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Posts Tagged ‘internet’

febrero 10th, 2010

Cómo evitar facturas telefónicas exorbitantes

A mi generación le tocaba, a la fuerza, hacer un uso racional del teléfono, porque no había inalámbricos y los aparatos generalmente estaban puestos en medio de la sala, muy a conveniencia de los papás, que pasados cinco minutos podían llegar a pararse a lado nuestro y decirnos con una mira que colgáramos, que ya era mucho.

Ahora, el tema del control de nuestro gasto telefónico es más un ejercicio de autocontrol y, como casi cualquier otra cosa de nuestra vida, de saber informarnos.

En lo personal, la ignorancia me ha llevado a pagar facturas arriba de $150 por mi celular: recién estrenaba mi aparato actual, que tiene acceso a Internet inalámbrico pero también funciona con un protocolo de conexión de datos que, a través de la línea celular, me da acceso a la red.

Durante un viaje de trabajo, y ante la carencia de señales de Internet inalámbrico, activé la conexión de datos. En el momento tuve acceso a la web, a mis correos y a mensajería instantánea, lo cual me dejó más que feliz con el servicio.

Lo que yo no sabía es que las compañías telefónicas cobran itinerancia, el famoso roaming, también por el acceso a Internet a través de la conexión de datos u oficina móvil. Cuando recibí mi factura, me dieron ganas de llorar, solo por la navegación de esos días tuve que pagar $80.

Quiero compartir hoy con ustedes algunos consejos que me han servido mucho para evitar sorpresas desagradables. Estos consejos van dirigidos principalmente a quienes tienen líneas postpago, o contratos para su servicio de celular, pero también incluyo algunos para quienes recargan con tarjeta y quienes tienen servicios integrados de Internet, teléfono y cable:

 

  • Manténgase dentro de su plan. Los contratos postpago incluyen una cantidad de minutos aire, o “bolsón”. Trate de mantenerse dentro de este límite de tiempo, porque así podrá saber cuánto será el monto de su factura a fin de mes —por ejemplo, con un plan de $20 con 100 minutos incluidos, si se mantiene dentro del plan no tendría que temer por una factura más alta—.
  • Consulte a qué redes aplica su plan. Puede que su compañía telefónica le incluya, dentro de su bolsón de minutos, tiempo para hablar a otras telefónicas. Pero también puede ser que su bolsón solo aplique para llamadas a su mismo operador. Es básico que usted haga el tiempo de llamar a su compañía y consultar al respecto, para evitar sorpresitas desagradables.
  • Consulte las tarifas a diferentes redes. ¿Sabe usted cuál es la tarifa que paga por minuto a llamar a una línea fija, a celulares de su misma red, o a números de otros operadores? Lo más seguro es que la respuesta sea no. Pues bien, es tiempo de que se informe. Cuando contratamos una línea celular las empresas suelen entregarnos una tabla de tarifas, a la que no le hacemos mucho caso. Si ya no se acuerda dónde puso esta tabla, puede pedírsela a su compañía, y así saber cuánto le cuesta cada tipo de llamada.
  • Consulte el costo de servicios adicionales. Si, como en mi caso, usted paga una cuota básica por navegación en Internet, o un paquete de oficina móvil, aplica el mismo consejo que con los minutos: manténgase dentro del límite de megabites que incluye su paquete, si se pasa, se lo cobrarán adicional.
  • Infórmese de las tarifas por itinerancia o roaming. ¡Qué lindos los anuncios del roaming! Nos recuerdan que podemos estar comunicados con nuestros seres queridos, aunque estemos lejos… a un precio. Las tarifas por roaming o itinerancia varían de operador a operador, de país a país, y no es el mismo cargo por recibir una llamada, que por hacerla. Mi consejo: antes de viajar, infórmese sobre estas tarifas según el país al que vaya, haga números, y asegúrese de no generar cargos que estén más allá de su capacidad de pago.
  • Navegar por Internet desde fuera es caro. Si tiene activada la navegación por Internet u oficina móvil en su celular, consulté cuáles son las tarifas por navegación cuando esté fuera del país. Estas son mucho más altas que las que aplican localmente.
  • Que los mensajitos no le chupen su saldo. Esto va especialmente para quienes usan líneas prepago. Conocer al amor de nuestra vida, recibir consejos para ser feliz, chistes, poemas, tips para adelgazar… hoy se nos ofrece de todo, al alcance de un mensajito de texto. Antes de activar cualquiera de estos servicios, hay que estar concientes de que tienen un costo, y que una vez suscrito, puede que usted tenga que pasar por varios trámites para desactivar estos mensajes, que le caerán automáticamente y cuyo costo se le cargará de la misma forma.
  • Aproveche los dobles saldos. La misma competencia entre las telefónicas ha permitido que los consumidores gocemos de promociones, en ciertos días, de doble y triple saldo. Estos días pueden aprovecharse para hacer la recarga de saldo que teníamos presupuestada y programada, y lograr algo de tiempo aire adicional.
  • Cuidado con las promociones. Tenga cuidado con promociones que lo invitan, por ejemplo, a suscribirse por $2 diarios y enviar mensajitos ilimitados, y otras por el estilo. Antes de suscribirse a estas promociones, valore si realmente hará uso de lo que le están ofreciendo. Si usted es una persona que enviará 200 mensajitos o más, pues le resultará beneficioso, pero si usted no envía más de cinco mensajes al día, mejor pague únicamente el costo de estos.
  • Cuide sus consumos en casa. Si usted tiene un paquete múltiple en su casa, de los que ofrecen telefonía fija y celular, navegación en Internet y hasta televisión por cable, tenga en cuenta que cada servicio incluye una cantidad de minutos, pero que al pasarse de la misma se le generará un cobro adicional. Hay que saber qué cantidad de minutos, o kilobites de navegación, se nos incluye en el paquete básico, y tener cuidado de no rebasar estos límites, si no queremos que nuestra factura crezca.

