Mariana Belloso
Es periodista, con casi 10 años de experiencia. Ha trabajado en temas políticos y sociales, pero desde 2004 se ha especializado en el área económica. Desde 2007 forma parte del equipo económico de La Prensa Gráfica y actualmente es la editora de la sección. Ha realizado estudios de periodismo, finanzas, política fiscal y economía.
¿Qué me están cobrando? (segunda parte)
Un área en la que debemos tener especial cuidado son las tarjetas de crédito. Conozco a una señora —mi ídolo personal, debo admitirlo—, que lleva anotado en una libretita el día, hora y monto de cada pago que hace, guarda cada voucher que le dan de sus tarjeta de débito —y sí, la doña detesta las tarjetas de crédito—, las acomoda en un fólder, y las coteja con el estado de cuenta que exige al banco cada mes.
Este hábito es realmente el deber ser de todo usuario de tarjetas. Pero aunque no tengamos esa disciplina, sí es necesario que, al menos, escudriñemos con pinzas los estados de cuenta que nos envía el emisor de la tarjeta.
En el estado de cuenta hay diferente información, muy valiosa, que debemos tener presente:
Por eso es importante guardar los vouchers —aunque no los clasifiquemos y sumemos, como mi amiga—, porque son el respaldo para hacer cualquier reclamo. Además, en este listado de cargos y abonos pueden aparecer otros cobros que realiza el banco: el cargo por la renovación de la tarjeta, o el cobro por membresía, por ejemplo, que se añaden a la cuenta generalmenteta una vez por año.
Es importante saber que la muchos de los emisores de tarjetas están dispuestos a revertirnos este cobro de membresía o costo de la tarjeta, de forma total o parcial, si le hemos dado un buen uso a la misma, y hemos sido clientes cumplidos.
El propietario de una tarjeta en mora, o que ha estado inactiva por varios meses, difícilmente va a lograr una reversión, pero alguien disciplinado, que la usa regularmente y tiene sus pagos al día, puede conseguir que se le anule el cobro, una parte del mismo, o que el banco le ofrezca algo para compensarle, como un vale de supermercado o de gasolina.
Otros cargos, como los planes contra robo y fraude, también pueden aparecer en el estado de cuenta. Aunque estos planes constituyen una especie de seguro para evitarnos costos en caso de que la tarjetasea robada o clonada, no es obligatorio pagarlos, y elcliente puede solicitar que estos cobros se le reviertan.
Y usted, ¿es de las personas disciplinas que archivan sus vouchers? ¿O tiene su billetera repleta de papelitos amarillos apuñados? ¿Ha encontrado usted algún cobro extraño en su estado de cuenta? Compártanos su experiencia.
Las tarjetas de crédito, usadas correctamente, son un buen instrumento financiero.