CICLO POLÍTICO

Para el 2016 la cantidad de vehículos que circulaba en El Salvador era de 925,264. Con un crecimiento anual de 7 %, significa que entre 41,000 a 45,000 unidades ingresan al parque vehicular cada año. Para el 2017, son casi  un  millón de automotores circulando en el país; la gran mayoría se encuentran en las principales ciudades. De toda esta cantidad de vehículos, más del 97 % son particulares, un total aproximado de 900,000 carros; y solo 2.69 % son del transporte público, es decir, cerca de 24,000 unidades.Ciclistas de diversos colectivos del país se reunieron para pedalear por las calles de San Salvador.

Por otro lado, se estima que la mayoría de vehículos que transitan en las calles del país fueron fabricados entre 2005 y 2009. Solo 25,877 son del año 2007; le siguen los fabricados en el 2008 con 24,453 vehículos, y del 2006 son 24,472. Las cifras más bajas son del 2005, con 21,811, y del 2009 con 15,414 autos. Se considera, en teoría, que un vehículo solo tiene de 5 a 10 años de vida útil.
Con tal cantidad de vehículos circulando cada día,  van más en aumento los congestionamientos, la contaminación y el estrés vial. Con todos estos factores no es de extrañarse que, de acuerdo con un estudio de la OMS,  seamos la tercera capital de Latinoamérica más contaminada; solo a los vehículos se les atribuye el 60 % de contaminación ambiental.

Luego de la pedaleada de 10 km desde el monumento a la Constitución llegaron al monumento del Salvador del Mundo.

Esto trae como resultado el aumento de los problemas de salud como  enfermedades respiratorias, infecciones oculares, e  incrementa el gasto de medicamentos y hospitalización. Los más afectados son los niños y las personas mayores.
Ante este sombrío panorama, muchos colectivos y ONG de nuestro país están a favor del uso de la bicicleta como medio alternativo de transporte, en la búsqueda de reducir la contaminación, las enfermedades respiratorias y el congestionamiento.
En los últimos años, en diferentes ciudades de El Salvador, muchos grupos de ciclistas e iniciativas ciudadanas promocionan el uso de la bicicleta no solo para uso recreativo, sino de movilidad urbana.

Sobre el Bulevar de Los Héroes, los ciclistas compartieron las calles con los automovilistas.

Pero estas iniciativas ciudadanas se enfrentan a un vacío en las leyes, que ni siquiera reconocen la bicicleta como un medio de transporte y, ya no digamos, fomenten su uso o garanticen a los ciclistas el derecho a circulación o  su uso para una movilidad alternativa. Ejemplos de esto son la falta de ciclovías que permitan un espacio seguro de movilidad, de leyes que protejan al ciclista frente a los automovilistas o que busquen el respeto a aquellos que desean utilizarla como medio de transporte o trabajo.

Uno de los participantes llevaba un mensaje particular en su bicicleta.

En muchos países del mundo se ha implementado el uso de la bicicleta como un medio de transporte alternativo, y ha quedado demostrado ser un vehículo eficiente, masificable, de bajo costo, que no consume hidrocarburos, fomenta la salud y es totalmente ecológico. Andar en bicicleta es una de las formas más económicas y accesibles de movilidad para los países en vías de desarrollo, ya que permite a la población de escasos recursos poseer un medio de transporte de bajo mantenimiento.
Uno de estos ejemplos es Holanda, que es considerado el paraíso de los ciclistas, en donde se calcula que hay más de 18 millones de bicicletas, cuando la población actual es de 17 millones de habitantes.
Sus calles no solo están preparadas para disfrutar de un paseo en bici, sino que han sido diseñadas alrededor de esta experiencia. Solo en la ciudad de Ámsterdam existen más de 500 km de carriles bien pavimentados para bicicletas, que disponen de sus propias señales y semáforos, e incluso ofrecen el espacio suficiente tanto para circular en paralelo como para poder llevar a cabo adelantamientos de forma segura.

