Washington, DC

Visita a Washington de Gustavo López, Mauricio Interiano, Carlos Calleja y Javier Siman

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Izquierda a Derecha: Gustavo Lopez, Carlos Calleja, Mauricio Interiano y Javier Simán

Por José Manuel Ortiz Benítez

Mientras la cúpula del FMLN hace discursos en tarimas con pancartas “Yankees Go Home,” hábilmente la cúpula arenera aprovecha la ocasión para disfrazarse de pueblo llano y hacernos creer que realmente quiere salvar a los tepecianos salvadoreños de la quema de la deportación.

El FMLN juega a la testarudez. Primero participa y después se desvincula, alegando que no se les puede acusar de nada porque no son los responsables del diseño de la pancarta que cuelga detrás de la tarima. El problema no es del encargado de la rotulación, el problema es del FMLN que, con su presencia,  endorsa y alienta indirectamente el mensaje escrito en la pancarta.

Apuesto la jubilación que si un miembro orgánico del FMLN diserta sobre una tarima con una pancarta que dijera “Viva por Siempre Mi Mayor Roberto D’Aubuisson” el mismo día el implicado quedaría  suspendido y, aunque alegara no haber participado en el diseño de ninguna pancarta, sería inmediatamente echado al destierro.

Así es el FMLN, vertical, arbitrario, absolutista.  Intentar cambiar al FMLN es como intentar sacar agua de las piedras. Te estrellas contra un dogma, contra un pensamiento cerrado, tozudo, basado en las cicatrices de la guerra, …te chocas con la resistencia de una vieja cúpula obsesionada con el poder.

Por otro lado, ARENA, con la cara afeitada a ras, juega al despiste, a hacernos creer, que esta vez, sí está del lado del trabajador, del débil, del más necesitado. Prueba de ello, es la comitiva presidencial enviada al Congreso de EE.UU. para, “aparentemente”, hacer abogacía de alto nivel a favor de los tepecianos salvadoreños en peligro de extinción.

Cabe preguntarse si se trata de un interés genuino de ayudar a los tepecianos con sus problemas legales en EE.UU. o si se trata de un “movimiento mediático calculado”, últimamente de  moda en esta ciudad, para buscar su propia proyección de cara a las próximas elecciones presidenciales en El Salvador.

Llama la atención el despliegue de las figuras presidenciables de ARENA, posando delante de los monumentos de Washington como modelos en necesidad de aprobación ciudadana. Pero en cierta forma, ARENA parece más fina en el engaño, ciertamente más evolucionada que el FMLN, quien diserta, por acción u omisión, delante de pancartas con la frase “Yankees go home” y quien propone a los tecepianos irse a Filipinas, China, Bolivia o Qatar.  Hay 250,000 niños y jóvenes, hijos de tepecianos, que no se van adaptar nunca a otros espacios que no sea Brentwood, Hyattsville, o East L.A.

Más allá de la torpeza del FMLN y el disfraz de ARENA de preocuparse por la incertidumbre de los tepecianos, lo cierto es que ni a ARENA ni al FMLN les importamos un bledo. Llevamos mucho tiempo escuchando el mismo ruido:

“Ustedes los salvadoreños en el exterior son los que sostienen el país, y queremos su apoyo para que podamos sacar nuestra nación adelante, vamos a acabar con la violencia y la inseguridad, vamos a mejorar la educación y la salud, vamos a crear más empleos, vamos a crear las infraestructuras y las condiciones económicas para darle a cada salvadoreño las oportunidades que se merece, sin tener la necesidad de irse fuera del país.”

Ese disco ya lo conocemos desde el siglo pasado.

Lo que hay que pedir para ver la seriedad de esta gente y confirmar si realmente les interesa la Diáspora, es formalizar un acuerdo escrito de cuota de poder, reservada a los salvadoreños en el exterior, por ejemplo, representación del 20% en la Asamblea Legislativa, un 30% de los cargos del gabinete, un 50% de los puestos en las embajadas y red consular, un 35% de los nombramientos políticos en las instituciones autónomas, un reglamento fiscal especial para la inversión y la jubilación de los salvadoreños en el exterior.  Nada de eso ha ocurrido o va a ocurrir porque ARENA y el FMLN quieren el poder para ellos mismos a costa de nuestro apoyo y nuestro esfuerzo.

Pero como dice mi estimado y respetable tocayo Don Manuel: “Estos zorros demagogos nos engañan y nosotros, que no sabemos jugar al ajedrez político, nos limitamos a hacer preguntas inútiles en conversatorios improvisados y a sacarnos la foto con el que pensamos va a ser el próximo presidente de El Salvador para después mostrarla en redes sociales.”

“Fotitos” y “preguntitas” inútiles, cortesía de  ARENA y el FMLN,  ese es el concepto rústico y medieval que tenemos de participación.

Estamos mal. Para cambiar el país, necesitamos exigir acuerdos formales a los que buscan nuestro apoyo, y en última instancia enfrentar el desafío de organizarnos para crear nuestro propio aparato político y competir libremente en las próximas elecciones de El Salvador.

José Manuel Ortiz Benítez es columnista salvadoreño en la ciudad de Washington, DC. @jjmmortiz

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José Manuel Ortiz Benítez

José Manuel Ortiz Benítez emigró a Los Estados Unidos en 1985. Gracias a una beca del gobierno federal, se licenció en Relaciones Internacionales y en Economía de la Universidad de George Mason, en el condado de Fairfax, estado de Virgina, EE.UU. En 1995, emigró por segunda ocasión, esta vez a España, donde se especializó en el mundo de la imagen y la publicidad. José Manuel Ortiz Benítez también es analista, comunicador en espacios sociales y destacado columnista en medios escritos en El Salvador y Estados Unidos. José Manuel Ortiz Benítez ha producido gran cantidad de contenidos audiovisuales en Europa, Estados Unidos y El Salvador. Twitter @jjmmortiz

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