 

Y usted, ¿cómo cuida su consumo de teléfono? ¿Qué experiencias ha tenido en cuanto a la facturación de estos servicios? Comparta con nosotros sus consejos y sus experiencias.

enero 25th, 2010

Robos virtuales, pérdidas reales

China Google

 

La Internet es una maravilla. Eso ni discutirlo. Pero al abrirnos una infinidad de posibilidades de conexión con el mundo, con el resto de personas conectadas a ella, también representa una gran cantidad de riesgos.

Hablemos hoy de los riesgos para nuestros bolsillos. Comencemos con los robos a través de la red. Si usted es usuario del correo electrónico, de la mensajería instantánea o de las salas de charla o chats, está expuesto a toda clase de peligros relacionados con el fraude financiero.

El desconocimiento nos vuelve aún más vulnerables a este tipo de ataques.  Uno de los más comunes es el “phishing”, un tipo de estafa en la que se busca robar datos privados de la víctima, como sus números de cuenta y claves, generalmente a través de correos electrónicos que se disfrazan como mensajes de los mismos bancos.

¿A cuánto no nos han llegado ya mensajes de bancos que ni conocemos, en los que nos piden “actualizar datos” y nos mandan enlaces de páginas para que introduzcamos nuestros números de cuenta y contraseñas? ¿Cómo detectar estos intentos de robo, y cómo prevenirlos?

La Superintendencia del Sistema Financiero de El Salvador dice que toda persona que usa los servicios de banca electrónica debe ver con especial recelo los correos electrónicos enviados bajo la firma de entidades bancarias, sobre todo cuando en estos se habla de “investigación de irregularidades”, o necesidad de “actualización de datos”.

Pero el robo virtual puede propiciarse también por otras vías. La SSF da buenas recomendaciones para prevenirlo:

1. No realice transacciones financieras en computadoras compartidas, o se uso público, como cafés Internet, o en equipos de los que no se tenga suficiente información sobre sus niveles de seguridad.

2.  Trate de mantener bien protegida su computadora: los programas antispyware, antivirus, antiadware y los firewall son útiles para evitar el robo de datos a “control remoto”.

3. No le confíe a cualquiera el mantenimiento de su computadora. Trate de buscar siempre a alguien de confianza, o a una empresa bien establecida.

4. Use contraseñas difíciles de adivinar. Lo ideal es que su contraseña tenga, por lo menos, ocho caracteres, y que estos mezclen letras y números. Evite combinaciones fáciles de deducir, como fechas de cumpleaños o aniversarios.

5. Cambie con frecuencia sus claves de banca electrónica.

6. Si usa la banca electrónica con más de un banco, no use la misma contraseña en todas sus cuentas.

7. Fíjese bien, siempre, que está ingresando a una página web segura. Esto es fácil de determinar. Vea en la barra de su navegador la dirección, esta tiene que comenzar con https:// y, generalmente, ser detectada por nuestro sistema como un sitio seguro, a través de un pequeño ícono de candado.

8. Al hacer doble click sobre este candado, usted puede ver el certificado digital de seguridad del sitio. Le sirve para verificar su autenticidad.

9. Tenga cuidado, siempre, de desactivar las opciones de “recordar contraseña”, al momento de ingresar sus claves.

10. Al terminar, cierre siempre su sesión. No deje la computadora mientras no haya terminado sus transacciones, ni con la sesión abierta.

11. Nunca dé información personal o financiera a través de correos o mensajes instantáneos. Si recibe correos solicitando esta información, notifique a su banco.

12. Tenga mucho cuidado con los vínculos que le llegan en los correos. Hay correos que incluyen enlaces aparentemente auténticos, pero que al hacer click sobre ellos conducen directamente a sitios de phishing, que imitan hasta el diseño de las páginas reales de los bancos.

13. Revise con frecuencia sus estados de cuenta, para detectar transacciones sospechosas, o que usted no ha realizado, incluso si son cantidades pequeñas.

¿Ha sufrido usted algún tipo de intento de fraude por Internet? ¿Tiene más consejos para prevenirlos? Compártalos con nosotros.