¿Misión imposible? Sí, lo parece, pero no lo es. Requiere un poco de orden y disciplina, eso sí, y dependiendo del estado actual de sus finanzas, implicará varios meses de cambios para lograrlo, pero es posible.

El famoso “¿Y cuándo pagan pues?” es un clamor generalizado en casi todo ambiente de trabajo, sobre todo desde que la recesión económica multiplicó el desempleo, congeló los salarios y nos recargó de trabajo. Les comparto algunos tips que les ayudará a entrar al grupo de privilegiados que aún puede exhibir un billetote de a $5, un día antes del día de pago:

–         Defina su disponible: El primer paso para ordenar su dinero es determinar cuánto tiene realmente. Anote en un papel su sueldo neto, es decir, lo que recibe en líquido, ya con todos los descuentos que se le hacen. Ahora, vaya anotando todo lo que tiene que pagar: cuotas de tarjetas de crédito, colegiaturas, recibos, servicios, etc. Cuando haya sumado  todo esto, résteselo al líquido que recibe.

–         Identifique y presupueste sus otros gastos: Ahora debe anotar también lo que espera gastar en supermercado, en gasolinas o pasajes, en el mercado, en sus almuerzos diarios en la oficina. Defina un límite semanal y respételo. Reste esto al disponible que ya tenía apartado.

–         Practique el diezmo personal: Ahora que ya apartó todo lo que debe pagar en el mes, y asignó una cuota para los gastos que enfrenta en el camino, para transporte y alimentación, vea el remanente y defina una cuota de ahorro. Un buen consejo es practicar el diezmo personal, es decir, apartar un 10% de su disponible para el ahorro.

–         Haga su diagnóstico personal: Si después de hacer todo esto logra tener un remanente, aunque sea pequeño, es que sus finanzas personales están bastante bien: lo que usted recibe le alcanza para cubrir sus obligaciones y gastos fijos. Si termina tablas, tampoco es motivo para entrar en pánico, y puede lograr remanentes practicando medidas de ahorro en sus gastos fijos, como revisando lo que destina a compras en el supermercado y ahorrando en energía o agua potable.

–         Determine un plan de saneamiento: Pero si al final sus gastos fijos superan a sus ingresos, hay un problema serio que se debe remediar. Vea sus opciones, ¿de cuánto es su hueco financiero, de un par de dólares o de varios cientos? Si tiene muchas deudas de tarjetas de crédito o varias cuotas de cubrir, considere un extrafinanciamiento para cubrir estas deudas y pagar una sola cuota. Ahorre lo más que pueda en sus gastos fijos y racione el uso de su vehículo para también consumir menos gasolina. Si solía gastar $6 en su almuerzo diario, vea opciones más económicas.

–         Pida asesoría profesional: Una de las pocas cosas buenas que han resultado de la recesión económica mundial ha sido que los bancos tomaron conciencia de que deben ayudar a sus clientes a hacer un buen uso del crédito. El resultado es que diferentes bancos ahora no ofrecen solamente opciones de consolidación de deudas, sino también asesoría profesional. Acérquese a su banco y pida este servicio de asesoría financiera, en el mejor de los casos usted incluso obtendrá un consejo acompañado de alguna propuesta de solución para su caso.

Finalmente, sea constante en estos hábitos. Puede ser que el primer mes no logre los resultados que quiere, pero el que persevera, alcanza. Involucre a su familia en  este plan, es como una dieta, mientras más miembros de la familia participen, es más fácil obtener un resultado exitoso. Recuerde siempre vivir según sus capacidades, y no excederse.

¿Tiene usted otros consejos o soluciones que compartirnos? Ya saben que este es su espacio y que todo es bienvenido.

Los salvadoreños estamos por iniciar una de las temporadas más alegres y esperadas del año: la celebración de las Fiestas Agostinas. Para muchos, serán días de vacación, de descanso, tiempo con la familia y una oportunidad de sacudirse el estrés acumulado en los meses que siguieron a la Semana Santa. Para otros, sin embargo, serán días laborales, como cualquier otro.

Si usted forma parte del primer afortunado grupo, y descansará toda la próxima semana, entonces esta entrada del blog está dedicada a usted: consejos para planificar su vacación sin poner en riesgo su equilibrio presupuestario.