Cómo hacerlo

«Para comenzar, se debe de cambiar la legislación para que se favorezca desde un marco legal el uso de la bicicleta», asegura Ricardo Navarro, Presidente del CESTA, en declaraciones ofrecidas durante el evento denominado «Ciclo Político», en el cual colectivos de ciclistas de todo el país se dieron cita en San Salvador para realizar un recorrido en bicicleta en la ciudad y cuyo objetivo principal era el de invitar a políticos salvadoreños para que pudieran vivir la experiencia de hacer un recorrido de 10 km.

Eileen Romero, candidata a diputada, ofrece un mensaje de apoyo para los participantes del evento.

Era de esperar que hubo más asistencia de sociedad civil y poca de políticos, ya que el tema, al parecer, no es de prioridad nacional, a pesar de que la cifras de contaminación van en aumento.Era de esperar que hubo más asistencia de sociedad civil y poca de políticos, ya que el tema, al parecer, no es de prioridad nacional, a pesar de que la cifras de contaminación van en aumento.La mayoría de los políticos que llegaron eran candidatos a postularse para diputaciones o alcaldías del país, quienes consideran estar deseosos de apoyar este tipo de iniciativas si son electos. A pesar de este panorama de tan poco apoyo de los políticos, sí asistieron más de 250 personas con sus bicicletas, niños y adultos mayores, quienes a través de esta actividad desean cambiar el paradigma de movilidad alternativa en el país.

Vicente Méndez, de Pedaleando El Salvador, y Ricardo Navarro, presidente de CESTA, firman un pronunciamiento con los acuerdos del evento «Ciclo Político».
Ricardo Navarro, Presidente del CESTA.

«Para comenzar, se debe de cambiar la legislación para que se favorezca desde un marco legal el uso de la bicicleta», asegura Ricardo Navarro, Presidente del CESTA, en declaraciones ofrecidas durante el evento denominado «Ciclo Político», en el cual colectivos de ciclistas de todo el país se dieron cita en San Salvador para realizar un recorrido en bicicleta en la ciudad y cuyo objetivo principal era el de invitar a políticos salvadoreños para que pudieran vivir la experiencia de hacer un recorrido de 10 km.
Era de esperar que hubo más asistencia de sociedad civil y poca de políticos, ya que el tema, al parecer, no es de prioridad nacional, a pesar de que la cifras de contaminación van en aumento.
La mayoría de los políticos que llegaron eran candidatos a postularse para diputaciones o alcaldías del país, quienes consideran estar deseosos de apoyar este tipo de iniciativas si son electos. A pesar de este panorama de tan poco apoyo de los políticos, sí asistieron más de 250 personas con sus bicicletas, niños y adultos mayores, quienes a través de esta actividad desean cambiar el paradigma de movilidad alternativa en el país.

Vicente Méndez, fundador de Pedaleando El Salvador.

«Es importante modificar las leyes para favorecer el uso de las bicicletas y fomentar de esta forma una cultura del uso de la bicicleta, favorecer a los ciclistas y cambiar a nuestro país», asegura Vicente Méndez, fundador de Pedaleando El Salvador, un colectivo de ciclistas con dos años de antigüedad, quienes tratan de promover el uso de la bicicleta como transporte alternativo.
«Aún falta mucho que hacer, ya que para que realmente se dé un cambio en el uso de la bicicleta se debe reconocer legalmente a la bicicleta como un vehículo de transporte alternativo y no solo un instrumento recreativo o deportivo», asegura Méndez.

Iván Carranza, fundador de Ciclistas Urbanos.

Iván Carranza Mendoza, fundador de Ciclistas Urbanos, afirma: «Lo que queremos a través de este tipo de eventos es presentarle a los políticos y tomadores de decisiones que queremos lograr una implementación de una política pública, para que la bicicleta transforme El Salvador, no solo en el medio ambiente o la economía, sino principalmente en la salud física y mental. Pero nosotros buscamos que la gente vaya entendiendo que hay que transformar El Salvador de esta manera, porque ahora el parque vehicular está insostenible».
Parte de los compromisos de los colectivos ciclistas y los políticos participantes es comprometerse a realizar alianzas para impulsar la movilización en bicicletas como una política pública, así como también apoyar a los movimientos ciclísticos que comparten esta visión.

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