente que se necesite a alguien para que haga tareas en las que una única persona no se puede especializar.
Ya sea formando parte del equipo de manera permanente o como contratados en momentos puntuales, contar con un grupo de trabajo multidisciplinar y plenamente preparado es la mejor forma de garantizar el éxito de una empresa.
3. No te quedes en el presente.
Si piensas únicamente en la rentabilidad a corto plazo puedes caer en errores similares a los que cometió Belfort. Ganar dinero en un momento concreto para ver posteriormente cómo el negocio cae en la banca rota no tiene mucho sentido. Lo importante es hacer un proyecto a largo plazo que se mantenga e incremente sus ingresos de forma gradual con una constante mejora, una inversión en innovación, formación de personal y una preocupación constante por implementar los elementos que ayuden a mantenerse al día y competir de forma efectiva con otras empresas del sector.
Cuidar al cliente, mantener la calidad, atender a la importancia de las estrategias de marketing y no evitar las inversiones en mejoras, son algunas de las claves esenciales para que la empresa siga funcionando a largo plazo. No menos importante resulta la formación constante del equipo para su máxima especialización y la integración en la empresa de las nuevas tecnologías que ayuden a hacer el trabajo más eficiente.