1. ¿De cuánto dispongo? Agarre un lápiz y una hoja de papel, y sincérese con usted mismo. Anote cuánto le pagarán a finales de este mes, y luego anote todos los pagos que debe hacer, antes de percibir nuevamente algún ingreso. No olvide anotar gastos como lo que necesita para hacer el supermercado o ponerle gasolina a su vehículo. Luego, vea cuánto le queda. Ese monto es de lo que puede disponer para vacacionar, sin poner en riesgo su presupuesto ni tener que andar “prestando” después de las Fiestas Agostinas.
2. Vea sus disponibles. Si al hacer su presupuesto no le quedó mucho margen para darse una salidita en la vacación, vea qué otros disponibles tiene. ¿Puede usar parte de sus ahorros, sin afectar alguna meta financiera a futuro? ¿Hay algo que pueda vender para sacar un ingreso extra? Vea todas sus opciones, recuerde que cada dólar cuenta.
3. Haga un plan. Dependiendo de la cantidad de dinero con que disponga, defina sus opciones, según sus preferencias y las de su familia: playa, montaña, un paseo a las ruedas o a la feria, una salida fuera de San Salvador a ver la familia. Así será más fácil definir transporte, fechas, alimentación y todo lo demás que requiere dicha planificación. Hasta quedarse en casa, ver películas y ordenar comida preparada es una buena alternativa, pero que siempre implica un gasto, que hay que planificar de la misma forma.
4. Para todos los bolsillos. Una vez definido el presupuesto y el tipo de actividad que se quiere realizar, hay que ver todas las opciones disponibles. Por ejemplo, una salida  la Costa del Sol no requiere ir a un hotel lujoso, siempre están los turicentros y los buses alegres, opciones mucho más económicas (al final de la entrada vamos a incluir algunas de estas opciones).
5.  Los “todo incluido”, una bendición. Si su presupuesto le da para un poco más, opte por las opciones “todo incluido”, que no solo representan ahorros importantes, sino que permiten llevar un mejor control del gasto, ya que se hace un solo pago por día y por persona, y no requiere desembolsos adicionales por tiempos de comida.
6. Adhiérase a su presupuesto. Una vez definido su dinero disponible y trazado un plan, manténgase dentro de él. No gaste más de lo que ha presupuestado para cada aspecto de su vacación: transporte, alimentación, alojamiento, etc. Hable con su familia y que todos estén concientes de que hay límites que respetar.
7. Si se endeuda, hágalo bien. Ahora, muchos caemos en la tentación de endeudarnos en las vacaciones, de diferentes maneras, ya sea utilizando tarjetas de crédito, pidiendo desembolsos de extrafinanciamentos o adquiriendo préstamos personales. De estas opciones, la tercera es la más barata, en cuanto a intereses. Incluso es mejor usar la tarjeta de crédito que hacer retiros en efectivo de la misma, o contratar un extrafinanciamiento, que son mucho más caros. En todo caso, si usará su tarjeta, no salte los pasos anteriores, haga un plan financiero y adhiérase a él. Determine cuál será el monto por que el puede endeudarse, calcule la cuota que le tocará pagar y en cuánto tiempo saldrá de la deuda. Recuerde, las tarjetas de crédito no son dinero adicional disponible, son deudas caras que se deben honrar en el corto plazo.
8. Estudie bien los paquetes. Otra forma de endeudarse en vacaciones es adquiriendo paquetes con agencias de viaje. Siempre busque agencias reconocidas, mejor si se la ha recomendado algún familiar o conocido de confianza. Lea bien el contrato y lo que le darán a cambio de su dinero. Opte por las que le cobren la menor tasa de interés y que le ofrezcan cuotas que no afectarán su presupuesto a futuro.

Estos son apenas algunos consejos que se pueden aplicar en la temporada de vacaciones. Le invito a que si tiene tips adicionales, los comparta con nosotros.

Recuerde, todo requiere orden y control, desde una salida familiar al cine en la que espera gastar $20, hasta una estadía en la playa por varios cientos de dólares. Cada quien debe definir lo que puede pagar, para evitar sacrificar su bienestar futuro, a cambio de unas horas de felicidad en el presente.

Les dejo, finalmente, la programación de actividades de los turicentros que administra el Instituto Salvadoreño de Turismo, opciones variadas  y baratas para disfrutar en familia:

Opciones en los parques del ISTU

Entrada para adultos $0.80 ctvs. Gratis para niños menores de 10 años y adultos de 60.

Cerro Verde $1.00 dólar, Cabaña en Parques Recreativos $4.00 dólares  

Parqueo $0.69 ctvs. Se permite el ingreso de Alimentos

Cabañas del Cerro Verde $35 dólares Sencillas y $55 dólares Doble

PROGRAMA DE BUSES ALEGRES

VACACIONES AGOSTINAS

Salen de la Plaza General Gerardo Barrios, Frente a Catedral, a las 6:30 a.m. Acompañados por Guías Turísticos Especializados.

Jueves 5 de Agosto

Parque Laguna de Apastepeque               $4.00

Parque Natural Cerro Verde                       $4.00

Parque  Acuático Costa del Sol                  $4.00

Viernes 6 de Agosto

Parque Acuático Sihuatehuacán                $4.00

Ruta de las Flores                                         $6.00

Parque Acuático Costa del Sol                   $4.00

Sábado 7 de Agosto

Ruta Suchitoto – Apulo                                  $4.00

Parque Acuático Atecozol                           $4.00

Parque Acuático Costa del Sol                   $4.00

Domingo 8 de Agosto

Parque Natural Cerro Verde                       $4.00

Parque Acuático Amapulapa                      $4.00

Parque Acuático Costa del Sol                   $4.00

Concepto heredado de la era de la comida rápida, los combos son ahora una estrategia ampliamente usada por comercios, para vender todo tipo de cosas, desde, por supuesto, menús de comida, hasta servicios financieros.

