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07 May 2009 Aunque usted no lo crea

San Lorenzo, en San Vicente, podría ser un pueblo Ripley, como sacado de la serie estadounidense: ‘Ripley’s Believe it or not!’, la que divulga sucesos extraños o raros.

Cuando arribé por primera vez a este municipio, hace más de un mes, me dijeron: ‘Aunque usted no lo crea, aquí la gente vive 100 años o más‘. Al principio disimulé una sonrisa de incredulidad. No pensé en Ripley hasta que vi varios DUI, partidas de nacimientos y gente de 99 años bailando la cumbia sampuesana o trabajando duro. Aunque nadie lo crea, San Lorenzo no tiene mercado, ni farmacias ni funerarias, a pesar de que tiene mucha gente mayor de 85 años y título de ciudad. Sorbe esto escribí la crónica ‘Un siglo no es nada en San Lorenzo’.

Allí mismo pasé de los longevos al dogma. Así como ocurre en otros lugares del mundo católico, en casa del cura del pueblo, la del padre Miguel Bonilla, algunos ven, desde el 2001, el rostro sangrante de Cristo dibujado en una pared gris, sobre la única pared que no está forrada con madera enmohecida. El padre me preguntó si creía o no en apariciones. Como no supe contestar, me dijo que era incrédulo como la mayoría de lorenzanos.

¿Ve usted a Jesucristo?

‘Sin fe no se ve nada. ¿Vio la corona de espinas? Usted tendría que pasar unas dos horas rezando con disciplina hasta verlo’, me dijo el clérigo, quien me aconsejó ver la mancha en la pared, de cerca y retroceder hasta verlo, casi a manera de holograma. El padre dice que más de 5,000 peregrinos llegaron a su casa, aunque ahora han dejado de llegar. Allí no huele a veladoras, sino a moho.

Hace unos sábados me llamaron por teléfono desde San Lorenzo. La noticia: una lorenzana que estuvo de interna nueve años en el psiquiátrico contraería nupcias con un joven con síndrome de Down. Que la boda era resultado de la iniciativas de sus padres, quienes los presentaron, y ellos hicieron clic ipso facto.

28 Nov 2008 Dios mío

Haré una pausa. Sigo trabajando en mi crónica armamentista pero de momento contaré otra cosa.  Hoy recibí un correo de un lector que comentaba la columna que publico cada quince días en Séptimo Sentido. El lector se refería a mi texto sobre el encanto que me produce la parafernalia navideña colocada desde noviembre (incluso antes si uno se descuida). La cuestión es que el lector me decía que le parecía bien que fuera sarcástico pero que me estaba pasando de rosca cuando me refería a la existencia de Jesucristo.

Al leer el correo me recordé del documental que vi el fin de semana pasado. Se llama Zeitgeist y trata sobre mitos religiosos y el ataque contra las torres gemelas. Sobre el 11-S sugiere claramente que el ataque fue planeado por el gobierno estadounidense para justificar la guerra contra el terrorismo y sus posteriores secuelas. Sobre los mitos religiosos abundan también datos interesantes.

El nacimiento de Jesús: 25 de diciembre, del viente de una virgen, en Belén, visitado por tres reyes magos, hijo de Dios, muerto, sepultado y vuelto a la vida al cabo de tres días. Ahora vamos con lo interesante. Según Zeitgeist: La estrella más brillante del este, la que sedujo a los tres reyes es Sirio, que el 24 de diciembre se alinea con las estrellas más brillantes del cinturón de Orión, que se conocen como Los Tres Reyes. Lo pongo mejor literal como aparece en el documental: ‘Los Tres Reyes y la estrella más brillante, Sirio, todas apuntan al lugar donde sale el sol el 25 de diciembre. Por eso Los Tres Reyes ‘siguen’ a la estrella del este, para localizar al amanecer-el nacimiento del sol. La virgen María es la constelación Virgo, conocida también como Virgo la Virgen… Virgo también se refiere a la Casa del Pan, y la representación de Virgo es una virgen sosteniendo una paja de trigo. La Casa del Pan es el símbolo del trigo, representando agosto y septiembre, el periodo de la cosecha. En realidad Bethlehem (Belén) literalmente significa La Casa del Pan. Bethlehem se refiere a la constelación Virgo, un lugar en el cielo, no en la tierra. Existe otro fenómeno que ocurre cerca del 25 de diciembre, en el solsticio de invierno: Del solsticio de verano al de invierno, los días se acortan y son más fríos. Desde la perspectiva del hemisferio norte, el sol parece moverse al sur haciéndose más pequeño y escaso. El acortamiento de los días y el acabo de las cosechas cuando se acercaba el solsticio de invierno simbolizaba el proceso de muerte en el pasado. Era la muerte del sol. Ya para el 22 de diciembre la muerte del sol era total. Para el sol, después de moverse continuamente por 6 meses lo pone en el lugar más bajo en el cielo. Aquí ocurre algo curioso: el sol deja de moverse hacia el sur, por lo que parecen ser tres días (22, 23 y 24 de diciembre). Durante estos tres días de pausa, el sol está en la vecindad de la constelación de La Cruz del Sur o Crux. Y después de esta pausa, el 25 de diciembre el sol se mueve un grado, esta vez hacia el norte, anunciando días más largos, calientes y la Primavera. Y así se ha dicho: El sol muere en la Cruz, muere por tres días, solo para resucitar o nacer otra vez’.

Para traducir: que Jesucristo, como otras deidades antiguas, es la representación de la adoración al sol, esa estrella vital para la vida humana. Curioso.

Si quieren ver el documental completo, porque los productores lo colgaron gratis en internet desde su estreno, pueden ir directo al vínculo que les pongo a continuación:

http://video.google.com/videoplay?docid=-7619379823675726232

Viene con subtítulos en español.

Tengan la bondad de ser felices.