El valor agregado de un combo es, según quien lo ofrece, que se puede adquirir una mayor cantidad de productos o servicios, a un costo menor. La prueba la dan en cifras frías: le presentan al potencial comprador la sumatoria del precio individual de cada componente del combo, y el precio reducido que implica adquirirlos en conjunto.

Pero esto no siempre implica ahorro y, de hecho, puede llevarnos a comprar cosas que no necesitamos, y a gastar más de lo que deberíamos. Hay que saber distinguir cuándo podemos aprovechar, y cuando no, este tipo de ofertas. A ver, un poco en detalle:

1. Piense qué es lo que necesita, o quiere, comprar. Enfocarse es una buena forma de ahorrar. Llevar claro qué es lo que comprará, y el dinero del que dispone, es el primer paso para mantenerse dentro de su presupuesto, y no excederse, no adquirir nuevas deudas y no recargar su tarjeta de crédito. Si lo que tenía presupuestado para comprar un artículo, le alcanzará para adquirir dos, pues, ¡bienvenido!

2. Manténgase dentro de su plan definido. Definido qué es lo que va a comprar, y cuánto quiere gastar, respete estos límites. En los salones de belleza, por ejemplo, es cada vez más y más común que ofrezcan “paquetes” de servicios, de modo que una visita para un corte de $5 se puede convertir en una sesión completa por más de $60, si nos descuidamos. ¿Cuándo puede ser esta una buena opción? Cuando el gasto se mantiene dentro de nuestro presupuesto, y represente realmente un ahorros significativo.

3. Cuidado con los descuentos acumulativos. Me ha pasado. Entro a una tienda por una cosa y salgo con cinco (aquí aplica el tema de las ofertas del segundo artículo con el 20% de descuento, el tercero con el 50% de descuento, etc.). ¿Lo malo de esto? En lugar de salir con un par de zapatos, que necesitaba, por $20, termino gastando $50 en tres pares… y me pasé de mi presupuesto.

4. Valore lo que necesita, y qué es lo que va a usar realmente. Esto aplica también para la adquisición o contratación de servicios. Usted a la mejor quiere solicitar un préstamo para refinanciar deudas, pero el banco le ofrece un “combo” que incluye el préstamo, una cuenta de ahorros y una tarjeta de crédito… cuidado, cuidado, porque el límite de la tarjeta es una deuda potencial que usted no necesita. En otros servicios, como los seguros, también se puede gastar más de la cuenta si no tenemos claro qué tipo de cobertura queremos, bajo qué condiciones, y con qué montos asegurados. El principio es siempre el mismo: mantenernos dentro de nuestras capacidades.

5. Aprenda a distinguir las que sí son buenas ofertas. Hay ofertas que se pueden aprovechar muy bien, y que representan verdaderas oportunidades de ahorrar. Por ejemplo, en la época de regreso a clases, una promoción del segundo para de zapatos con descuento le cae al pelo a los padres de familia, que tienen que comprar, de todas formas, zapatos de diario y deportivos. De la misma forma, los “combos” de productos alimenticios que se ofrecen en los supermercados rara vez incluyen cosas que no se usen en el hogar. Aquí hay que tener cuidado, como siempre, con las fechas de vencimiento.

En fin, con un poco de discernimiento y disciplina podemos hacer rendir más nuestro dinero, evitar gastar más de la cuenta y aprovechar las ofertas, cuando estas valgan la pena. Como siempre, son bienvenidos sus tips y sugerencias.

El ahorro es una de esas cosas —como el ejercicio o la alimentación sana— que todos consideramos buenas, pero que no muchos practicamos.  Muchas veces no es algo voluntario. Ni siquiera es nuestra culpa. La falta de información es, como en infinidad de otras áreas de nuestra vida, la que nos lleva a cometer errores.

Soy Mariana Belloso, editora de la sección de Economía de La Prensa Gráfica, y la razón de ser de este blog es, precisamente, tratar de concentrar información y datos útiles para poder ahorrar, centavo a centavo, cosa por cosa, algo que a la larga puede hacer una importante diferencia en nuestros presupuestos personales y familiares.

Muchas veces se trata de cosas simples, tan simples que pueden parecer obvias, pero que por eso mismo se nos pasan de largo. Serán bienvenidos todos los aportes que usted como lector nos quiera dar: sus experiencias, sus tips personales, todo lo que pueda abonar a este objetivo común de obtener más por menos dinero.

Sirva esta pequeña reflexión como introducción para este blog, preparado desde la Redacción de Economía de La Prensa Gráfica, pensado para ser también su espacio. ¡Bienvenidos!